He's clearly a vampire • KookTae

02: He's making me tired

Entro al baño, enciendo la luz y me desplomo contra la puerta. Esta pesadilla me ha dejado especialmente drenado y apenas puedo mantenerme de pie. Cubro mi rostro con mis manos e intento convencerme de que solo fue un sueño, nada más. Me miro en el espejo, centrándome involuntariamente en el cuello. Está limpio, no hay rastros de colmillos, pero el dolor es real y sigue ahí. Reviso la zona un par de veces más antes de rendirme y lavarme la cara. Salgo del baño y veo que las luces de la sala también están encendidas ahora. Jungkook está sentado sobre el viejo sofá con dos vasos de leche en las manos. Cuando me ve salir, da unas cuantas palmaditas al lugar libre junto a él. Me limito a sonreír de forma cansada y acepto la invitación.

—¿Estás bien, Taehyung? —pregunta, entregándome el vaso. Bebo un sorbo, soltando un sonido incomprensible como respuesta. Está delicioso, sabe a nuez. Me encanta la nuez, y Jungkook lo sabe. ¿Lo hizo a propósito?— ¿Día pesado?

—Semana pesada. O, más bien, mes pesado. La universidad es horrible —respondo yo, hablando tan rápido que me pregunto si realmente entendió lo que dije. Nervioso, me apresuro a decir algo más—. ¿Dónde compraste esto? He oído que es costoso.

—Lo vi en oferta en el supermercado y pensé que sería bueno probar cosas nuevas —dice él, echando la cabeza hacia atrás y mirando el techo, bebiendo un sorbo. Me regala una mirada rápida y añade—. Me alegro que te haya gustado, quizás la compre más seguido.

No puedo evitar mirarlo con ojos entrecerrados cuando termina de hablar. Apenas veo a Jungkook por nuestros horarios: Él se encierra en su habitación durante el día, mientras yo estoy en la universidad; y en la noche, cuando duermo (o intento hacerlo), él se escabulle fuera del apartamento a hacer quién-sabe-qué. Se supone que Jungkook también estudia, pero siempre que saco a relucir el tema él lo evita. No sé dónde estudia, ni siquiera sé qué estudia, pero suelo encontrarlo frente a su laptop en la madrugada, con la torpe excusa de estar haciendo trabajos para la universidad. Aún así, aunque apenas veo a Jungkook, durante las escasas ocasiones en las que coincidimos hace cosas extrañas que me dan escalofríos o suelta comentarios incómodamente amables como esos.

A veces creo que se comporta de una manera tan amable para compensar el hecho de que me asesinará algún día.

—Gracias. Si es demasiado costoso, puedo comprarla yo — intento sonar calmado, incluso un tanto cortante. Mi objetivo al mudarme con Jungkook era ser su amigo, formar un vínculo y que nos tratemos como hermanos, pero ahora que la inevitable posibilidad de que él sea un monstruo está presente, mi meta es apartarme lo más posible de él, pero sin llegar a lucir sospechoso. Es por eso que, cuando él regresa su mirada al techo, disimuladamente me deslizo hasta la parte más alejada del sofá—. ¿Qué tal tu día, Jungkook?

El cambio de tema abrupto lo toma por sorpresa, por lo que se atraganta con la leche y empieza a toser, derramando un poco del líquido sobre su camisa blanca. Sé por qué ha reaccionado así. Normalmente es Jungkook quien pregunta, yo nunca suelo interesarme en él. Está feliz, demasiado, por mi repentino interés, pues, aunque sigue tosiendo como si estuviera a punto de morir, está sonriendo como un ingenuo bebé. Estoy a punto de darle golpes en la espalda para que se detenga, pero él se reincorpora sobre el sillón antes de que mi mano lo toque.

—Bien, estuvo bien. Bastante normal, mi madre llamó en la mañana para preguntar cómo estaba y le hablé de ti. Le agradas —él también habla demasiado rápido por el nerviosismo y me cuesta un poco comprenderlo, pero, cuando logro hacerlo, las piernas me empiezan a temblar. Le habló a su madre sobre mí, ¿qué significa eso? ¿Que ahora quienes me matarán serán ellos dos? Seguramente su madre también es un vampiro—. Dice que le gustaría conocerte, y que pareces un chico simpático.

Genial, ahora mi muerte será una actividad recreativa entre madre e hijo. Qué patético.

—Eso es... sorpresivo. ¿Por qué le hablaste a tu madre sobre mí? No llevo tanto tiempo viviendo aquí de todas maneras...

—Somos amigos, ¿verdad? — lo dice con un tono esperanzado y casi rozando lo inseguro. Me mira, impaciente por mi respuesta, pero yo no se la doy. Parece decepcionado, pero se mantiene con una sonrisa inmutable en el rostro— O eso creo. Además, falta poco para que cumplamos cinco meses viviendo juntos, eso no es poco tiempo.

—Supongo —alcanzo a responder, terminando el vaso de leche y dejándolo sobre la mesa—. Gracias por la leche. Volveré a mi habitación— me levanto y él imita mi acción, terminando de un solo sorbo su vaso y recogiendo el mío—. Buenas noches, Jungkook. Descansa.

Él me mira, como si estuviera a punto de decir algo más, pero no tarda en rendirse y solo asiente con la cabeza mientras aprieta los labios. Da media vuelta y empieza a caminar hacia la cocina, y yo hago lo mismo en dirección a mi habitación. Me encuentro frente a la puerta cuando una idea tan extravagante como arriesgada alumbra mi mente. Permanezco inmóvil, considerando una y otra vez lo que estoy pensando. No puedo ser un paranoico por siempre, ¿verdad? ¿Sería más lógico hacer el intento de enfrentar mis miedos o mudarme? No tengo dinero, ni tiempo, ni amigos. No tengo opciones. ¿Debería intentarlo? No creo que Jungkook sea capaz de hacerme algo si estamos en público, rodeados de testigos...

—Jungkook —lo llamo. Escucho como él rápidamente sale de la cocina, tan ansioso que esta vez sí está a punto de tropezar aunque las luces estén encendidas.

—¿Sí?

—¿Quieres salir conmigo mañana?

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¡Nos leemos luego! ♡

— Noduru.