11.-Reir para no llorar

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Liam Grey

La alarma sonó como de costumbre: me bañe, me cepille los dientes, me cambié, tome desayuno y subí a buscar mis llaves para irme a la escuela, es Lunes por ende tengo detención otra vez con la Melbourne, baje las escaleras y salí de casa pensando como iba a atormentar a Amelie hoy con mis elocuencias todo mientras jugueteaba con las llaves de mi hermoso impala negro gire mi cabeza con una gran sonrisa para escuchar su "Click" cuando lo abría pero esa sonrisa desapareció inmediatamente al ver a mi hermoso bebé cubierto de una masa en algunas partes viscosa y en otras partes grumosa, estaba mal oliente.
Mi cara se desfiguró por completo, quería llorar, lo había limpiado hace unos dos días atrás. Me acerque lentamente y el hedor se hizo mas fuerte, entonces me percate que el pasto estaba lleno de cascaras de huevos.

Malditos huevos podridos

Hice una arcada y mis ojos de pusieron llorosos por dos razones; 1.-el olor a muerto y 2.- mi bebé estaba arruinado.
El culpable de esta masacre las va a pagar muy duro. Mi mente empezó a maquinar que hacerle al culpable y a pensar posibles sospechosos hasta que por el rabillo del ojo capte una sombra moverse por arriba. Giré mi cabeza y lo primero que invadió mi vista fue una Amelie meandose de la risa desde la "seguridad" de su habitación. ¡Había sido ella!, pues claro, ¿quien mas si no? Amelie Melbourne me las vas a pagar muy muy caras, no pienso esperar más.
Mire el reloj en mi muñeca y me quedaban menos de 3 minutos para llegar al instituto, este queda a una hora aproximadamente de mi casa a pie no pienso llegar tarde y tomar el transporte público no es una opción, así que me arme de valor y me acerque a mi auto precioso ahora destruido, abrí la puerta de piloto y el olor a huevo podrido me pego en la cara como una bofetada, quise vomitar una arcada brotó de mi garganta como un demonio queriendo salir. Me metí dentro, encendí el auto y lo primero que hice fue bajar todas las ventanas para circular el aire, salí del mi casa rumbo a la escuela en esta masa mal oliente que solía ser mi auto y ya en la carretera el olor a huevos podridos era insoportable así que decidí encender el aire acondicionado para que el aire circulara mas rápido pero al subirle al máximo una nube de harina impregno el interior del auto y por ende a mi, mi camisa negra ahora esta blanca junto con mis jeans, abro los ojos rápidamente volviendo a la autopista, unos autos me pitan porque casi me salgo de la pista a lo que cabreado lo les saco el dedo del medio por la ventana, ¿podría ir este día peor?, limpiándome los ojos con las manos ya que estoy con harina hasta los huevos. Pienso en volver a casa para bañarme pero no pienso volver a casa, ya me bañare en los vestidores de la escuela, tengo ropa de re cambio allá desde que la jodida Amelie Melbourne el primer año me escondió la mía mientras me bañaba y tuve que salir desnudo solo con mis manos tapando mis partes nobles a buscar mi ropa, recuerdo las miradas de todos sobre mi, los cuchicheos de las chicas e incluso algunas maestras, y por supuesto que recuerdo el castigo que vino después por exhibicionista. Desde entonces guardo 3 pares de sudaderas, ropa interior y pantalones en caso de emergencia una en mi casillero, otra en el casillero de Ashton y la última en el casillero de los vestidores.
Baje del auto hecho una furia, apenas entre al estacionamiento destinado a los alumnos del colegio las miradas y las burlas recayeron en mi auto y cuando baje todas se dirigieron a mi, fulmine con la mirada a todo aquel que se dignara a mirara en mi dirección, los cuales cambiaban al instante su expresión facial al mirarme tan enojado como nunca antes me habían visto. Estaba hechando humo por las orejas y mi cara probablemente estaba roja de ira bajo toda la harina que me la cubría.
Entre al pasillo principal y allí recostada sobre su casillero estaba ella, charlando con ese maldito intento de hombre llamado Blake, joder como odiaba a ese cabronazo, tengo una lista por lo que me cae como patada en los huevos, razón número 1: el año pasado me arrebato el título de capitán del equipo de fútbol, razón número dos es un completo irrespetuoso con todos los del equipo y tengo unas ganas inmensas de plantarle una paliza en su cara de niño bueno, razón numero 3 se hace el pendejo con maestros y chicas, sobre todo con las chicas, se hace el caballero lo cual a mi parecer es una total y gran farsa, es un hipócrita, mujeriego y manipulador. Y ahora va tras Amelie lo cual no me agrada para nada, ella merece algo mejor. Y solo yo puedo atormentarla con mi existencia, no ese cabrón.
Me dirigí hecho una furia hacía ella irradiando mi enojo por los poros, ella como siempre noto mi presencia antes de verme por lo que su cuerpo se tenso visiblemente; dejo de sonreír y se paro mas recta para verse mas alta. Sonreí para mis adentros, Esto es guerra. Al llegar a su lado Blake no tardo en carcajearse retorciéndose de risa, le dediqué una sola mirada glasear de esas que te ponen los pelos de punta, carraspeo y paso un brazo por los hombros de Amelie, lo cual me cabreo más aún por alguna inexplicable razón.

Del odio al amor  existe un solo pasoDär berättelser lever. Upptäck nu