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Narrador;

Había pasado una semana desde que el ojiazul sabía quién era la persona que le dejaba notitas y paletas en su casillero. Ahora empezaba una nueva semana, era lunes por la mañana, el rubio había despertado temprano para llegar a buena hora a la comisaría y poder hacer lo que tenía planeado hace ya unos días. Gustabo no le había dicho a nadie que había descubierto que Greco era la persona que estaba dejándole aquellas notitas y paletitas con sabores a frutas.

El rubio salio de su casa rápidamente luego de haberse alistado y tomado desayuno. Estaba algo emocionado por lo que iba a hacer. Subió a su coche y se dispuso a conducir en dirección a comisaría.

Gustabo corrió detrás de Greco al verlo entrar a los vestuarios mientras una sonrisa se le formaba en su rostro. El rubio vio al de barba entrar a los vestuarios por lo que él entro detrás del mayor de manera silenciosa. Greco estaba enfrente del casillero el cual estaba abierto, una tos fingida sonó por el lugar haciendo que el de barba pegue un pequeño salto algo asustado y nervioso.

— Buenos días, Greco — Saludo el rubio sonriendo levemente. Rodríguez se puso pálido de solo escuchar la voz de Gustabo. El ojiazul se acercó hasta donde su casillero, ubicándose alado del de barba.

— Buenos días, Gustabo. — Respondió algo nervioso el mayor sin atreverse a mirar al más bajito de estatura. Gustabo sonrió feliz.

— ¿Que me escribiste hoy? — Pregunto el rubio mirando el papelito junto a una paleta de naranja que estaban dentro de su casillero. Greco suspiro y miro al menor. — No me lo digas, mejor dame está notita en nuestra cita de hoy. — Hablo mientras tomaba el papel y se lo devolvía al contrario quien lo miro confundido. Ni Gustabo sabía de dónde estaba sacando aquella valentía para invitarlo a una cita.

— ¿Cita? ¿Hoy? — Pregunto el mayor algo confundido recibiendo un asentimiento por parte del rubio. — No entiendo. — Aclaró sin dejar de mirar al menor.

— Greco, es simple, te estoy invitando a una cita hoy. — Hablo sonriendo el rubio haciendo que el de barba lo mire por un momento como si estuviera procesando aquella información. — Te espero en el estacionamiento en nuestra hora de salida. — Gustabo soltó una pequeña risa al ver que el contrario no reaccionaba por lo que junto valor y se acercó a él para besar su mejilla e irse lo más rápido que podía sin antes tomar la paleta de naranja y cerrar su casillero.

El mayor lo siguió con la mirada mientras se acariciaba dónde el contrario le había besado y se puso a analizar lo que había ocurrido. ¿Tenía una cita con su crush? ¿Con el mismísimo Gustabo Garcia? ¿Hijo del superintendente de la ciudad? Greco suspiro levemente con una sonrisa.

Ambos chicos estaban felices.

🐢

Buenaaas

¿Que tal todo?

Ya no quiero más clases

Besos en la cola😽😽😽

𝐏𝐚𝐝𝐝𝐥𝐞𝐬; 𝐆𝐫𝐞𝐜𝐚𝐛𝐨Where stories live. Discover now