¬ ᵉˡ ᵐⁱᵉᵈᵒ ʸᵃ ⁿᵒ ᵖᵘᵉᵈᵉ ᵈᵉᵗᵉⁿᵉʳᵐᵉ
ᵉⁿᶜᵒⁿᵗʳᵉ́ ᵐⁱ ᵛᵉʳᵈᵃᵈ ¬
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¿Qué hubiese pasado si Goku hubiera tenido una hija y ésta fuese la melliza de Goten?
Son Gorin y Son Goten siempre fueron muy diferentes. Uno de los ejemplos; Gorin jamás mostró alguna...
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Sus ojos se abrieron, los cerró y abrió varias veces para poder ver mejor y sacarse el sueño porque parecía haberse dormido. Fue cuando se dio cuenta que estaba en los brazos de alguien.
¿No estaba muerta?
Al parecer no.
- Se...¿Señor Piccoro?... -Habló la pequeña al verlo.
- Has despertado, Gorin.
- ¿Que pasó?... -Tocó el suelo cuando Piccoro la soltó.
- Gorin. -La nombraron.
- Goten, Trunks... -Los miró y estuvo apunto de abrazarlos.
- Me encantaría que se abracen, pero ahora no es muy buen momento...
Gorin miró hacia adelante para encontrarse con el nuevo Buu alto. Se alarmó al instante.
- ¿Y el templo...?
- Majin Buu lo destruyó por completo... -Le contestó el adulto.
No la había asesinado a ella, ¿por qué?
Se había comido a todos, pero lo único que recuerda es a él ahorcándola, ¿que fue lo que pasó después?
- No creo que ayude mucho, pero yo también pelearé... -Escuchó como Piccoro le hablaba a su hermano y amigo.- Y aunque lo intentemos y no lo logremos, moriremos juntos.
¿Qué?
- ¿Que vamos a intentarlo? -Habló Trunks.- ¡Yo no estoy para bromas!, sabe con quién se mete, Señor Piccoro. Aunque nos fusionemos no le ganaremos.
- ¡Es cierto! -Gritó Goten.- Quizá para usted esté bien porque es un adulto, pero nosotros somos apenas unos niños. ¡No queremos morirnos!
¿Ahora si iba a morir?
- ¿Y ahora que vamos a hacer? -Gorin los miró a ambos.
- ¡Ya sé!, nos queda una opción. -Contestó Trunks.
- ¿De que opción hablas? -Todos lo miraron.
- Vamos a darles disculpas.
- ¿¡Quee!? -Piccoro y Gorin cayeron de espaldas.
- Es así se simple, les daremos unos de sus dulces favoritos y ya verán que nos disculparán de inmediato. Así no tendremos que arriesgar nuestras vidas.
- Es cierto, probablemente nos perdone y así nos dará tiempo para volvernos a fusionar y acabaremos con él. -Goten contestó de acuerdo.
- ¡Ya cállense! -Gruñó Piccoro.
- ¡Ahora, Goten, Gorin! ¡Tienen que preparar muchos dulces!
- ¡Sii! -Goten contestó feliz y salió volando.
- ¿Y por qué tu no? -Gorin miró mal a su amigo.
- Pues porque yo tuve la idea.
- Oye, Trunks, por aquí no hay ninguna tienda. -Goten volvió.
