Capítulo 8: Caída

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Conner sabía que las cosas con Megan habían cambiado. Sabía que ya no parecían encajar como antes, y que las peleas nunca terminaban bien, pero... a pesar de todo, él la quería. Trato de seguir con la relación, solo porque creía que aún podían salir adelante. Desgraciadamente, se equivoco.

Conner siempre supo que Megan tenía una gran debilidad por usar su telepatia, pero nunca creyó que manipularia sus recuerdos a su antojo. Sentir como entro en su mente eh intento borrar una pelea le dio nauseas, y para su mala suerte, desperto el recuerdo de su pesadilla vivida en Cadmus. Discutio con ella a gritos, siendo herido más de lo nunca fue solo por palabras, y cuando finalmente dijeron que terminaban, no pudo quedarse. Monte justicia siempre fue su hogar, y se suponia que era su lugar seguro, pero en ese momento, se sintió como una carcel. Huyo despavorido pasando de un tubo zeta a otro hasta llegar a Kansas, y tuvo la intención de llamar a Superman, antes de recordar que estaba en una misión en el espacio. Sin saber a donde ir o que hacer, uso el poco dinero que tenía consigo para alquilar un departamento en un complejo que se caía a pedazos y se quedó allí.

Conner no tuvo la intención de no volver a salir o avisar a sus amigos, pero al llegar quería tanto que nadie se le acercara, que apago su telefono y destruyo los rastreadores que sabía que tenía. Se acurruco bajo una manta en un colchón incomodo que estaba en el suelo y trato de olvidarlo todo. Los días pasaron frente a sus ojos sin que pudiera moverse, su cuerpo apenas tomaba la luz solar que necesitaba porque entraba por las ventanas y él solo revivia una y otra vez en su mente las palabras crueles de quien, se suponia, lo había amado.

No escucho cuando la puerta de su departamento se abrió. No escucho los pasos de cinco personas que se dirigian a su cuarto. No escucho nada hasta que sintió una mano en su cabello. Con miedo, creyendo que podría ser Megan, trato de alejarse. La voz de Dick lo hizo abrir los ojos, pero solo saber que él estaba ahí, y que podía ver su terrible aspecto lo hicieron encogerse. No quería que lo vieran de esa manera, tan triste, aterrado, roto. Sin importar cuanto intento alejarse, Dick lo mantuvo contra su pecho, y no pudo hacer más que llorar de la frustración y dolor que sentía hasta volver a quedar dormido.

Se despertó más tarde, escuchando a dos personas hablar. Enseguida reconoció las voces de Kaldur y Dick eh intento levantarse, pero su cuerpo no coopero y cayo con un gemido en el colchón. Pasos rápidos le dijeron que los dos lo habían escuchado y trato de ocultar que sus piernas le dolían.

- ¿Kon? Cariño, ¿estás bien? -Dick se acercó primero con una mirada de maxima preocupación.

-S-sí. -Asintió con su voz un poco rota. -E-estoy bien. –

Trato de volver a levantarse, pero sus piernas le dolieron tanto que casi vuelve a caer sobre el colchón con un gemido más fuerte. Por suerte, Kaldur y Dick lo atraparon a tiempo y lo sentaron con cuidado.

-Shh... está bien, no te esfuerces. -Kaldur intento calmarlo. -Tus piernas deben estar acalambradas por tanto tiempo sin ser usadas, estará bien. –

A pesar de esas palabras, Conner quería llorar. Sus amigos lo estaban tratando como si fuera de cristal, y si bien en ese momento se sentía así, no quería que ellos lo supieran.

-Y-yo... n-n-no...-Intento hablar, y una mano deteniendo algo mojado en su mejilla le hizo darse cuenta de que, en realidad, estaba llorando.

-Está bien, bebé. No llores. -Dick le sonrió con dulzura. -Todo estará bien, te tenemos. No vamos a dejar que nadie vuelva a hacerte daño, ¿sí? –

Conner sollozo y Kaldur lo envolvió en un abrazo, arrastrandolo a su regazo en el proceso. Dick le froto la espalda, y una vez que vio que lograba controlar un poco su respiración, comenzó a masajear sus piernas. Esto le causo mucho dolor, y no pudo evitar volver a llorar más fuerte, tratando de no moverse. Kaldur lo mantuvo contra su pecho en todo momento, y lo arrullo con palabras suaves hasta que Dick termino.

SiempreWhere stories live. Discover now