27°

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El agua de la llave que caía a mares resonaba por todo el lugar en esa oscura noche haciendo que el agua ensangrentada se extendiera por todo el suelo llegando hasta el final del pavimento callendo en el pasto del jardín

Los grillos y las ranas resonaban en los oídos de los dos cuerpos que se encontraban tomados de las manos en la entrada con akaza arrodillado frente al pequeño rubio que dudaba mucho su respuesta sin saber que era lo correcto en esos momentos tan tensos

Habían muchas posibilidades, muchas dudas sobre que pasaría cuando desapareciera, como sobreviviría, que pasaría sí akaza le fallaba, cómo huiría, no quería tomar un riesgo tan grande que pusiera en peligro su integridad de ningún modo

Amaba a akaza y estaba muy ilusionado con permanecer a su lado toda su vida, pero era demasiado arriesgado sacrificarlo todo por dicha ilusión

Senjuro parpadeo apretando la mano de akaza con fuerza y arrugó las cejas dejando que sus lágrimas gotearan en el suelo llenas de dolor y sufrimiento - no puedo - respondió soltando la mano de akaza para retroceder alejándose - no puedo dejar a mi hermano ahora - agregó quitándo la mirada para no mirar al mayor después de eso

Akaza dejo caer su mano y arrugó la nariz bajándo la mirada comenzando a temblar, no quería aceptarlo tan fácilmente - ¿Es tu última respuesta? - susurró con la voz quebrada para mirar al menor intentando llamar su atención de alguna forma, no podía dejarlo así como así, después de los lindos momentos que tenían juntos, entendía el miedo del menor, pero él ya le estaba dando la solución - por favor, nos iremos donde nadie nos encuentre, sí te conviertes en demonio yo te protegeré de todo - suplicó poniendose de pie para acercarse con cuidado a senjuro, quería llevárselo a como diera lugar, era su pequeño sol resplandeciente, no podría vivir sin él

¿Demonio? - susurró senjuro preguntando para abrir sus ojos volteando a verlo con el ceño fruncido totalmente exaltado con la propuesta del contrario en esos momentos

Sí, así podremos estar eternamente juntos, él uno al otro estaremos siempre inseparables - susurró akaza con una sonrisa arrodillándose frente a él para tomar su pequeña y cálida mano dandole un pequeño beso disfrutando lo suave que era, suspiro con alegría pegándola a su mejilla para frotarse ilusionado de poder estar con el menor por 100 años o más - nadie podrá separarnos - susurró akaza suspirando mientras abrazaba su mano tratando de convencerlo de irse juntos, sí senjuro se convertirá en demonio podrían cazar juntos y nunca más tendría algún tipo de problema como los de kyojuro, todo se solucionaría solo

No quiero - susurró senjuro apartando su mano para que akaza lo soltará viéndolo con una expresión seria y un poco decepcionada - yo nunca me volveré demonio - respondió frunciendo el ceño negándo la petición de akaza

Qué akaza le estuviera pidiendo que se convirtiera en algo que asesinaría gente deliberadamente era un poco ofensivo, le estaba pidiendo que se amarrara a él por toda la eternidad, que abandonará su familia y que jamás volviera a ver la luz del sol, era demasiado para entregar solo por una relación de la que nisiquiera estaba definido el futuro

¿Por qué? ¿No quieres estar conmigo? - pregunto akaza mirándolo con una expresión sería

Senjuro jadeó entristecido y cerró sus ojos retrocediendo aún más en dirección a la entrada de su casa - no, no quiero, déjame solo - susurró con mucho temor de la reacción del mayor, no quería hacerlo sentir mal, pero todo debía acabar en ese momento

Senjuro - lo llamo akaza poniendose de pie para verlo mientras se llenaba de lágrimas - sí me voy, está vez no regresaré - amenazo akaza mordiéndose los labios y apretando sus puños frustrado, todo se había ido a la mierda y senjuro nisiquiera lo había escuchado, otra vez era rechazado en su propuesta, no entendía porque era tan difícil amarlo y escapar con él

Rengoku and Rengoku Donde viven las historias. Descúbrelo ahora