Rengoku and Rengoku

20°

-TOC TOC-

Escucharon ambos a alguien tocando la puerta de senjuro haciendo que se levantarán asustados para mirar la misma - ¿Con quien te estás riendo senjuro? - preguntó una voz escuchando las risas provenir de la habitación sospechosamente

Senjuro apretó los hombros de akaza quien subió discretamente hasta él para mirarlo con una expresión serena tratando de calmar al menor quien tenía una expresión puramente aterrada, akaza puso su mano en la boca de senjuro deteniéndolo y subió su dedo a su habitación indicándole que guardara silencio absoluto

Ambos se quedaron en completo silencio totalmente inmóviles en el lugar, no sabían que hacer, la puerta no tenía seguro algúno, alguien fácilmente podría entrar por ella, senjuro tenía ir responder, akaza soltó su boca dejandolo libre y bajo a darle unos pequeños besos en las mejillas mientras se reía emocionado por la adrenalina de la situación

Senjuro frunció el ceño por la despreocupación de mayor y lo miró - ay tú, quítate - le susurró quitándolo a manotazos mientras lo apartaba para levantarse un poco preocupado

Tragó saliva y miró a akaza para indicarle que se escondiera, pero el mayor solo se le quedó viendo con una sonrisa mientras se acostaba en la cama, senjuro sabía que sí algo pasaba podría salir a gran velocidad, pero no le gustaba que subestimara a su padre, arrugó la frente y se dio la vuelta para caminar hacia la puerta, nisiquiera sabía que pretexto poner, miro la sombra parada debajo de la puerta y sintió un escalofrío que le helo la sangre en muchos sentidos

Camino hasta la puerta y rodo la perrilla abriendola para asomarse levemente y descubrir sí en verdad era su padre, después de todo kyojuro aún no debía estar allí - ¿Qué pasa padre? - susurró tratando de sonar lo más tranquilo posible para mirar la rubio barbudo que lo veía desde arriba con una expresión molesta

Shinjuro entrecerró los ojos apretando su botella de alcohol haciéndola resonar y ladeó la cabeza en duda - ¿Con quien estabas riendo? - pregunto otra vez causando un escalofrío en senjuro por su voz sumamente demandante, olía el alcohol a kilómetros, se podía notar lo borracho que estaba y aún así no pasaba mucho por alto

Estaba durmiendo - contesto senjuro tomando esa excusa siendo la única que pudo procesar en esos momentos de tensión - debí haberlo hecho mientras dormía, lo siento - se disculpó arañando la puerta esperando la respuesta de su padre

Shinjuro lo miro juzgando su respuesta y miró la puerta, arrugó la nariz y regreso su mirada a su pequeño hijo rubio, no parecía que acaba de levantarse, estaba demasiado fresco para eso - voy a entrar - mencionó repentinamente posando su mano para empujar la puerta haciendo retroceder a senjuro quién entro en pánico viéndolo entrar hasta adentro

¡Padre! - gritó el menor mirándo hacia atrás dándose cuenta de que akaza ya no estaba en la cama, puso su mano en su corazón y sintió los golpes que daba este totalmente alterado viendo a su padre mirando en todas direcciones

Shinjuro caminó un poco por la habitación sin notar nada raro y poso su mirada de nuevo en su pequeño hijo
- ¿Por qué estás tan nervioso? - pregunto viendo la inquietud del pequeño quien parecía no querer tenerlo allí

El mayor era viejo y borracho, pero senjuro era su hijo y sabía cuándo algo estaba perturbandolo aunque ignorara que fuera eso, senjuro bajo su mirada al suelo y puso sus manos en su espalda nervioso - no lo estoy, solo me extraña que actúes así, nunca habías entrado a mi habitación así - mencionó el menor alzando la mirada para sonreír amablemente hacía su padre

Hum - pronuncio shinjuro cruzandose de brazos en la mitad de la habitación, el mayor miro por la ventana la cuál estaba cerrada y suspiro cerrando sus ojos, senjuro suspiró aliviado y miró un reflejo en el techo volteando hacía este, abrió sus ojos y su cuerpo se hundió en un aterrador escalofrío cuando vio al demonio colgado del techo con una sonrisa mientras le meneaba la mano saludándolo - ¡Qué demonios está haciendo! - pensó senjuro alterado sumamente asustado por ese hombre allí moviéndose por el techo como sí estuviera jugando mientras su padre estaba justamente en ese lugar, parecía un chango