Cap. 55 Noches de insomnio

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Rose: Fue a hacer una cosas, dijo que vendría luego.

Klaus: ¡Excelente! ¿Dijo como en cuanto tiempo?

Ben: Ehh ¿mañana? Creo.

Klaus: ¡Es mi momento! ¡Si! —celebró—

Diego: Acabará mal, muy mal.

Ben: ¿Ahora que vas a hacer?

Rose: Lo que sea no me metan en eso. —tomo su mochila—

Klaus: Hace tiempo estaba esperando el día en el que el viejo no estuviera para hacer un fiesta.

Rose: Invitenme para el funeral de Klaus. —comenzó a subir las escaleras—

Ben: ¿Una fiesta Klaus? ¿Estas loco?

Klaus: El que no arriesga no gana hermano. Haré una súper fiesta aquí en la mansión. Mientras no esté papa, tenemos el 70% de la fiesta lista.

Diego: Claro, bueno si tu lo dices.

Klaus: Me ayudaran ¿no?

Diego: ¡Ja! Y además ¿quieres que te ayudemos? No puede ser Klaus.

Ben: Pero si te atrapan será tu culpa —lo señaló en forma de advertencia— ¿Que hay que hacer?

Diego: Ben, ¿enserio?

Ben: —se alzó de hombros— será divertido ¿no?

Diego: ¿Y qué hay de nuestras identidades?

Klaus: Allison se ofreció a rumorearlos cuando llegara.

Diego: Increíble —nego—

Klaus: ¿Entonces? ¿Me ayudaras?

Diego: Bien, pero si te atrapan será tu culpa.

Klaus: ¡Si! ¡Genial!. Ok, hay que preparar todo, llamaré a los invitados y podrían decirle a mamá que prepare bocadillos.

Ben: Debes decirle a Luther, sabes lo que dirá si se entera así.

Klaus: "R" dirá que está bien, y convencerá a Luther, siempre lo hace.

Diego: Si, pero sabes que a veces se le aflojan los tornillos.

Ben lo miró con mal, reclamando el comentario. Diego alzó las manos en paz. Tenían el plan y estaban listos para comenzar a preparar su fiesta secreta. A pesar de ser un poco más grandes ya, seguían divirtiéndose juntos.

Por otro lado, Rose fue a su habitación, su lugar seguro, en donde se la pasaba casi todo el día, ya no iba a otras partes de la casa si no era necesario. Dejó su mochila en la cama y se sentó en el escritorio para anotar unas cosas en su libreta. Una tonada que conocía bien hizo sacar su celular del bolso, al ver la pantalla veía la videollamada entrante de Luca, quien estaba lejos por la universidad.

Rose: Salut lier —le habló al chico detrás de la pantalla, se volvió a sentar en el escritorio y colocó el teléfono de manera que se viera su imagen y pudiera anotar en su libreta—

Luca: ¡¡Felicidades!! —dijo disparando un pequeño cohete de confeti—

Rose: —rió por debajo— No gané genio.

Luca: ¡Si!... Espera ¡¿que?! 

Rose: —dejó su lápiz y miro al de la pantalla— No gané, quedé en quinto lugar.

Luca: Ok, ahora si los voy a demandar.

Rose: Quieto tigre, está bien, ya es normal.

Luca: —alzó las cejas sorprendido— Wow, Ocho estas actuando con mucha madurez al respecto.

Los jóvenes HargreevesKde žijí příběhy. Začni objevovat