Perdido ©

Prólogo

Narra escritora

El pequeño niño corría por los pasillos de la casa. Estaba ya cansado pero había prometido que la encontraría. Su hermana estaba escondida en algún lugar de la casa y no se daba prisa ella ganaría y él perdería su postre. Era jueves de postre y no siempre podía ser jueves. Mientras subía los escalones al segundo piso por cuarta vez resbaló y cayó de espaldas soltando un agudo quejido. Sin duda, hubiera preferido quedarse callado. El sonido de las pisadas decididas de si padre lo dejaron congelado. Intento ponerse de pie pero fue demasiado tarde.

−¡Eres un inútil tonto! -le gritó su padre− ¡Ni siquiera puedes subir bien las escaleras!

−Lo siento... lo siento papá

−¡Cállate!

−Estaba buscando a...

−¡No me interesa a quien se supone estabas buscando! ¡Largo a tu habitación no cenarás hoy!

−Pero eso no es justo... solo fue un accidente

−¡Tú eres el accidente! -le gritó su padre con más fuerza haciendo que sus piernas le temblaran

−Por favor papá... tengo hambre, no he comido esta tarde por estar haciendo los deberes

−¡No me interesa!

El hombre llenó de ira tomó con sus viejas manos la camiseta del pequeño y comenzó a arrastrarlo por el pasillo.

−¡No papá! -rogó el pequeño− ¡No me lleves al armario!

−¡Tú te lo has buscado!

−Pero papá y no he hecho nada

El hombre ni siquiera quiso razonar. Abrió la puerta del armario debajo de la escalera y empujó al pequeño dentro.

−Papá -suplicó el pequeño

−¡No saldrás hasta mañana!

−¡Pero papá, me da miedo la oscuridad!

−¡Ah un Smith no le da miedo nada!

Él hombre cerró la puerta de golpe inundando el armario de obscuridad. La obscuridad a la que tanto le temía en niño.

No supo cuánto tiempo pasó ahí llorando hasta que escuchó unos pequeños toquecitos en la puerta del armario.

−Vete -dijo el pequeño− Él te va a encerrar también

−Papá ya está dormido, se ha emborrachado de nuevo, me hizo meter las pastillas en las bolsas a mi sola, eran como quinientas

−¿Has cenado?

−Si

−Muero de hambre -dijo él sollozando

−Espera -le dijo la pequeña a su hermano

Un pequeño clic sonó y entonces la puerta se abrió. La pequeña entró y abrazó a su hermano que aun lloraba.

−Te traje comida -le dijo ella mientras lo soltaba y volvía por el plato de comida− Te veré en la mañana

−Muchas gracias Cat

−De nada

Él pequeño niño devoró su cena y luego volvió a llorar preguntándose ¿Por qué su padre era tan malo con él? Él no merecía ese trato y lo sabía perfectamente.

Pues como les había contado, aquí esta el prólogo;)
Comenten que les parece, aun no se cuando subiré el primer cap pero sera pronto quizá mañana si me queda listo :3