Tiempo, testigo de todos nuestros errores.
Como veneno sin antídoto te llevas mi vida.
Y como asesino cruel a ver tu obra me obligas.
Te llevas lentamente a mi preciada juventud.
De los mortales los tesoros mas preciado te llevas.
Y arrugas, manchas y dolores es lo único que a cambio dejas.
Por que actúas así oh viejo rival.
¿Acaso pagas con nosotros el haber nacido eterno?
¿Es por todo lo que has visto que de nuestros tesoros no nos ves dignos?
Una respuesta de ti no espero.
Si a filósofos y gente de sabiduría infinita no se la has dado.
Supongo que a mi hombre de letras le dirás menos.
Yo solo quería decirte oh destino inquebrantable.
Que aunque contra mi vida a cada segundo atentes.
Yo a ti nunca podre odiarte.
Con inquina de muchos de mis problemas he intentado culparte.
En los mejores momentos de mi vida retenerte he intentado.
En mis momentos mas triste de ti he sin mirar atrás me he alejado.
Pero tu siempre estoico acompañante a mi lado has estado.
Y son miles los momentos que se que encierras.
momentos que yo como recuerdos guardo.
Pero que sin tu marco, viejo adversario carecen de sentido.
Por eso te doy las gracias viejo enemigo.
Por quitarme la vida y regalarme estas arrugas.
Por guardarme mi vida para siempre en tu naturaleza.
