Tomasa: a que hace un rato, el enfermero puso en su lugar a Diego... le dio dos tremendas bofetadas que creo que una patada de mula le hubiera dolido menos a su nieto...

Sorprendido, el anciano aseveró: si Julián hizo eso es porque seguramente Diego lo estaba molestando y lo ofendió...

Tomasa: por supuesto que fue así... yo no alcancé a escuchar por qué discutían, solo vi el par de cachetadones que el joven Diego recibió...

Don Serafín no pudo evitar reír imaginándose la escena: jajajaja... pues me alegro, ya era hora que algún doncel pusiera en su lugar a mi nieto... ojalá Carlos y Mauro también recibieran unas buenas bofetadas... solo espero que Diego no haya intentado golpear a Julián...

Tomasa: no patrón... el joven Diego se quedó mudo y no le quedó de otra más que sobarse las mejillas...

Serafín: jajajajaja... hubiera deseado verlo, cof, cof...

Tras unos segundos de silencio, el anciano habló: Tomasa, ¿estás pensando lo mismo que yo?

Tomasa: ¿a qué se refiere patrón?

Serafín: a que en muy poco tiempo Julián me ha demostrado lealtad, nobleza... y sobre todo carácter... creo que él es la pieza que faltaba para el plan que te conté...

Tomasa: se refiere a lo que piensa hacer para darle una lección a sus nietos...

Serafín: sí, Tomasa, cof, cof... no puedo morirme dejando las cosas como están... tengo que asegurarme de que mis nietos no van acabar con lo que tanto trabajo me costó construir... solo me hacía falta un engranaje para llevar a cabo mi plan y ya lo encontré... esa pieza que me faltaba es Julián...

**********

En casa de la familia Montero, el doctor César discutía con su hijo: ¿por qué Daniel? ¿por qué me mentiste diciendo que Mauro te había deshonrado?

Llorando, el caprichoso doncel reconoció: porque Mauro terminó conmigo y se fue con otros donceles, yo quería vengarme de él...

Montero: sí, pero hay otras formas de hacerlo... ¿no te das cuenta que si yo hubiera hablado con su abuelo, lo habrían obligado a casarse contigo? ¿eso es lo que quieres? ¿que se case contigo por obligación?

Daniel: estoy enamorado de Mauro y soy capaz de cualquier cosa para no perderlo...

Conmovido por las lágrimas de su único hijo, el médico se acercó para consolarlo: pero Dani, ¿cómo puedes decir eso? No te das cuenta que si te casas con Mauro por obligación y no por amor, tu matrimonio terminaría convirtiéndose en un infierno, yo no quiero eso para ti...

Daniel: es que estoy seguro que viviendo con Mauro puedo lograr que se enamore de mí... puedo lograr que me ame tanto como yo a él...

Montero: no hijo, hablas así porque eres muy joven y no tienes experiencia, pero un matrimonio sin amor está condenado al fracaso... sostener un matrimonio es difícil aun cuando hay amor, ahora imagínate cuando no lo hay... además, para serte franco, yo no creo que estés enamorado de ese muchacho... para mí que todo esto es un capricho...

El ojiavellana se alejó de su padre diciendo en voz alta: no es un capricho... yo amo a Mauro... es el primer hombre al que he amado tanto...

Los SementalesWhere stories live. Discover now