De lo que se pierde el chico chicle. Yo le metía hasta la paleta por atrás y luego le comía el ano. Sí señores, me encanta dar besos negros porque soy chingón y no nenaza. Más si son buenos culos y gorditos yo mismo me llevo al cielo estrujándolos y empapándolos de saliva. Men, qué confort escuchar sus gemidos y que te follen la cara.

Aunque Jimin me da miedo. Con semejante monumento creo que me termina asfixiando. Digo, qué rico lamerle su rico y apretadito ano pero no jodan, me voy a ahogar.

No mamen, si se hecha un pedo nos mata a todos. JAJAJAJAJAJA. Ya. Ya. Dejo mi bullying de lado que luego se me enojan y regreso a la narración.

Me desvío mucho, perdón, pero mis anécdotas siempre son dignas de ser contadas por alguien con tanto swag como yo. Eso es básicos, chupen mis zapatos.

Comienzo a avanzar por las calles y tomo el metro perdiendo mi swag recién proclamado, pero me da alta flojera caminar y no tengo para coche o una moto. Así que a esperar y aguante el metro. Me quito los audífonos cuando llego a mi estación y comienzo a avanzar por las calles menos de tres minutos hasta que llego a la linda zona donde está Namjoon.

Los policías ya me conocen y de mala gana me dejan pasar pero el patrón es el
que manda. En este caso, Nam.

Llego a la parte de arriba viendo su colorida casa naranja y el estacionamiento de junto donde veo la motocicleta de Jungkook aparcada y la camioneta Jeep negra de Taehyung. Me parece una falta de respeto que coman frente a los pobres.

— ¡Llegaste! — Me dice Taehyung esbozando una sonrisa. — Te gané por menos de veinte segundos.

— ¿Sí? — Pregunto estrechándolo y después a Namjoon.

—Casi. — Viejo. — Me dice él riendo. — ¿Cómo vas?

— Nada mal considerando que comienza a hacer frío. — Digo y ahora me giro hacia Jungkook quien me da un buen apretón de manos y chocar nuestros hombros contrarios.

— Pero no hablemos del clima y cuéntanos,¿qué te dijo el estudio?

— ¡Cierto! — Exclama Jungkook sentándose en una caja y Namjoon en otra.

— ¡A la madre, te quitas! — Me grita Taehyung cuando tomo la tercera y última caja para sentarme.

Niego y él me hace el dedo cruzándose de brazos con un resoplido.

— Bueno... — Comienza Namjoon pero el idiota y maleducado que tanto amo de Jungkook lo interrumpe.

— Siéntate. — Palmea sus piernas viendo al de cabello gris y piercing en la ceja.

— Muy amable. — Taehyung me dedica una mala mirada mientras yo río.

— ¿Ves Yoongi? Hasta el menor grosero es más amable.

Se sienta tranquilamente en las piernas de Jungkook quien el mencionado pestañea
un poco y dirige sus manos a la cadera del peli gris pero poco antes de hacerlo, las manda atrás. Me quiero mear de risa al verlo en su crisis existencial de donde poner las manos mientras Namjoon carraspea la garganta volviendo a captar nuestra atención.

— Sí, lo sentimos. — Me excuso y veo de reojo que Jungkook coloca sus manos en la piernas de Tae con total naturalidad.

— Gracias. — Dice él. — Ya que señor líder estaba en proceso de mudanza... — Me reprocha mientras yo solo resoplo. — Me tocó ir a REM estudios.

— Suelta sopa. — Dice Taehyung ligeramente nervioso.

— La buena noticia es que sí les interesa y mandarán a uno de su producción a que vaya a vernos en concierto. — Dice él. Todos estallamos en aplausos y gritos de euforia pero él levanta su mano deteniendo el escándalo.

CANDY ROCK ROOMMATE - yoonminWhere stories live. Discover now