Capítulo 10

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—¡Oh, TaeHyung, lo has hecho! —oyó exclamar a SaeRon detrás de él mientras estaba en el fregadero de la cocina. Sabiendo lo que quería decir, hizo una mueca ante sus palabras.

Se agarró fuertemente al borde del fregadero.

—Te dije que lo intentaría, SaeRon. Lo siento. —Su voz sonó áspera, y se tensó cuando sintió que unos brazos se cerraron alrededor de su cintura y una frente se apoyó contra su espalda.

—¿Por qué, TaeHyung?

—El dolor físico duele menos que el dolor emocional — repitió las palabras que había utilizado en el estanque.

Estuvieron allí durante lo que pudieron haber sido minutos o incluso horas, sin que ninguno de los dos pudiera decir cuánto tiempo había pasado. Por último, TaeHyung no pudo contenerse y preguntó:

—Sae... ¿he hecho algo para alterar a SeokJin? —Un tono de incertidumbre vibró en su voz.

—No. Por supuesto que no, TaeHyung. ¿Por qué piensas eso? —preguntó SaeRon desconcertada—. ¿Es por eso por lo que te has cortado? ¿Porque crees que se molestó contigo?

TaeHyung hizo un gesto pequeño mirando hacia el lavabo.

— Él... no me miró en el almuerzo. Es... normalmente se sienta conmigo. Yo... —Su voz se quedó atrapada en su garganta y dejó de hablar.

—Oh, TaeHyung. —No podía creer que su estúpido y terco hermano fuera tan insensible. SeokJin había reaccionado de manera exagerada una vez más—. Hablaré con SeokJin y averiguaré qué está pasando.

—¡No! —Entró en pánico, alejándose de ella—. No. Está bien. Si... lo lamenta, entonces viviré con eso. Estaré bien. Cuando finalicen los tres meses, volveré a Nueva York y todo seguirá como siempre. —Instantáneamente, TaeHyung supo que acababa de mentirle. Su vida nunca volvería a ser igual. SeokJin había hecho algo que nadie más había conseguido. El vaquero grande y suave había llegado dentro de él y había comenzado a abrir su corazón de nuevo, dejando que SeokJin pusiera una gran huella dentro de él.

—No digas eso. SeokJin te ha pedido que te quedes y es lo que vas a hacer. —SaeRon lo fulminó con la mirada, sus manos en las caderas.

Le dirigió una sonrisa débil viendo el aspecto que presentaba, de pie, con su pelo salvaje alrededor de su cara, sus ojos brillando con enojo, y una expresión obstinada en el rostro.

—Ya veremos, SaeRon. Por favor, no le digas nada de esto. — Señaló a su muñeca—. Permaneceré en mi habitación hasta que todos terminen de comer. No podría soportar los gritos en estos momentos. Y estoy seguro de que gritaría, es decir, si aún le importara lo suficiente.

—Le importas —protestó SaeRon, pero TaeHyung sólo movió tristemente la cabeza y se volvió para terminar con los preparativos de la cena.

TaeHyung hizo lo que le había dicho a SaeRon, desapareció en su habitación hasta que escuchó al último hombre y las botas de SeokJin en las escaleras. Las luces estaban apagadas cuando salió de su habitación, encendió la de la cocina y empezó a llenar el fregadero de agua caliente. Iba y venía entre el comedor y la cocina, colocando los platos en el mostrador. En mitad de lavar los platos, oyó un ruido detrás de él y volvió ligeramente la cabeza para ver a SeokJin en la puerta con nada más que un par de pantalones vaqueros, su pelo del color de la arena húmedo de la ducha.Preocupado, volvió su cabeza de nuevo hacia los platos, tratando de mantener la muñeca fuera de su vista. No tenía idea de cuánto tiempo llevaba allí, así que no podía estar seguro de si lo había visto ya, o no.

𝐁𝐞𝐡𝐢𝐧𝐝 𝐌𝐲 𝐒𝐜𝐚𝐫𝐬  ➻ 𝐽𝑖𝑛𝑇𝑎𝑒Kde žijí příběhy. Začni objevovat