13. La justicia de morir

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Naethan corre, esta huyendo de algo, huye... de mí. Intento alcanzarlo, pero el solo se aleja aterrado. Un precipicio se alza frente a él, trato de gritarle que pare, pero no me escucha y cae.

-¡Despierta!- me despierto de golpe, todo era un sueño- Joan necesito tus patines por favor

Rayan esta junto a mi cama, con una mochila al hombro y me mira impaciente.

-Oh vamos! Despierta- Rayan se acerca a la ventana y abre las cortinas de golpe, ni siquiera recuerdo haberlas cerrado.

La luz entra y me ciega por un momento ¡ya es de día!

Los rayos solares impregnan toda la habitación llenándola de calor y luz, pero yo continuó fría y oscura. Quiza no recuerde lo que pasó después de abrir el portal, pero lo que sucedió antes, me quebró por completo.

-Venga cámbiate, se hace tarde- la luz le crea algunos mechones rubios al rojo cabello de mi hermano igual que el.de mi madre, se parece mucho a ella al contrario de mí, yo solo tengo sus negros ojos.

-¿Tarde para qué?- respondo mientras me levante para cambiarme la pijama ¿Cuándo me la puse?

-Ya te lo había dicho, se supone que papá me llevaría hoy casa de Mason pero bueno... ya sabes... se fue y te dije que me llevaras.

Lo recuerdo y también recuerdo la propuesta de irme lejos con papá. Tal vez debería irme, antes de hacer mas daño.

-Sí, ya me acuerdo. Ahora sal y déjame vestir- le digo empujándolo a la puerta

-No olvides los patines- grita antes de que lo saque.

Me pongo un short café corto, una playera rosa y unos tenis blancos. Me lavo los dientes y me recojo el cabello en un moño despeinado.

Bajo con los patines en mano, Rayan como una manzana, al escucharme me mira con grandes ojos grises iguales a los de mi padre. Tenemos color de cabello distinto, igual que los ojos, pero nuestros rasgos son similares.

-Ya era hora- dice teatralmente- nunca entenderé porque las chicas tardan tanto en estar listas.

Siento una punzada de dolor en el pecho. Naethan siempre me decía lo mismo cuando salíamos con Diana. ¿Cómo estará? ¿De verdad no quiere volver a verme? Por supuesto que no quiere verte, eres un monstruo, un demonio como dijo él.

-¿Joan?- mi hermano me hace regresar a la realidad

-Oh, andando y por cierto ¿Por qué quieres mis patines?- se los entrego

-Por que los tuyos son azules- me dice como si fuera lo mas obvio del mundo

-Y eso importa por qué...-

-Porque los de la hermana de Mason son rosas con flores, yo no me pondré algo rosa con flores.

Ruedo los ojos. Los chicos y su machismo.

-Esa no era la respuesta que esperaba, pero da igual hay que apresurarnos, no tengo ánimos de estar fuera. Debo tener una pinta fatal

-Qué bueno que lo admites, eso te iba a preguntar, pero estaba intentando encontrar la pregunta más cortés.

-¡Cállate!- le doy un golpe en el hombro y el me lo devuelve. Ambos sonreímos y salimos a tomar el autobús.

Él es lo único que me queda, no podría seguir si algo le pasara, ¿dónde queda lo justo de vivir siendo lo que soy?

Cuando regreso a casa, después de dejar a Rayan en casa de Mason, me dejo caer en la cama y comienzo a llorar.

La puerta de mi habitación se abre, y lo veo con sus ojos verdes y su atractivo rostro, Matt esta parada en la puerta ¿Esperando a que lo invite?

HEIRS OF THE DEAD: "Murmuro celestial"Where stories live. Discover now