CAPÍTULO 25 ÉL ES MIO

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Elisa
Estoy muy angustiada y no sé qué decisión tomar, desearía que Mateo estuviera, aquí, sé que si él estuviera a mi lado, ni siquiera lo dudaría, pero no está.

Los días que pasé con él fueron tan maravillosos, jamás pensé que amar se sentiría así, siempre fui la que dio, sin recibir nada a cambio, y ahora que el me da, a veces no sé cómo reaccionar, no estoy acostumbrada a que me consientan, a que me mimen, a ser el centro de atención de nadie, a que otros me sirvan y se siente raro, pero es agradable.

_ Déjalo. - dice él, cuando intento limpiar el vino que sin querer derramé en la mesa, estabamos cenando en un restaurante elegante. _ no es necesario. - dice con amabilidad

Y tiene razón, apenas y lo intento, cuando ya están dos camareros ahí, uno limpiando y el otro recogiendo mi copa y poniendo otra de inmediato.

_ Yo podía haberlo hecho. - digo una vez se hubieron retirado.

_ Tendrás que irte acostumbrando. - me dice él sonriéndome condescendiente. _ te tratarán como una reina, porque eres mi reina.

_ No sé si pueda acostumbrarme. - digo consternada. Me doy cuenta de que su mundo y el mío son diametralmente opuestos, yo no podría sentarme y esperar a que los demás hagan por mi lo que yo puedo hacer y temo que él se decepcione de mí, aún antes de empezar siquiera alguna relación y no quiero, porque es lo mejor que me ha pasado en la vida y de verdad no me gustaría perderlo a él, aunque perdiera todo lo que él representa. _ lo lamento. - digo mirándolo a los ojos. _no es mi estilo dejar que otros hagan lo que yo debería de hacer.

Él me toma de la mano y con paciencia y una sonrisa en sus labios me dice.

_ Yo sé cómo eres. - acaricia con delicadeza mi mano. _ y es por eso que te amo. Entiendo que te sientas abrumada por las atenciones que nunca has tenido, pero me gustaría que lo consideraras, si tú me das el sí, que tanto anhelo, esto se repetirá constante mente, cuando salgamos a algún lugar público o en alguna de las empresas de la familia, cuando me acompañes, sin embargo, solo serán momentos en tu vida, te aseguro que la mayor parte de tu tiempo la vivirás como tú quieras. Cuando conozcas a mi familia lo entenderás, ellos te van a agradar, y estoy seguro de que te van a ayudar a adaptarte a lo que venga.

Yo no digo nada, no sé qué decir, solo me pierdo en la profundidad de sus ojos, no sé en qué momento se acerca más a mí, coloca su mano detrás de mi nuca y me roba un beso, sí, me roba, porque jamás he besado a un hombre, no sé cómo hacerlo, pero eso pronto deja de importar porque me pierdo por completo en las sensaciones, tanto que mi inexperiencia no me impide disfrutarlo, cuando él se separa, yo estoy totalmente perdida, siento como acaricia mi mejilla con su pulgar, lo miró a los ojos apenada, siento mis mejillas arder, él no dice nada, solo me mira con anhelo, y sé que quiere más, yo también y no me resisto cuando de nuevo me besa, con ternura, con delicadeza y con pasión.

Esto sucedió la última noche que él estuvo conmigo, al día siguiente se marcharía y yo no tenía idea de lo que me esperaba en casa.

Esa mañana él fue a despedirse de mí, me prometió que regresaría la semana siguiente y si podía lo haría antes.

Apenas se hubo marchado y sabiendo que mi hermano tampoco se encontraba en casa ya, Melanie se metió hasta mi recámara, estaba furiosa, me gritó y me jaloneó.

_ ¡Si crees que te vas a salir con la tuya! - me gritó. _ ¡estás muy equivocada, ese hombre es mío y una mugrosa pueblerina, no me lo va a quitar! - me arrinconó contra la pared. _ ¡nunca me he detenido ante nada! - casi pegó su rostro al mío. _ ¡tú no vas a ser quien se meta en mi camino, así que en cuanto él regrese, le vas a decir que no quieres ser su esposa!

No me dio tiempo de contestar

_ ¡Si no lo haces! - aflojó su agarre dándome un poco de movilidad, aunque de nada servía, yo estaba tan aterrada, que no atinaba a hacer nada, menos con las amenazas de que estaba siendo objeto. _ ¡te juro que esos mocosos la van a pagar! - dijo refiriéndose a mis sobrinitos. _ ¿te quedó claro? - gritó.

Yo asentí con la cabeza fue la forma en que me dejó en paz, por ese día.

Carlos
Esa noche cuando Melanie y yo salimos del salón para dejar a Mateo y Elisa solos, pensé que todo había quedado resuelto, entones no sabía el porqué de su reacción tan dramática y emocional.

Por desgracia, ahora lo sé, creo que ella nunca me amó, para ella todo se reducía a posición económica, a liquidez, a compras, viajes, regalos caros, eso era lo que la mantenía a mi lado, esa noche tuve un indicio de eso y de la envidia que le tenía a mi hermana, porque se quedó con lo que ella quería, por supuesto eso lo sé hasta, ahora, esa noche solo me dejó pensando, claro después de soportar por más de una hora sus gritos, después sus reclamos y por último, sus intentos porque yo detuviera esa relación.

_ Él no es para ella. - había dicho aún alterada. _ solo jugará con la reputación de tu hermana. Se realista. - había alzado la voz una vez más. _ ¿de verdad crees que la ama? ¿un hombre de su posición, de su estatus, de su prestigio? ¿crees que le interese una simple pueblerina? ¿has visto las mujeres con las que está acostumbrado a salir? Te aseguro que una vez que obtenga lo que quiere de ella, no habrá más amor y mucho menos boda.

_ Mi hermana ya es mayorcita, como para que a estas alturas yo le prohíba algo ¿recuerdas que ella me crío a mí? no yo a ella.

_ ¿Y la vas a dejar que sufra por eso?

_ Mateo es buena persona, ni la lastimaría, ni dejaría que nadie lo hiciera.

En ese entonces no sabía que la única persona que la podia lastimar, era ella.

La semana siguiente transcurrió tranquila según yo, porque todo se veía normal, los primeros días mi hermana resplandecía de felicidad, pero conforme fueron pasando los días la noté más apagada, triste, sombría, y aunque le preguntaba, me decía que todo estaba bien, entonces supuse que se debía a qué a mitad de la semana. Mateo se había marchado de la ciudad, estaría fuera lo que quedaba de la semana y regresaría la próxima.

No le tomé más importancia, hasta que todo explotó en mi cara.

LA SIRVIENTA/No. 1 De La Serie: HERMANOSWhere stories live. Discover now