Tus deseos son órdenes •||Elsabela||•

Capítulo 4

La propuesta.

Pov: Elsa

Cuando Isabela se fue y me dejó sola en la habitación yo solamente solté una pequeña risita ya que sería bastante divertido salir con ella por un tiempo.
Después de haber comenzado de esa manera mi mañana me dispuse a ser mi rutina de siempre, como era la reina no podía escapar de mis deberes como mi hermana lo hacía.

Para ser sincera aveces siento envidia.

Me encontraba en mi oficina revisando unos papeles cuando de la nada entro Anna.

-¿Que tal la noche?

Pregunto con una leve sonrisa mientras se acercaba a mi dando pequeños saltos.

-Estuvo bien

Respondí cortante aunque con una leve sonrisa ella sabía que no daba detalles sobre las noches que tenía con mis amantes.

-Espero que le hayas dejado claro las cosas a esa chica no quisiera que se ilusionara contigo porque no sabe la clase de persona que eres hermanita

Cuando escuché esas palabras salir de la boca de Anna deje los papeles sobre el escritorio y la mire con algo de seriedad.

-Haces que suene como alguien sin educación que solo juega con las personas

Anna se sentó en la orilla de mi escritorio y me miró con una expresión sarcástica.

-Voy a dejar en claro las reglas del juego ya si ella no las sigue no será mi problema

Desvíe mi mirada hacia otra parte un poco molesta aunque mi hermana para calmarme dejo un corto beso sobre mi mejilla.

-Calma no te pongas de esa manera solo hablaba en tono de broma

Yo la mire de reojo y solté un largo suspiró.

-Aunque si debes decirle las reglas de tus raros juegos pervertidos

Yo no dije nada solo asentí con la cabeza y me centre nuevamente en los papeles ya que no quería seguir hablando sobre aquel tema.

-Bien voy a dejar de molestar

Nuevamente dejo un corto beso sobre mi mejilla y luego se bajó de mi escritorio para caminar hacia la puerta de mi oficina.

-Te veo en la hora de la comida

Se despidió con la mano y después se retiró de la oficina, justo en ese momento pude soltar un bufido con algo de molestia.

-¿En serio tenía que comentar eso?

Me pregunté a mi misma mientras me recargaba sobre mi silla, ahora me encontraba de mal humor.

-Mm......

Alcé mi mirada hacia el techo un poco pensativa ya que estaba buscando una manera en la cuál cambiar este estado de humor.

Entonces.

Vino a mi mente Isabela, justo era ella la que necesitaba para cambiar mi estado de ánimo así que sin perder tiempo la pedí llamar.

Luego de unos cuantos minutos alguien tocó a mí puerta.

-¿Mi reina?

Pregunto la voz delicada de Isabela del otro lado de la puerta.

-Pasa

Me puse de pie y observé con una leve sonrisa como Isabela entraba a mi oficina.

-Por favor cierra la puerta

Y sin decir nada Isabela cerro la puerta de la oficina para luego caminar hacia mi escritorio.

-¿Para que me necesita?