◀25┇Un error lo comete cualquiera▶

561 42 124
                                    

¡Leer hasta el final!

»——————⋆◦★◦⋆——————«

Narrador omnisciente

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Narrador omnisciente

[Hace un tiempo atrás]

Era una linda y agradable tarde otoño donde un azabache y un castaño se encontraban jugando en el patio trasero del último, estos dos reían, jugueteaban y alguna que otra vez se peleaban por ciertas tonteras como dirían en la actualidad.

—No llores más Clyde, lo siento sí?, te prometo que te compraré tacos si no le dices a tu mamá—Le sorborno el ojiverde quien estaba de cuclillas al frente de el de ojos cafés—

Mientras jugaban a las atrapadas el menor de los Donovan cayó al suelo raspándose una de sus pequeñas rodillas, este empezó a llorar ruidosamente aunque en vano ya que ambos estaban solos en la residencia Donovan sin siquiera darse cuenta de ello.

Después de lo dicho por el de chullo azul, el de abrigo rojo se quedó callado mientras sorbía su nariz, este levantó la mirada e hizo contacto visual con el chico de enfrente.

—¿Me lo prometes?—Preguntó con los ojos llorosos-

El azabache se sentó por completo en el pasto acercandando ambas manos a el rosto del contrario, el retiró con ambos pulgares las lágrimas del chico y con un pequeña pero notable sonrisa contestó.

—Te lo prometo, comeremos todos los tacos que quieras, hasta reventar—Comentó—

El castaño sonrió ampliamente y rápidamente se lanzó a los brazos de el otro chico quien abrió los ojos por completo por la inesperada acción. El sin quejarse acepto gustoso el abrazo.

—Te quiero..—Murmuro el pequeño Clyde—

Craig soltó una pequeña risa nasal.

—Y yo a tí—Susurró en su oído mientras acariciaba su cabello—

—Y yo a tí—Susurró en su oído mientras acariciaba su cabello—

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

El sol salió y las aves cantaban una dulce melodía.
La luz se infiltro por un pequeño orificio de la cortina de Craig, este rayo de sol le pegaba justo en la cara molestandole completamente.
El de mala gana abrió los ojos sintiendo pesadez, lo primero que vio al levantarse fue el despertador en la mesita de noche, cinco minutos faltaban para que este sonara; el rodó los ojos con fastidio y se restregó los mismos sin cuidado alguno.

𝗔𝗽𝗿𝗲𝗻𝗱𝗶𝗲𝗻𝗱𝗼 𝗮 𝗮𝗺𝗮𝗿𝗻𝗼𝘀||𝗖𝗿𝘆𝗱𝗲Where stories live. Discover now