𝐇𝐮𝐧𝐭𝐫𝐞𝐬𝐬 [𝐓𝐞𝐞𝐧 𝐖𝐨𝐥𝐟]

𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟕

Entramos a la biblioteca con la excusa de buscar un libro pues con las nuevas cámaras de vigilancia que los Argent instalaron para evitar que Allison vea a Scott las cosas se nos han dificultado.

—Debes disimular mejor—susurro en cuanto veo a Allison mirar a la cámara—Actúa normal.

Noa adentramos a uno de los pasillos buscando no ser detectadas por el ojo de la cámara, y en cuanto me aseguro de que no estamos a su alcance saco la Tablet en donde esta la traducción del bestiario y se la tiendo, quien se encuentra al otro lado del estante junto a Stiles.

—Es todo lo que Lydia tradujo—informa la castaña a mi lado—Y créanme, estaba muy confundida.

—¿Qué le dijeron?

—Que somos parte de uno comunidad de juegos en linea que pelean contra criaturas míticas—informo orgullosa por la gran mentira que invente. 

Allison niega incrédula por la ridícula excusa.

—Yo si soy parte de una comunidad de juego en linea que pelea contra criaturas míticas—anuncia el rapado llamando nuestra atención.

—Genial, ¿y como lo haces?—le pregunto acercándome.

—No nos distraigamos—ordena Allison antes de que Stiles pueda responderme.

—¿Dice como encontrar a quien lo controla?—pregunta el hombre lobo mirándonos.

—No. Pero Stiles tiene razón sobre los asesinos.

—¡Si!—celebra el de lunares.

—Llama al Kanima un arma se venganza—explico—Hay una historia sobre un sacerdote sudamericano que uso al Kanima para ejecutar a los asesinos de su aldea.

—¿Ves? Quizá no sea tan malo—señala Stiles.

—Hasta que el vinculo fue tan fuerte que mato a quien quiso—termino de relatar.

—Muy malo, muy, pero muy malo—se retracta.

—Pero escuchen esto. Se supone que el Kanima es un hombre lobo pero no puede...—Allison se calla al ver que alguien se acerca.

—"Hasta que resuelva aquello que en el pasado lo hizo manifestarse"—habla Scott leyendo la nota.

 —Si eso significa que Jackson necesita mil horas de terapia, yo habría podido decirles eso—advierte Stiles y aprieto los labios para no reírme.

—¿Y si tiene algo que ver con sus padres?—propone la Argent—Los biológicos.

—¿Alguno de ustedes sabe que les paso?—pregunta el hombre lobo mirándonos.

—Puede que Lydia sepa—propongo mirándolo—Digo, era su novia.

—¿Y si ella no sabe nada?—interroga el morocho.