𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏𝟔

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Coraline

Es jodido cuando tu vida gira entorno a esa persona, pero aún más jodido cuando crees que para ser feliz debes huir. 

Y irte lejos de esa persona.

Pero es aún más jodido cuando por esa persona tú mente piensa que tu historia está escrita, y que esa historia puede acabar tú vida.

El sentimiento de que esa persona lucha contra tus problemas mientras tú estás encerrada en tu cuarto, llorando. Ese sentimiento fue el que me ayudo a huir.

No quería que Damiano tuviera que llevar sus problemas y los míos a cuestas. Amaba que me ayudara pero tenía que resolver mis problemas por mi misma, él no tenía por que hacerlo.

Él no tenía porque soportar mis problemas y mis temperamentos.

Y por eso no volvería a Italia. Tenía que aprender a resolver mis problemas y salvarle a él.

Salvar a la persona que amo de mis estúpidos e inmaduros problemas.

Y ahora Giorgia trataba de que saliera de mi cuarto.

Pero mi mente insistía en que si salía de casa, si salía siquiera de mi cuarto me tendría que enfrentar de nuevo a él.

Y no estaba preparada.

Y ese es el problema de una persona como yo.

Piensa que sus problemas están resueltos, que puede con cualquier cosa, hasta que llega otro más, y no puede con él.

-Coraline, no te puedes encerrar en tu cuarto por toda la vida. Tienes que hacer otras cosas, tienes que comer.

-Tengo patatas.

-¿Y te vas a alimentar de eso de por vida?

-Sí.

-Cuéntame que paso ayer, puedo ayudar.

-No puedes Giorgia.

Escuché el timbre de la casa y me hice un ovillo en la cama.

-Ahora vuelvo.

-No hace falta.

Escuché sus pasos, como abría la puerta, su voz distorsionada con la de otra persona, sus pasos de nuevo hacía la puerta, y sus mini golpecitos.

-Cori, hay alguien que quiere hablar contigo.

-No quiero hablar con nadie.

-Dice, dice que es urgente.

-¿Quién es?

-No lo sé, es alto, pelinegro, tiene la mandibulada marcada, mmm. ¡Es el chico del centro comercial! ¿Conoces al chico del centro comercial? Sal a hablar con él entonces.

-No.

-Que testaruda mujer. Le voy a dejar entrar.

-No dejaras entrar a un extraño, ¿no?

Pero ya había ido a la puerta y ahora escuchaba cuatro piernas hacía mi puerta.

-Os dejo solos, ¿si?

-No, no. Giorgia.

Estuve apunto de abrir la puerta. Pero ella ya se había ido y me encontraría de frente con mi peor problema.

Él.

-Da quanto tempo non parli italiano?

-Mucho.

-Bella principessa, per sfuggire ai tuoi problemi non devi scappare dal passato.

-No escapo de mis problemas, ni escapo de mi pasado.

Más mentirosa y me llevan a la cárcel.

-El italiano aquí no me sirve, eso es todo.

-He estado reflexionando está noche, cosas que me dijiste, cosas que dijiste a la gente en general, cosas que dijiste antes de ir. Y si quieres encontrarte a ti misma, tienes que saber de dónde vienes, como eras, como serás. Y con quién quieres estar.

-Ya sé eso.

-¿A ver?

-Vengo de Italia, era una tonta, seré una buena mujer, y quiero estar SOLA.

-No me refiero a eso boba, tú historia, tienes que escribir tú historia. Para conocerte, debes conocer cada parte de ti, buena y mala, debes conocer tú historia. Saber cosas que solo tú puedes saber.

Un silencio.

Un silencio que habla, de lo tensa que estoy y de lo tranquilo que está. Él está siendo él mismo, yo una niña pequeña encerrada en una habitación.

-Debes conocer las cenizas y el fuego que se usaron para crear a tu yo de ahora. Conocer porque apagaste las anteriores y quién o que ayudó a salvarte.

Tú. Solo tú.

Muevo el cerrojo y al manillar lentamente, con miedo.

Él esta frente a mí.

La llama que salvó mis cenizas.

Le abrazó fuerte y el me aprieta entre sus brazos.

-Si lo que quieres es quedarte aquí mientras te descubres a ti misma, prometo quedarme y ayudarte.

Y Damiano tenía toda la razón, por que una persona sea feliz no significa que seas tú mismo.

Brividi ✔️ ꜰᴀᴍᴇ #2Where stories live. Discover now