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Esa noche había quedado de ver a mi novio, el gran director del Instituto: Madara Uchiha. Me emocionaba poder pasar tiempo con él después de tanto tiempo y de citas canceladas, así que me arreglé y le llevé algo del restaurante dónde trabajo; él adora las hamburguesas de queso extra y las papas.
Pero parecía que la vida me decía ¡Jodete! Porque por ir distraída y a prisa choque justo con una persona que no debía encontrarme.

— ¿Ah? —Era la profesora Mei Terumi, ambas nos quedamos mirando cara a cara, delante de la puerta de Madara, fue el momento más incómodo que había tenido en mi vida

— ¿Tú? —ella me miró confundida—. ¿Qué haces aquí y a esta hora?

Era obvio que me reconocería, ese mismo día me había enviado a detención por arruinarle su vestido. Se le veía aún enojada por eso, hasta presionó el timbre con un poco de rabia.

— ¿Y bien? ¿Que haces aquí? No me digas que vienes a convencer al director Uchiha con algún truco sucio para librarte de pagar mi vestido—su tono era amenazante y estricto, y yo sentía la lengua tiesa

Madara abrió la puerta y también entró en shock de vernos ahí a ambas, tenía que actuar pronto y sólo hubo una idea que se me cruzó por la mente.

—Buenas noches, le traigo su pedido, una hamburguesa con extra queso y papas grandes—que fortuna ser mesera en un restaurante que abría las 24 horas y contaba con servicio a domicilio, aunque esté último era realizado por hombres, no mujeres, ya saben, por seguridad

—Oh, gracias, el pago...—Madara rápidamente entendió lo que trataba de hacer y me siguió la corriente

—Me indicaron que pagó con tarjeta así que ya solo sería mi propina

—Claro...

Parecía que todo iba bien, la profesora Terumi solo nos miraba confundida.

— ¿En serio pediste hamburguesas para cenar? Veo que tus gustos no han cambiado—ella sonrió con amabilidad y coquetería—. Venía con intenciones que saliéramos a cenar juntos—la profesora me volvió a mirar—. ¿Por qué sigues aquí?

—Hasta luego y gracias por su compra—caminé súper rápido por el pasillo hasta llegar al elevador y empecé a presionar el botón para que llegara rápido, sentía mi corazón súper acelerado—. ¡Mierda, mierda, mierda!

— ¡Oye! —pero a mis espaldas volvió a aparecer Mei—. Espera un momento

Me di la vuelta y si, era ella, mirándome seria ¿Por qué mierda el elevador tardaba tanto en llegar?

— ¿S-si...?

— ¿De verdad trabajas  para un restaurante? —me cuestionó muy de repente

—Si ¿Por qué?

—Bueno, para empezar no traes ningún uniforme y es muy tarde, que yo sepa, los repartidores nocturnos son todos hombres

¡MIERDAAAAAAA!

—Oh, estamos atascados de trabajo y no teníamos abasto, así que me ofrecí a ayudar por hoy ya que necesito dinero extra, y esta era básicamente mi último entrega, por eso vine sin el uniforme, además me quedaba de paso ya que iba a pasar a la librería que está en la siguiente cuadra—de verdad a veces amaba mi capacidad para mentir de manera tan natural

—Y ese dinero extra que necesitas ¿Es por mi vestido?

—...

— ¡Diablos! —noté que ella suavizó bastante su voz y semblante—. Mira, salir tan tarde por la noche es peligroso, podría pasarte algo malo, no lo hagas y sobre el vestido, olvídalo

—P-pero...

—De verdad, olvídalo, mira, ya sabes cómo somos las mujeres, cuando nos gusta alguien tratamos de arreglarnos y lucir lindas—estaba sonando tan amable, incluso admitiendo que le gustaba Madara—. Me enojé porqué, bueno, tú entiendes

—... Ajá

—Llamaré un taxi para que te lleve a casa, y descuida, yo lo pago

—No, no es necesario, de verdad no...

—Tranquila, aunque no lo creas, admiro y respeto mucho a los alumnos cómo tú que trabajan y además estudian, la mayoría en el Instituto no deben preocuparse por un trabajo y esas cosas

Esta Mei sonaba muy diferente a la que yo había conocido, era amable, considerada, fácilmente podría volverse una de mis profesoras favoritas, pero aún estaba el hecho de que Madara le gustaba y eso, aunque no era su culpa, me causaba mucha incomodidad.

—Espera en la recepción, el taxi vendrá por ti, es una persona de confianza pero puedes anotar las placas y enviarlas a alguien de confianza sí así te sientes más segura, cuídate—ella regresó dónde Madara y yo sólo me di la vuelta para tomar el elevador.

De verdad era problemático salir con una persona mayor que además tuviera un puesto importante dónde yo estudio, ni él ni yo queremos exponer nuestra relación por las críticas y molestias que esto puede generarnos, sin embargo, el estar en anonimato se convierte en un problema cuándo alguien cree que estamos solteros y trata de buscar algo.
No soy una niña inmadura que haría una escena de celos, pero tampoco alguien que aguanta todo ciegamente, si Madara no marca sus límites con la profesora Mei hoy, no querré seguir teniendo una relación con él, el día de mañana.

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Gracias por leer

PROHIBIDO [Uchihas x Lectora]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora