Miro su espalda y tenía manchas de sangre por todo el ahori por las rocas que lo habían golpeado y cortado con sus puntas, arrugó la nariz asustado y lo meneo de nuevo muy asustado, empujó con todas sus fuerzas su cuerpo y miró el rostro del mayor darse la vuelta quejándose adolorido, su frente estaba chorreando sangre que se deslizaba por sus mejillas, ¿acaso se había golpeado la cabeza?

¡Sanemi-san! ¡¿Estas bien?! - gritó senjuro mirándo su frente llena de sangre buscando el golpe, escucho el montón de ramas rompiéndose y miró hacia atrás escuchando como los contrarios se acercaban al lugar cada vez más, arrugó la nariz preocupado y tomo un pedazos de su faldón para romperlo arrancando un cacho de tela de este - quedaté quieto - dijo un tanto acelerado acercandose al mayor para enrollar la tela en su cabeza amarrando el golpe sangrante en su frente

M-mierda - se quejó sanemi adolorido levantándose lentamente con ayuda de senjuro, se tocó la cabeza molestó y miró hacia arriba, senjuro le advirtió demasiado tarde sobre ese maldito hueco - debemos irnos - mencionó dándose la vuelta comenzando a caminar con la mano de senjuro agarrada, estaba aturdido, pero veía el lago a unos cuantos metros, debían apresurarse

¡Pero, necesitás un doctor, debemos regresar! - gritó senjuro asustado con las heridas contrarias pensando que moriría sí seguía así - solo déjame, por favor - susurró senjuro bajándo su mirada al suelo, era inútil todo lo que el mayor hiciera, aún así los atraparían a ambos, estaba herido, no podría huir de ellos, lo mejor sería entregarlo para que lo perdonarán, ya no había salvación para él, solo quería que todo terminara, tenía tanto miedo que su mente era un mar de pensamiento confusos

Solo son superficiales - contesto sanemi con la voz baja sobandose los hombros arreglando su dolor - no me subestimes mocoso - lo regañó jalandolo con fuerza para abrazar sus caderas alzandolo montandoselo encima, senjuro arrugó la nariz preocupado y miró hacia atrás divisando dos ahoris bajando el barranco dezlizandose con sumo cuidado de no caer - hora de irnos - mencionó sanemi con una sínica sonrisa adolorida para plantar sus pies en el suelo y levantar la tierra comenzando a correr nuevamente por el bosque, solo tenía que aguantar hasta el muelle

Senjuro araño la espalda de sanemi y vio las hojas levantarse con la velocidad que tomo, no podía creer que estando lastimando aún podía moverse de esa forma tan agresiva, los árboles comenzaron a despejarse y senjuro sintió la brisa del lago en su piel, miro hacia atrás y vio el muelle con una sonrisa - ¡El bote! - gritó con todas sus fuerzas viendo con alivio el muelle, sanemi aumento la velocidad y saco su espada resonandola con el aire

Pronto senjuro escucho las pisadas en la madera viendo cómo comenzaban a correr por el muelle a toda velocidad, los otros dos pilares salieron de los árboles corriendo hacia ellos frunciendo el ceño preocupados, no podían dejarlo ir, pero la velocidad de sanemi era aterradora, senjuro sintió un moveteo y miró hacía un lado la corta distancia que tenían del bote, sanemi corto la soga que lo amarraba a la orilla y guardo su espada rápidamente, pero había un problema

No lo lograremos - susurró dándose cuenta de que cuándo subieron al bote les llevaría demasiado tiempo hacerlo avanzar y alejarse del puente, en ese tiempo los pilares los alcanzarían y de nada serviría todo eso

¡No me subestimes! - gritó sanemi enojado apretando las caderas de senjuro para aventarlo con fuerza hacia el bote, senjuro gritó exaltado y asustado, y callo en los chalecos salvavidas acolchados que estaban en el lugar, se levantó exaltado y callo al suelo del bote sintiendo como sanemi empujaba con todas sus fuerzas el objeto, se quejó levantando su rostro y el bote comenzó a moverse avanzando, el mayor comenzo a correr empujándolo y senjuro se asustó con la velocidad en que podía moverlo

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