Te odio y te quiero

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Ahí frente a mi estaba él, sus ojos azules no dejaban de mirarme. Se acercó a mi y me abrazó. El perfume de su cabello volvió a inundar mi nariz y de nuevo el pasado volvió a mí. Tomé su rostro entre mis manos y estaba a punto de besarlo cuando vi a Albert que nos miraba. Se veía enojado y decepcionado. Solté a quien tenia entre mis brazos para alcanzar a el pelirrojo pero comenzó a alejarse de mí. Por mas que intentaba correr hacia él no podía alcanzarlo, hasta que se perdió de vista. En su lugar el chico seguía abrazado a mi cuerpo y con voz melosa me dijo:

-¿No estas feliz de verme de nuevo?, regresé y esta vez no me iré nunca de tu lado -

Quise soltarme de su abrazo pero no podía, sentí cierta desesperación. Me preocupaba Albert,. yo había prometido estar con él y con nadie mas. El chico rodeó mi cuello con sus brazos y acercó su rostro al mio para besarme. Por un momento ese sentimiento tan agradable volvió a mí. Esa época cuando estábamos juntos, cuando paseábamos o veíamos películas juntos. Era hermoso... pero sabía que era un engaño. En eso escuché un ruido muy fuerte, como un zumbido.

Desperté sobresaltado y apagué el despertador. Respiraba algo agitado. Que sueño más loco.

 Me levanté y me fui a bañar, no podía quitar de mi mente ese extraño sueño. Aún tenía esa sensación de haberlo tenido en mis brazos. Pero... ¿quien era ese chico?. Era una extraña mezcla entre Fye y Nyan.

Me vestí y salí a casa de Albert, tenía ganas de platicar con alguien. Espero no esté ocupado ensayando  ya que no le avise que iría.

Al llegar a su casa, estacioné el auto. Seguía sintiéndome raro. Como una especie de presentimiento. Tal vez si le contaba a Albert me diría que es cosa de mi mente y terminaríamos riendo del asunto.

Toqué el timbre, unos instantes después Albert me abrió, se sorprendido al verme

- Hola... siento llegar sin anunciarme, quiero invitarte a desayunar y... - me interrumpió

- Tu no necesita invitación Hiro, pasa por favor - Me acerqué a él para darle un beso de buenos días pero me detuvo con una mano en el pecho. No me llamó con nombres empalagosos, ni me recibió con su acostumbrado beso apasionado, de hecho se veía algo taciturno. Algo estaba pasando.

 - ¿Te sucede algo? ... si tienes visitas puedo venir otro día –

- Si, hay una visita y creo que te interesará saludarla –

Pasé y caminé hacia la sala. Me quedé sin habla, ahí sentado estaba Nyan. Sonrió al verme, se levantó y caminó hacia mi, me quedé frío ¿Qué significaba esto?

- Bonjour Hiroshi – me dedicó una sonrisa encantadora y se colgó de mi brazo. Apenas pude armar una frase

- H-hola Nyan,... tanto tiempo sin verte –

Por unos momentos me olvidé de todo y lo observé. Había crecido,  se veía un poco mas alto. Más sereno. Aún seguía vistiéndose de chica pero con un ligero toque masculino. Mi pulso se aceleró.  Nyan lucía hermoso. No podía quitarle la vista de encima. Estaba dejándome llevar por ese encantador sentimiento cuando recordé la razón por la que había ido ahí. Volteé para ver a Albert. Él miró a otro lado. Se veía triste y yo entendía el porque. Caminé hacia el pero Nyan me detuvo y Albert nos miró y dijo con voz apenas audible:

-- Tengo... tengo que entregar unas partituras a un colega, las necesitaba para ayer.. así que.. me voy. Están en su casa –

Tomó su abrigo y salió

- Albert, espera... –

Nyan me volvió a detener

- Ya se fue, a veces actúa  raro  mi querido hermano. Ven, vamos a platicar, tenemos tanto que contarnos –

POR QUÉ A MI? [Hard yaoi]Where stories live. Discover now