¿Diego?

7.1K 393 56
                                    

La cabeza me duele tanto como si fuera a explotarme. Llevo más de una hora intentando pararme de la cama y no puedo. Mi mamá ha tocado a la puerta ya cinco veces y sé que la sexta no solo tocará y no será ella quien entré.

−¡Mateo! —gritan desde el otro lado de la puerta y luego la escucho abrirse de golpe− ¡Mateo levántate de la cama!

−Voy voy si ya voy

−Tu mamá ha estado llamándote para que vayas a desayunar

−Ya sé ya sé

−Si ya lo sabes ¿Por qué tenemos que hacer esta rutina cada lunes? Llegaré tarde a trabajar

−Si me devolvieras el auto no tuviéramos este problema

Me levanto de la cama y lo miro, está furioso y lo sé. Sus ojos tan iguales a los míos solo reflejan frustración.

−Ya está bien, me doy un baño rápido y me estoy abajo

−Olvídalo, le diré a tu mamá que te llevé

−No, ella maneja tan lento que hace que el viaje a la escuela sea una tortura ¿Por qué no simplemente me devuelves mi auto? Ya paso una semana

−Y te dije que no lo tendrías hasta dentro un mes

−Papá ¿Por favor?

Me mira con determinación y luego suspira frustrado.

−Está bien, pero si vuelvo a recibir una nota de tu director perderás el auto y no lo verás nunca mas

−Eres el mejor ¿Lo sabías?

−Ya ya déjate de alardeos y apresúrate o llegarás tarde

Sale de la habitación, y me apresuro para estar listo no sin antes hacer una rápida llamada.

−Jordan

¿Qué es lo que quieres?

—¿Ya saliste de tu casa?

No hombre con trabajos puedo abrir los ojos, oye lo de anoche fue increíble amigo pero no podemos volver a salir un domingo cuando las clases nos esperan al día siguiente

−No seas una nena, alístate pasaré por ti

¿Y en que se supone vas a venir? ¿Burro? ¿Caballo? ¿La bici de tu mamá? ¿Me llevarás en tu espalda a la escuela?

−Recuperé mi auto, anda apúrate, si no sales cuando llegue te dejo

Eres un...

−Un hombre increíble, lo sé, nos vemos

Me doy prisa y cuando estoy listo bajo al desayunador. Mi mamá está sentada en la barra leyendo el periódico la miro detenidamente. Es tan hermosa, cada vez que la miro no puedo evitar sentir culpa por los malos ratos que la hago pasar todo el tiempo. No merezco ser su hijo sin duda alguna.

−Buenos días —la saludo con un beso en la mejilla

−Umm —da un trago a su café− Buenos días, tu desayuno está en el microondas

−Gracias pero no puedo, se me hace tarde

−Mateo...

−Comeré algo en la escuela lo prometo

−Bien, pero lo haces

−Tengo qué

Meto una botella de agua a mi mochila.

−Bien, vamos te llevaré

−¿No te dijo mi papá?

−¿El qué?

Perdido ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora