Capítulo cinco

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Un joven como LuHan no es fácil de evadir.
Sehun estaba sentado en la silla de su escritorio, con un bolígrafo en la mano mientras terminaba de firmar unos últimos documentos. Él se estaba preguntando cómo lo haría para llevarse a un chico como LuHan a la cama. No sabía si él accedería a las propuestas que tenía planeado hacerle hoy. Él podría negarse o incluso denunciarlo si tan solo le tocara un pelo. Su reputación y su trabajo estaban en juego, pero era un riesgo que iba a tomar. Besarlo sería estar en el paraíso y estaba casi convencido que LuHan sentía lo mismo por él. Lo sospechaba por la manera en que lo pillaba mirándolo por los recreos y después apartaba la mirada sonrojándose.

Seguramente era virgen. Tenía un aire sexual pero a la misma vez tan virginal que le era inevitable no sentir. Soñaba con hacerle el amor de mil maneras, una y otra vez, el castaño sabía que desearlo con tal intensidad era un error. No debía fijarse en un hombre que era diez años menor que él, tampoco debía mirarlo de una forma tan distinta en comparación a los demás alumnos. Pero ya no había manera de echarse hacia atrás. Él lo haría. Arriesgaría a perder su trabajo con tal de poder probar esa deliciosa boca y ese glorioso cuerpo.

Sehun sonrió cuando escuchó el timbre sonar, anunciando que las clases ya habían terminado. Miró ansioso el reloj que estaba colgado a la pared, las tres de la tarde. LuHan no tardaría en llegar. Se aseguró de tener todo lo necesario para la ocasión, guardándose en el bolsillo del pantalón uno de los preservativos que tenía en los cajones de su escritorio. Aún no lo usaría, pero sí más tarde.

El castaño dejó escapar un ronco “Pase” cuando escuchó que llamaban desde la puerta. Casi de inmediato quiso levantarse para ir hacia él a abrazarlo cuando lo vio entrar, pero se contuvo.

- Buenas tardes, Joven Lu - saludó cortésmente.- ¿Cómo se siente hoy?

- Bien, gracias.- le sonrió tímidamente, mientras ubicaba asiento en la silla giratoria frente a él. Dejó caer su mochila a su costado y juntó las manos sobre su regazo.- y por favor, llámeme LuHan. Es que no me gusta que me llamen por mi apellido.

- LuHan....- lo nombró. Y después sonrió. A él le gustaba su nombre. Y quería volver a llamarlo así, pero esta vez, su nombre envuelto en un gemido.- Está bien. Si usted se siente más cómodo saliendo de toda esta formalidad…

- Sí, por favor.- dijo y suspiró agradecido.

- Bien. Seguro has de estar preguntándote por qué hice que vinieras aquí después de clases.

- La verdad es que sí.

En eso, Sehun se levantó de su silla y rodeó el escritorio. La mirada de LuHan se mantenía fija hacia el frente, sin atreverse a mirarlo a los ojos. Sintió a Sehun caminar atrás suyo, y su corazón latió desenfrenado cuando oyó que cerraba la puerta con pestillo.

Era hora de la acción.

- ¿Sabes, LuHan? Últimamente me he dado cuenta que me has mirado mucho durante los recreos…

El rubio se ruborizó.

- Eso no es verdad.

- No mientas.

- Yo no miento.

La voz de Sehun se oía más cerca y LuHan sabía que estaba detrás de él. Luego abrió los ojos completamente cuando sintió que colocaba las manos en el respaldo de la silla giratoria, después lo volteó y se inclinó hacia delante con las manos sobre cada uno de los apoyabrazos de la silla. Instintivamente él se echó hacia atrás, pero el respaldo de la silla le impedía poder moverse más de lo que quería. LuHan deseaba poder huir de allí, pero sabía que Sehun no se lo permitiría.

- No te avergüences de decir la verdad, LuHan.- dijo él, acercando peligrosamente los labios a su mejilla. La barbilla del rubio tembló mientras Sehun le rozaba la mandíbula con los dientes.- Porque yo sí admito que te he mirado durante los recreos.

Sehun le sujetó el mentón para que no se moviera y lo besó. LuHan apretó los labios y se negó en responderle el beso, subiendo las manos hasta sus hombros mientras trataba con todas sus fuerzas empujarlo. Pero él no se rindió. Sehun agarró sus muñecas con las manos y lo mantuvo inmóvil mientras forcejeaba con meter la lengua en su boca.

El Director - HunHan (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora