Hace ya tiempo que cae en un pozo.
Mi único compañero un árbol.
desde el fondo veo su rama .
con su hojas caí aquí .
y ahora desde este fondo su rama desnuda veo.
Una vez al día veo el sol sobre mi cabeza.
hay días que me recuerda a la vida fuera.
otros días solo me calienta.
Pero la mayoría de días solo a su lejanía me recuerda.
Cuando cae la noche la oscuridad en mi cubículo crece.
Y me quedo solo con mi prisión.
a veces pienso como acabe aquí.
A veces le hecho la culpa al pozo.
Otras me doy cuenta de que el único culpable soy yo.
Hay días que intento salir que intento escalar.
Son los días que mas hecho de menos la luz del sol.
pero el peso de mi pena como una cadena me recuerda mi condena.
y caigo de nuevo al fondo arrepintiéndome de mi acción.
He visto pasar mil días atreves de mi circular rendija.
De ella he visto caer la nieve y la lluvia.
Y los mejores días de ella espero ver caer una escalera.
Pero esos días duran poco.
Y esa escalera nunca llega.
La luna llena en sus noches me acompaña.
Su luz siento que mi corazón araña.
Sus visitas siempre dulces y dolorosas son.
Porque aunque su presencia mi alma llena odio el tener que decirle adiós.
Quiero tener alguien para culpar de esta condena.
Quiero creer en dios y decir que mis problemas son sus pruebas.
Y quiero recuperar el amor que un día viví fuera.
¿Seguirán ahí si un salgo?
¿Me odiaran por haber dicho adiós?
En mi oscuridad esas preguntas me repito.
Entre lagrimas escucho las respuestas que me da mi cabeza.
Y con el miedo siento que mi cubículo se estrecha.
Y que las ramas del árbol cada vez están mas lejos.
En mi pozo siento cada vez mas frio.
Ya ni en la pena siento cobijo.
Pero aun así sigo mirando al cielo a mi viejo amigo.
Esperando que un día me pueda reunir contigo.
Esperando que un día encuentre mi camino.
