Hechizo De Amor || L.S.

Capítulo III: Hechizo De Amor

Unos segundos de silencio comenzaron a poner aún más nervioso a Louis.

—Me contagiaste de sobre pensamiento crónico—Dijo Harry riendo—Deberíamos sentarnos, déjame limpiarte—Así fue.

En las manos de Harry se condensó una capa de agua con la que limpiaría los vestuarios de Louis, con delicadeza comenzó a limpiar sus delgados brazos mientras el castaño le contaba su travesía y cómo había rodeado el barranco para no levantar la tierra y alertar a la zona con el sismo que de este acto sería causado.

—Eres un tonto, casi muero aquí solo por tu culpa.

—A la próxima vuelo para satisfacer tus caprichos, bobo.

—Se oye gracioso que me digas así—Rió el rizado.

Entonces Harry pasó al muslo de Louis, recibiendo de él un salto—¿Pasa algo?

—No te había dicho pero...soy muy sensible al tacto.

—Eso lo hace más interesante—Añadió pícaro el rizado y continuó dando suaves recorridos por la totalidad del muslo de Louis dando de vez en cuando algún delicado agarrón respondido con un salto, cada vez acompañado de una risa o un quejido. Al finalizar con los vestuarios, Harry se levantó a la altura del rostro de Louis y dio un beso que fue correspondido, entonces comenzó a pasar su mano entre las sedas de las que el cabello de su amado había sido fabricado, así retirando el lodo que en él se encontraba seco, tras ello agarró las mejillas de Louis y con la parte de arriba de sus dedos las acarició para limpiarlas del polvo—Tu piel es tan suave—Comentó el rizado causando que el castaño se ruborizara—Te ves tan lindo así—Añadió con una gran sonrisa.

—No puedo entonces evitar mencionar que cuando sonríes no puedo evitar hacerlo también, me encantan tus hoyuelos—Rieron juntos—Eres encantador y además, mi rizado favorito—Concluyó.

Louis sacó una caja con galletas y se sentaron a comerlas disfrutando de estar juntos, el castaño preguntó por la situación de Harry en su hogar recibiendo una respuesta no tan alentadora—Aunque no discutimos ni nada así, hay algo raro, están preparando muchas pociones de sodio...las explosivas.

—¿Por qué te preocupa?

—No es normal esa cantidad, Louis, tengo miedo a que estén pensando en irrumpir en la paz

—Eso no sucederá, Harry, estamos en buenos tiempos, ya verás que no es nada—Dió Louis aliento a Harry sumando su mano al hombro del rizado.

Así, Harry no dio más importancia y preguntó a Louis por su bienestar.

—Estoy bien, le conté a mis padres lo de ayer y... quieren que vayas algún día, están encantados—Harry se sorprendió ante el comentario, deseaba poder hacer lo mismo que Louis pero era algo imposible, sin embargo, se sintió feliz de tener el apoyo de la familia de su amado.

—Harry, creo que debemos hablar de algo...—Dijo algo inquieto—Lo que sucedió ayer fue encantador, pero no puedo dormir sin saber lo que realmente somos y debo preguntarte algo...Harry—tomó aire y cerró los ojos con fuerza, al abrirlos se encontró con la mirada del rizado—¿Te gustaría ser mi novio?

Un largo silencio se apoderó del lugar y logró que el ambiente se sintiera tenso por unos segundos.

—¿Cómo podría decirte que no? ¡Eres todo para mí! Claro que sí—Sin pensarlo se abalanzó sobre los labios de Louis, besándolo lentamente.

Louis correspondió, y a la escena se sumaron los nervios; esta sería una nueva etapa, estaba seguro, sin embargo, solo dejaron que pasara la tarde hablando sobre lo que querían para su futuro ahora que oficialmente estaban juntos.