Capitulo 19- fin

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—Britt... Britt-Britt— le susurraba al oído mientras la abrazaba por la cintura, y la rubia se aferraba más a ella— ¿Que pasó, mí amor? ¿Que haces acá?

—No podía, no... no podía casarme con él— contestó sollozando.

—Tranquila— le empezó a acariciar la espalda— contame qué pasó.

FLASHBACK.

Hace algunas horas...

—¿Preparada para mañana?— bromeó Quinn mientras servía el café.

—Creo que si...— respondió fingiendo una sonrisa— ¿El bar no va a volver a cancelar para la despedida de hoy, no?— agregó riendo.

—Que graciosa.

—Oh, lo soy.

—¿Sam?— preguntó cambiando de tema.

—Especificamente no lo sé, pero está con sus padres— se encogió de hombros dando un sorbo a su taza.

—¿Cómo está?— rió.

—Ansioso, nervioso...

—¿Y vos?

—Ya me casé una vez, Quinn— respondió con voz ausente— Me sé controlar.

—¿Estás segura que estás bien... con eso?

—Si, es solo que...— suspiró— la extraño. Todos estos años sin ella fueron un infierno. Y cuando por fin puedo continuar con mí vida, aunque no la hubiera olvidado, vuelve a aparecer, y me arruina.

—¿Te arruina?

—Me arruina no poder estar con ella— reconoció y negó con su cabeza.

—Ay, Britt... ¿y por qué seguís con él si amas a San? ¿Por qué no jugartela por lo que sentís?

—Lo amo también, pero San es... San. No podría jugarmela por ella... ya estuvimos juntas, y no funcionó. No podría arriesgarme y después volver a perderla... no... no podria, no podría aguantarlo.

—Britt, ella también te ama. ¿Por qué no funcionaría?— preguntó sin entender— Y no me vengas con lo del amor a veces no es suficiente, porque en este caso, lo es.

—Yo...— la interrumpió el sonido el timbre.

—¿Esperabas a alguien?

—No, no. ¿Podes atender? y decirle a la persona que esté detrás de esa puerta que estoy durmiendo.

—Si, un segundo— asintió y fue a atender la puerta, para volver segundos después con un ramo y una carta— Ella te ama.

—¿Qué...?— preguntó sorprendida, y muy nerviosa, mientras que Quinn le entregaba las cosas.

—Te voy a dejar leer la carta...— contestó suavemente, retirándose del living.

Brittany asintió, y con las manos temblorosas desplegó la hoja que tenía en ellas.

No quería leerla.

No quería hacerlo porque sabía que si lo hacía, su futuro matrimonio iba a depender de un hilo.

Y no se equivocó.

«Britt-Britt

En estos momentos estoy en un bar, llamando por teléfono desde Milán a una florería de Lima, y no sé por qué estoy haciendo esto, pero no me pude aguantar las ganas, aunque suene egoísta.
Hubiera querido ser yo la que mañana por la noche te esperara en el altar para que renovemos nuestros votos, pero lamentablemente tuvimos mala suerte.

nueva oportunidad- brittanaHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin