Capítulo 14

2.1K 216 49
                                    

–Wanda's POV–

Eric me observó con mucho detenimiento mientras bebía un sorbo de su café. Tenía una mirada extraña e incompatible con los del último mes. Sus ojos revelaban un cabreo controlado, de aquellos que saldrían a la luz si insistías mucho. Jugaba con mis manos, en mi sitio, esperando a que dijera algo. Dejó la taza sobre la mesa y sonrió.

–¿Vas a irte con la chica esa, entonces?

–No –respondí con seguridad–. Te dejo porque no voy a permitir que me trates como te de la gana.

Soltó una risita, como si lo que dijera le causara gracia.

–No es gracioso, Eric.

–Me da igual.

Lo miré con desprecio, ¿dónde estaba el chico de las palabras bonitas?

–En ese caso, ¿por qué me has pedido quedar?

Se encogió de hombros, mostrando desinterés.

–Para que me pidieras perdón –arrugué el ceño, esperando que fuera broma lo que pedía.

–¿Vas de coña, no?

–¿Por qué tendría que ir de coña? Ayer no me merecía los golpes de la imbécil de tu amiguita y mucho menos tu actitud de mierda. Eras mi novia y me desobedeciste –se cruzó de brazos–. Puedo ser el mejor si me hacen caso; pero si juegas conmigo, voy a tratarte como se me pegue la gana.

Me levanté de mi asiento con determinación, sin querer escuchar más. Di media vuelta y empecé a caminar hacia la salida.

–Adiós guapa, cuídate –fue lo último que le oí decir antes de salir de la cafetería.

El frio me golpeó suavemente y me abracé a mi misma, buscando calentarme. La cafetería se encontraba muy cerca de dónde vivía así que decidí caminar. Era una noche muy oscura, a penas se veían algunas estrellas en el cielo y la luna brillaba en el mismo lugar.

No llevaba más de 3 cuadras lejos de la cafetería cuando alguien me tapó la boca con brusquedad. No tuve tiempo de reaccionar hasta que me estampó contra la pared con demasiada fuerza, sintiendo un fuerte dolor. El miedo se hizo real cuando descubrí los grandes ojos de Eric sobre mí, mirándome divertido. Intenté soltarme de su agarre pero él era demasiado fuerte.

–Tst, tst... ¿sabes que le pasa a las chicas que no saben comportarse?

Mi cabeza iba a mil por hora, buscando maneras de escapar de allí. Eric realmente tenía la mirada de un chico trastornado, con el deseo de hacer mucho daño.

–Voy a quitar mi mano de tu boca para que me pidas perdón –exigió con seriedad–. ¡Pagarás caro si juegas sucio!

Hizo lo que me dijo y yo lo contemplaba asustada, sin saber que hacer.

–Dilo, ¡pídeme perdón!

Y fue cuando di un paso en falso y grité. Eric gruño enfadado y rodeo mi cuello con sus manos.

–¡Serás zorra! –y apretó, apretó muy fuerte.

Me levanté gritando, sintiendo el dolor recorrer toda mi garganta y haciéndome llorar. Cubrí mi rostro con las manos, experimentando el mismo pánico de aquella noche.

–ey, ey... –la voz de Natasha se hizo presente y como cada mañana, me envolvió en sus brazos con bastante cuidado–. Ha sido una pesadilla, solo eso. Ya estoy aquí.

Volverte a ver [Wandanat]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora