CAPITULO 7:
Cuentas Peter
Peter:¡¿Qué?! –pregunté asombrado–
Xxx:Así es Peter, hoy cenaremos con las Esposito –contestó mi madre–
Peter:No, no y no –dije molesto– No cenaré con esas mujeres –dije decidido–
Claudia:Peter, no hagas las cosas más difíciles por favor, ya no sos un nene –dijo con un tono molesto–
Me crucé de brazos decidido. No iba a cenar con esas víboras con cara de muñecas.
Aún no había conocido a la señora Esposito, pero se veía amable. Pero su hija tuvo que haber heredado el carácter de alguien, así que no quería averiguar de quién sería.
J.Pablo:Peter, comportate cómo un hombre y ve a arreglarte que se nos hace tarde –dijo interrumpiendo en la conversación con mi madre–
Peter:¿Por qué mierda tenemos que ir a cenar con esas dos? –pregunté molesto–
Claudia:Tal vez sí la señorita Esposito no te hubiera roto la nariz, no hubiésemos tenido que ir –contestó en un tono burlón–
Hay no, ya se había enterado.
Valen:¿Qué? –preguntó aguantadose la risa- ¿Una nena te rompió la nariz Peter? –terminó de preguntarme para luego echarse a reír–
Mi hermana podía tener 6 años, pero sabía cómo hacerme enojar. Mi orgullo de hombre quedó por los suelos.
Peter:Qué quede claro que no la golpeé, porque soy un caballero –dije mientras subía las escaleras–
Subí a mi habitación rendido. Me di una ducha y me arreglé. Luego de unos minutos, ya todos estábamos listos para ir a casa de las vecinas. En serio no quería ir a cenar con ellas, pero no iba a perderme la cara de vergüenza y enojo de Lali.
Xxx:Buenas noches –dijo Lali abriendo la puerta con cara de pocos amigos–
Entramos a la casa, la cuál era bastante grande, aunque no más grande que la mía.
Majo:Hola a todos –dijo recibiendonos en el living–
FamiliaLanzani:Hola –dijimos todos a la vez–
La cara de Lali, valía un millón. Tenía el ceño fruncido y ni siquiera se atrevía a mirarme.
Estaba claro que no estaba feliz de tenerme en su casa.
Luego de unos minutos ya estábamos en el comedor cenando. Lali solo miraba su plato y asentía cada vez que su madre le decía algo. En un momento subió su rostro y su mirada se cruzó con la mía. Sólo frunció su ceño y continuó comiendo. Era obvio que estaba molesta conmigo.
Me quedé observándola unos segundos y no podía negarlo, era hermosa. Su piel bronceada, hacía resaltar sus ojos color café, sus labios eran de un color rosado que me provocaban querer besarla y ni hablar de su hermoso cabello castaño oscuro.
¿Qué te pasa Peter?
Claudia:Hijo –la voz de mi madre me sacó de mis pensamientos–
Peter:¿Sí? –pregunté rápidamente–
Claudia:La señora Esposito te acaba de hacer una pregunta –contestó–
Peter:Lo siento, estaba un poco distraído –dije mirando de nuevo a Lali quien me miraba fijamente–
Majo:Te preguntaba si tenía novia –dijo con una sonrisa en su rostro–
Peter:No señora, no tengo novia
Obvio que no tenía novia, eso de enamorarse es solo para pollerudos.
Luego de más preguntas y charlas acerca de la facultad, la cena terminó. Mientras mi familia hablaba con la mamá de Lali, ella se paró de la mesa y se sentó en el sofá de la sala. Decidí seguirla y me senté a su lado.
Lali:¿Qué queres? –preguntó molesta–
Me quedé observándola durante unos largos segundos.
¿Cómo podía ser tan hermosa y tener ese carácter?
Peter:¿Aún queres ese beso? –pregunté divertido–
No me contestó.
Peter:Te hice una pregunta –dije esperando su contestación–
Lali:¿Por qué preguntas? –preguntó mirándome seriamente–
Peter:Porque yo sí lo quiero –contesté mientras bajaba mi mirada a sus labios–
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Uuuhhh! Peter es el que quiere el beso ahora! ¿Se lo dará Lali ahora o se burlará de él como hiso él con ella?