Ojos de Sangre Dorada (Traducción)

La desesperación de Xichen

Wei Ying tiene una charla con su hermano y Zewu Jun

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Wei WuXian reflexionó durante unos instantes, aun ligeramente escondido. ¿Por qué estaban aquí? Y por qué Jiang Cheng no le había informado antes de que iba a visitar a Lan Xichen. Un pequeño tartamudeo de su respiración le hizo entrar en pánico un poco, '¿Se dio cuenta de lo de Lan Zhan?

No. Eso sería imposible, eran extremadamente cuidadosos. Solo los restos de Wen estaban al tanto y Lan WangJi le habría enviado una carta o habría venido a las montañas él mismo con Lan Xichen. Él lo sabía, al menos, se obligó a creer que el varón lo haría.

Oyó el crujido de Zidian y decidió que ya había hecho suficientes rodeos. Salió de la cobertura de sombras, el rojo de su túnica interior brillando mientras los escasos rayos de sol robaban un pico con el movimiento de la tela que promulgaba desde las tranquilas zancadas. Wei WuXian habló con claridad, con una voz que atravesaba el terreno como el resplandor de una espada en el cielo: "No hay necesidad de derribar por la fuerza a mis pupilos. Es bastante molesto volver a instalarlos".

Los dos líderes de la secta le miraron, sorprendidos. El cuerpo negro como la tinta de Zidian, rodeado de chispas púrpura, se desvaneció, se deslizó y volvió a su forma como un anillo de amatista en el dedo índice de Jiang Cheng. Los discípulos que estaban detrás de los líderes de la secta parpadearon, con un ligero asombro al ver al Patriarca YiLing en persona. Los discípulos de Jiang sonrieron un poco, el líder de los discípulos saludó, los otros siguieron su ejemplo. Al ver esto, los discípulos Lan hicieron lo mismo. Jiang Cheng envió una sonrisa de aprobación a sus discípulos, antes de volver a centrarse en su hermano, que parecía... diferente de hace dos años.

Wei WuXian sonrió al ver el saludo, acercándose y haciendo una pequeña reverencia a cambio. Volvió a levantar la cabeza y miró tranquilamente a Lan Xichen y Jiang Cheng desde detrás de la barrera, "¿Y qué ha hecho el mundo que sospecha que he hecho para enviar a los Líderes de Secta... y a un grupo de discípulos?"

"Nada... al menos, espero que no", Lan Xichen suspiró y Wei WuXian notó la mirada cansada en los ojos de ámbar gris. Hizo que se le cayera un poco la sonrisa, no acostumbrado a ver un agotamiento tan claro en el hombre cuya reputación alababa la serenidad.

"Entonces, ¿por qué estás aquí?" Wei WuXian entrecerró los ojos, sin cortarse, "si fuera importante, Jiang Cheng podría haberme dicho que te esperara".

"No, no podía", se defendió Jiang Cheng, "Sobre todo porque me informaron de esto hace dos días, cuando Zewu Jun me pidió que le acompañara a los Túmulos. No tenía el brazalete. Solo reuní a un grupo de discípulos para que nos acompañaran".

"¡Te dije que lo llevaras siempre!" Wei WuXian hizo un mohín y luego procesó el resto de la frase, "Espera- ¿por qué Zewu jun y los discípulos Lan no vinieron por sí mismos?"

"El líder de la secta Jiang es tu hermano", explicó Lan Xichen, "Pensé que sería más probable que escucharas".

Wei WuXian miró entre las dos sectas con el ceño fruncido. No pudo evitar dudar de ello. Muchas sectas pequeñas se acercarían y tratarían de hacer que Wei WuXian saliera de Yiling o lo alborotarían para atacarlo. Dar alguna excusa para asegurarse de que no pudiera volver al mundo real. Por suerte, él había establecido estas protecciones y simplemente se alejaba cuando se aburría o las ignoraba.

Así que, incluso al ver a su hermano y al más honorable líder de la secta, no pudo evitar temer que se tratara de una orden, ya que los tres años iban a terminar pronto. Una prueba dentro de la prueba para ver si podía adherirse a las reglas, pasara lo que pasara. Con esa duda en mente, miró y llamó: "¡A-Ning!".