𝑬𝒍 𝒅𝒊𝒐𝒔 𝒚 𝒍𝒂 𝒉𝒖𝒎𝒂𝒏𝒂 | 𝑀𝑎𝑛𝑗𝑖𝑟𝑜 𝑆𝑎𝑛𝑜 𝑥 𝑙𝑒𝑐𝑡𝑜𝑟𝑎

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Aaah. No había nada mejor que una buena taza de café por la mañana antes de ir a trabajar, y eso es justo lo que estaba haciendo Kaori Tachibana, la menor de los tres hermanos Tachibana, que trabajaban juntos en la misma empresa.

Kaori era una mujer de 24 años, trabajadora y especializada en el ámbito donde trabajaba. Toda su vida había estado estudiando y trabajando muy duro para llegar hasta donde está. Sin embargo, a todo el mundo siempre le ha sorprendido que la mujer nunca hubiera tenido pareja a pesar de lo bonita que era. Y no era porque nunca se le declararon, todo lo contrario: muchas personas le mandaban cartas a montones en el instituto, incluso si no era el día de San Valentín. Su principal motivo era... su sobreprotector hermano, Naoto.

Kaori salió de su casa y fue hasta el trabajo en coche, como todas las mañanas, e inevitablemente bajó la ventanilla para notar aquella brisa veraniega. ¡No podía esperar a terminar el día de hoy en el trabajo para irse a la playa a nadar por la noche, como todos los veranos!

Todo su buen humor del día no tardaría en esfumarse en cuanto llegó a la empresa, en donde encontró a sus hermanos, Naoto y Hinata. Kaori desde hace unos pocos días estaba un tanto enfadada con el mediano de los hermanos, y decidió mirar a otro lado nada más entrar por la puerta.

—Kaori —dijo Naoto con un serio mirar.

—Kaori, Naoto... —murmuró Hinata, la hermana mayor, un tanto preocupada por los dos—. Venga, no sigáis peleados, por favor...

—Eso me gustaría, pero ella no se atreve a pedirme perdón.

—¡¿Qué?! —exclamó Kaori, muy enfadada por escuchar aquel comentario. La cabeza giró hacia su hermano bruscamente—. ¡¿Pedirte perdón, yo?! ¡¿Quién te has creído que eres?!

—Soy Naoto Tachibana, hermano mayor de Kaori Tachibana y encargado de que mi hermanita no le entregue su corazón al primero que pille.

Hinata simplemente escuchó. Ella no sabía cuál había sido el motivo de que sus dos hermanos pequeños estuvieran peleados desde hace varios días, por lo que simplemente se limitó a escuchar.

—¡Nos estábamos conociendo, Naoto! ¡Eres tú quien no me permite conocer nunca a alguien con el que poder tener una relación amorosa!

—Mira, Kaori. Simplemente no puedes pensar que vas a conocer a tu verdadero amor por Internet. ¿Está claro?

—Haces todo lo posible para adivinar siempre mi PIN, revisas mis conversaciones hasta encontrar mis citas con las personas con las que quedo para conocernos, vas a estropear mis citas para sobreprotegerme como si fuera una estúpida niña de 13 años... ¡¿y yo tengo que disculparme?!

Hinata, al escuchar eso, se sumó a su hermana a la hora de mirar con enfado a Naoto. Él simplemente frunció el ceño, bastante molesto.

—Naoto, Kaori ya no es una niña. Es solamente un año menor que tú y sabe lo que hace —defendió Hinata.