—Es bastante esponjoso, como los panes de mamá, —sonríe mientras lo acaricia.

—Supongo, —ladea su cabeza, —bien, debo apresurarme para ir a casa, —deja al pequeño en el suelo.

Sin embargo, mientras Chanyeol llevaba las cargas de maíz, el pequeño conejo lo acompañaba mirando curioso lo que hacía. Cuando finalmente terminó ya eran las tres así que se despidió rápido de su familia para montarse en su camioneta.

Mientras acelera, un ruido le hace voltear la cabeza y se da cuenta de que el pequeño conejo lo había seguido hasta la camioneta así que estaba sentado de copiloto comiendo un pedazo de manzana. Suspira sin prestarle mayor atención, piensa que el conejo se iba a ir en cuanto abriera la puerta.

Tenía miedo de entrar a la casa; no tenía nada para su doncel y aunque tanto Kyungsoo como su hermana le habían dicho que no necesitaba alguna cosa material, sino solo su sincera disculpa, él pensaba que quizá hubiera sido bueno comprarle un ramo de rosas o algo así. Además, estaba llegando muy tarde.

Apaga el motor y cierra los ojos mientras exhala profundo e inhala hondo ya que necesitaba darse valor para afrontar la situación que tenía en casa. Encuadra sus hombros pensando que tenía que pedir una gran disculpa.

—Bueno, enano, sal, tengo que ir a enfrentarme a un esposo seguramente muy enojado, —señala la salida al conejo quien solo lo miro por un rato para luego comenzar a saltar yéndose.

En cuanto sus pasos lentos llegaron a la puerta, vuelve a inhalar con fuerza para abrir la puerta pensando en que quizá iba a escuchar gritos por parte de Baekhyun o algún cucharón cayendo a su cara. Cierra sus ojos mientras entra a la casa.

—Lo siento mucho, Baekhyun, no quise... —se detiene cuando abre un ojo y ve que el doncel estaba en el sofá profundamente dormido mientras abrazaba al gato. —¿Baekkie? —pregunta mientras ve la mesa con el almuerzo servido.

—¿Channie? —Baekhyun dice adormilado mientras se despierta debido al ruido de los ladridos de los perros. —Oh, me quedé dormido, —bosteza mientras se sienta.

—Lo siento, —se disculpa y se acuclilla. —¡Silencio chicos! —Les regaña a sus perros que poco a poco calmaron la emoción de ver a su otro dueño.

—¿Vamos a comer? —pregunta con una pequeña sonrisa mientras se levanta dejando estirarse a su gato.

—Claro, —asiente y luego se sienta junto a Baekhyun en la mesa.

Ambos estaban en silencio y solo se podía escuchar el ruido de los cubiertos contra los platos. Chanyeol sentía incomodidad ya que aquella calma lo estaba asustando un poco, pensó en encontrarse a un Baekhyun muy molesto, pero estaba tan tranquilo como una tarde de verano en el campo. Por otra parte, Baekhyun tenía su corazón encogido porque no sabía que iba a suceder, estaba aterrado de ser echado de su matrimonio, de ser olvidado por el hombre que amaba.

—¿Quieres un poco más de pollo? —pregunta el doncel.

—Bueno, —asiente.

Baekhyun se levanta para traer más comida para su marido y luego siguen almorzando en el mismo silencio anterior. Cuando terminan de comer, Baekhyun se levanta para lavar los platos sucios.

—Quiero que hablemos, —finalmente dice Chanyeol mientras camina hacia la sala.

Baekhyun se tenso al escuchar las palabras de su conyugue, pero solo asintió y cuando terminó de ordenar los platos se seco las manos para luego ir a dónde estaba el alto.

—Chan... —susurra cuando se sienta en el sofá frente al del mayor. —Yo sé que estuvo mal lo que hice, no lo pensé en realidad en ese momento, —seca sus manos en su delantal, —lo lamento mucho. —Otra vez las hormonas de Baekhyun se hicieron presentes y sus lágrimas comenzaron a bajar.

Lirios de fuego || ChanbaekWhere stories live. Discover now