Mi Diamante Precioso

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-¿Por qué nunca me dijiste de ella? – volvió a sentarse a mi lado

-Mi padre me saco por completo de la familia- levante mis hombros

-Dios me tuve que haber visto como una tonta- tapo su rostro con sus manos

-Te miras siempre hermosa- hice que me mirara

-Me hubieras dicho- me reí

-Nena estaba celoso creyendo que andabas con Dylan-

-Somos tontos- asentí para besarla

-Hey nada de eso aquí- me reí cuando apareció Elisa

-Nena quería decirte algo- sabia que Elisa estaba escuchándonos, pero no importaba

-¿Qué paso?-

-Te puedes quedar en mi otro apartamento-

-¿No te lo ibas a quedar?-

-No te lo estoy vendiendo Chloe, solo quiero que vivas ahí-

-No tengo problema- sonrió

-Uy su nidito de amor- los dos miramos a Elisa

-Ya lo siento- Elisa se fue a su habitación

-¿Seguro que me puedo quedar ahí?- asentí

-Si me necesitas en una noche me llamas y llegare- roce nuestros labios

-Gracias- ella me beso

-Solo continúan las mismas reglas de antes-

-Solo quiero hacerlo contigo-sentí mi corazón latir rápidamente cuando dijo eso

-Nena que me prendes- susurre bajito

-Deberías dejar un poco de ropa allá también- señale mi maleta

-Puedo dejar esta-

-Vamos entonces a casa- asentí para ponerme de pie

-¿Ya se van?- me reí cuando apareció Elisa

-Si tenemos que trabaja, regreso en la tarde- ella asintió para volver a su habitación

-Vamos-

Salimos juntos del apartamento.

-Tu hermana debe pensar que soy una tonta- negué riendo mientras se subía a mi auto

-Para nada, ella quería que nos arregláramos-

Estire mi mano para que ella la tomara.

Sonreí cuando entrelazo nuestros dedos.

Acerque su mano a mis labios y deposite un beso.

Ella me complementa en todos los aspectos en estos momentos.

Primero fuimos al apartamento donde ella vivía con los demás para buscar sus cosas y su auto.

Sus amigos no estaban en la casa así que fue un proceso rápido.

Ella iba primero en su auto mientras la seguía.

Cuando llegamos baje las maletas que yo tenia y ella otras más.

La ayude a guardar todo incluyendo mi ropa en el armario.

Mordí mi labio inferior mientras la veía guardar todo.

-¿Qué pasa?- se acerco mi para abrazarme

-No puedo creer que de cierta forma estamos bien- ella asintió

-Tenemos que hablar de una cosita- bese sus labios

-Dime- me miro sonriendo

-Quiero exclusividad en esto que tenemos- ella sonrió