Capítulo 11

181 31 23
                                    

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


Minho caminaba de un lado para otro en la enorme habitación, sus labios se apretaban cada tanto, al igual que sus manos se formaban en puños mientras se veía a sí mismo a veces en el reflejo del enorme espejo que tenía frente a él. Estaba demasiado nervioso, y no podía calmarse, aunque tampoco hacía nada para conseguirlo, si éramos honestos. Tenía miedo que de un momento a otro, Christopher apareciera por esa puerta.


Y apenas escuchó los toques sobre esta, corrió a esconderse detrás de una de las puertas del vestidor que tenía. Esa habitación era tan lujosa que hasta se sentía intimidado por el tamaño del lugar, porque muchas veces se olvidaba de que estaba viviendo dentro de un castillo. No se acostumbraba por más que ya habían pasado más de diez meses allí.


¿Es que acaso hubo alguna equivocación? ¿De verdad pasaron más de diez meses? ¡Por supuesto! Bueno, recapitulemos mientras nuestro amado protagonista recupera un poco de su cordura e intenta calmarse.


Después de que Lee Minho, también conocido como Minho Calabacín, dejara su hogar, terminó viviendo en el palacio. Y, a pesar de que todos insistían en que su boda con Christopher fuera lo más pronto posible, ambos lograron aplazarla hasta que el menor se sintiera seguro de dar ese paso.


— ¿Cuándo dejarás de llamarme Minho Calabacín? —Cuestionó el joven de cabellos castaños todavía detrás de la puerta del vestidor.


Apenas y lo hice una vez. Como seguía diciendo, la sucesión de mando se dio de la mejor forma, el ahora rey Chris estuvo haciendo continuas visitas a pueblos aledaños al reino para poder reducir la pobreza en estos, con la ayuda de Minho comenzaron a brindar apoyo social a aquellos lugares, descentralizando ciertos servicios para que las personas no se vieran tan afectadas en cuestiones de desplazamientos de un lado a otro, y también la mejora de los caminos al reino.


En poco tiempo, el rey había logrado un cambio positivo, aunque era consciente de que todavía estaba a un cinco por ciento de todo lo que pretendía hacer para el beneficio de su gente. Y agradecía tener a alguien como Minho a su lado, que se preocupaba genuinamente por el bienestar de las personas del reino, y también de los animales.


Entre todas las actividades, se permitieron conocerse de una forma única. El joven de cabellos castaños jamás podía admitir que estaba enamorado de Christopher desde antes, y mucho menos salir diciéndole al rey que en un universo alterno, él se había enamorado de él aunque jamás le confesó sus sentimientos; así que hizo lo que cualquiera en su lugar: dejarse enamorar por quien era el soberano. Y fue una de las mejores cosas que había hecho. Minho... ¿Quisieras...?

Trapped in a fairytale ¦¦ BanginhoWhere stories live. Discover now