CAP 16

13 2 0
                                    

Inicio

POV Annelise

Entramos a las calles de Turnín a eso de las once de la mañana, ya llamé a Luca informándole que entre poco llegaría a su casa, en el camino pasamos por algo de comida — tampoco soy tan hija de puta para no dejar que mis hombres coman — así que vamos tranquilos con la música de la radio mientras Mario tararea algunas.

— Tengo entendido que no sabes mucho sobre lo que hablarás con Luca o en un dado caso con Abdel — me voltea a ver — ¿ qué haremos después de que cierres tratos?

Lo miro mal.

— Irnos.

— ¿Irnos?

— Así es, después de salir de la casa de Luca partiremos directamente a Alemania, el jet nos estará esperando, así que eso significa que todo está calculado.

Afirma. Sabe como soy, no me gustan las sorpresas y menos cuando algo no sale a como lo tengo planeado, no tengo pensado quedarme en Italia, suficiente venir dos veces al mes para verificar que en los hoteles todo esté en orden.

..

Llegamos.

Aparcamos enfrente de la casa o mejor dicho mansión, nos bajamos y nos encaminamos a la puerta, nos abre una muchacha del servicio y nos deja pasar.

— Si gustan pueden esperar sentados mientras yo los anuncio ¿me puede decir su nombre por favor?

— Annelise Müller.

La mujer da la vuelta y se va a saber donde, como la curiosa que soy observo todo a mi al rededor, la casa es de un color beige mientras los sofas son café oscuro — no muy buena combinación a mi parecer — hay una linda mesa de cristal en el centro y cuadros familiares, una television etc..

— ¡Annelise querida! — me saluda Luca. Detrás de el viene su esposa — que honor tenerte en mi humilde hogar — nota a Mario detrás de mi — me imagino que usted es el señor Rinaldi.

¿ Qué tiene la gente con agregar apodos con mi nombre?

— Ese mismo.

— Es un gusto para mi conocerlo al fin señor Caruso — me acerco a su esposa y le tiendo mi mano — Un gusto señora Caruso.

— El gusto es mío querida — me deja la mano tendida y a cambio me da dos besos en cada mejía — dejemos formalidades me puedes llamar Magda.

La misma muchacha se acerca y se pone nerviosa. — Doña Magda, ya pueden pasar al comedor.

Magda nos invita a pasar y nos sentamos en los lugares asignados, nos sirven la comida. Es pure de papas con pollo y una salsa blanca ¿ los italianos no comen solo pasta?

—Y dime querida — llama mi atención Magda — ¿Cómo es tu vida en estos mundos de sangre? — Me mira curiosa. ¿Acaso no vive en el mismo? Dios dame paciencia por que si me das fuerza mato al que se me atraviesa.

— Es excelente, me gusta lo que hago. Matar a la gente que me quiere ver la cara, ver el respeto que me e ganado de mis hombres y del miedo de cualquiera — la veo fijamente — Por algo me llaman reina, me gusta mi poder desde que tengo uso de razón.

— ¿Y tu hijo?

— ¿Qué tiene mi hijo?

No me gusta que se estén me tiendo en mi vida.

— Fue una sorpresa para todos — habla esta vez Luca — esconder un embarazo es difícil y mucho más tenerlo y cuidarlo.

— Que les puedo decir, Adler es la luz de mi vida desde los 19 años, y desde que me creció la panza Berthold fue el segundo al mando y Mario se encargaba a cuidarme.

ABDELWhere stories live. Discover now