Capítulo 57: Preparación para la batalla final

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Jiang Cheng estaba de pie frente a las puertas de Ciudad Sin Noche, y estaba deseando hacer algo por fin. Los soldados de la secta Qishan Wen se habían atrincherado dentro de la ciudad y las fuerzas aliadas tenían ahora dificultades para derribar la puerta y dirigir el asedio final. Era hoy cuando se decidiría esta larga guerra.

Miró de reojo a Lan Wangji. Bien, el Segundo Jade parecía igual de ansioso por estar ya dentro e ir a buscar a Wei Wuxian, eso si el apretado agarre de su espada y su rígida postura tenían algo que decir sobre este asunto. Jiang Cheng descubrió durante esta última semana que en realidad tenía mucho en común con Lan Wangji. No es que fuera a ser tan pegajoso con las reglas o que supiera refrenar sus emociones con tanta eficacia, pero aparentemente se preocupaban mucho por Wei Wuxian, aunque por razones diferentes.

Cuando Jiang Cheng no podía entender la fijación y la terquedad que el Segundo Jade parecía lanzarle cada vez que Wei Wuxian había sido tan siquiera mencionado, Jiang Yanli lo apartó y le explicó con palabras sencillas. Después de esa conversación, nada volvió a ser igual para Jiang Cheng. Todavía le costaba asimilar que Lan Wangji y Wei Wuxian se gustaban. Es más, al parecer ya estaban prendados y muy metidos, no había vuelta atrás. Jiang Cheng se preguntaba si se casarían a estas alturas, una vez terminada la guerra.

Así que ahora, al menos, comprendió que tanto él como Lan Wangji querían salvar a Wei Wuxian con la misma fuerza. Aunque sus intereses y el tipo de amor que sentían por su hermano eran diferentes, su objetivo era, al final, el mismo. Y Jiang Cheng estaba realmente agradecido de tener a alguien tan dedicado a su lado.

El plan que Nie Huaisang les había presentado esta misma mañana era bastante simple. Tan pronto como los aliados forzaran la puerta principal e inundaran la ciudad, él y Lan Wangji debían entrar y luego ir a un burdel poco conocido donde el contacto interno de Nie Huaisang ya estaría esperándolos.

Jiang Cheng aún no podía creer que fuera en realidad Wen Ning quien les había estado enviando actualizaciones diarias sobre el estado de Wei Wuxian todo este tiempo. Sólo había visto al discípulo un par de veces y Wen Ning no le parecía un cultivador especialmente valiente ni fuerte. Por otra parte, reflexionó, lo mismo podría decirse de Nie Huaisang y él era básicamente la mente maestra detrás de toda la Campaña Contra el Sol. Las apariencias y las primeras impresiones pueden ser engañosas, ¿no es así?.

Así que ahora, aquí estaban, esperando que el plan finalmente comenzara. Jiang Cheng estaba extremadamente preocupado, temía que una vez que Wen Ruohan viera sus fuerzas, pudiera utilizar a Wei Wuxian como rehén para detener sus avances. Hace apenas una semana, habría creído que su fuerte e inteligente hermano sería capaz de protegerse y las fuerzas aliadas podrían ignorar todas las amenazas, pero ahora ya no.

En este momento, cuando Jiang Cheng sabía que Wei Wuxian no tenía núcleo dorado y que aparentemente estaba agotado, si las cartas de Wen Ning no exageraban -y Jiang Cheng creía cada palabra, sabía perfectamente lo temerario que podía ser su hermano y lo implacable que era vivir en cautiverio-, Wei Wuxian podía estar a las puertas de la muerte. Y él seguía intentando llevar a cabo el resto de su estúpido plan heroico para detener a Wen Ruohan.

Nadie, y mucho menos el propio Jiang Cheng, le había pedido que se sacrificara en sus intentos de controlar el hierro Yin. Había sido una misión suicida desde el principio y, sin embargo, Wei Wuxian había decidido emprenderla.

De repente, Jiang Cheng sintió un fuerte impulso de golpear con su puño la pared más cercana, o la nariz de algún soldado Wen, si es que había alguno por allí -no lo había, todos se escondían dentro de los muros de la Ciudad Sin Noche como cobardes-. En cambio, sólo cerró los dedos en puños y los apretó con fuerza. Si hubiera sabido esta parte del plan de Wei Wuxian, nunca lo habría abandonado en el palacio de Ciudad Sin Noche con sólo una promesa muy poco convincente de volver a por él.

Ahora venía, pero bien podría ser ya demasiado tarde, ¡la última carta que habían recibido de Wen Ning había llegado hace un día!

Como si Lan Wangji pudiera sentir su agitación interior, dijo con convicción: "Wei Ying es fuerte".

Corrección, pensó Jiang Cheng, Wei Wuxian había sido fuerte. Es decir, antes de que tuviera que salvar a Jiang Cheng y perder su núcleo dorado en el proceso. El heredero de la secta Yunmeng Jiang suponía que todavía existía el cultivo demoníaco de su hermano, pero ante el hierro Yin, de alguna manera dudaba que fuera a ser de mucha utilidad. ¡Iba a enfrentarse al propio Wen Ruohan!

Suspiró, medio preparado para tirar la pelea antes de que la discusión empezara de verdad, pero aun así replicó: "¿Lo has olvidado? Ya no tiene núcleo dorado. No importa lo fuerte que haya sido antes; ahora es sólo un humano normal. Y se está enfrentando al propio líder de la secta Qishan Wen. Esto no puede terminar en un desastre. Después de todo, estamos hablando de mi hermano".

Lan Wangji le miró exasperado pero había acero en sus ojos. "Wei Ying es fuerte", repitió como si esa fuera la explicación definitiva a todo.

Jiang Cheng miró esta vez a Lan Wangji como es debido, con la ira surgiendo en su interior. ¿Acaso el Segundo Jade no comprendía la situación? ¿O estaba tan enamorado de Wei Wuxian que lo había idolatrado y ahora tenía la errónea impresión de que su hermano era imbatible?

El enfado que tenía en la punta de la lengua se apagó cuando Jiang Cheng se dio cuenta de que los hombros de Lan Wangji estaban anormalmente rígidos, incluso para alguien de la secta Gusu Lan, y de que tenía pequeños espasmos alrededor de los ojos, con la mandíbula tan apretada que debía ser doloroso. Estaba preocupado. Así que tal vez su declaración anterior no sólo tenía la intención de recordar a Jiang Cheng, sino principalmente de tranquilizarse a sí mismo. Debía de estar igual de mortificado por no haber estado ya dentro de las murallas de Ciudad Sin Noche, buscando a su amigo.

Esto hizo que Jiang Cheng recapacitara; también había otros tipos de fuerza aparte del cultivo de energía espiritual, o de energía resentida para el caso. En todo caso, Wei Wuxian era la persona más testaruda y cordial que Jiang Cheng había conocido. Si alguien podía mantener la cabeza alta a pesar de todas las adversidades, era él. Se esforzaba en todo para llegar a su meta; a veces, eso asustaba bastante a Jiang Cheng. Pero ahora mismo, pensó que tal vez era algo bueno y que, como mínimo, su hermano era demasiado testarudo para dejarse convertir en la marioneta de Wen Ruohan.

"Supongo que sí", aceptó Jiang Cheng un poco a regañadientes.

Antes de que ninguno de ellos pudiera decir nada más, las fuerzas aliadas habían roto por fin las defensas y comenzaron a asaltar el interior de la ciudad. El momento de la verdad había llegado.

El significado de protegerte con mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora