Capitulo 2

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Toque el timbre de la casa de Bruce, cuando vi que nadie habría la puerta volví a tocar. Inmediatamente abrió un Bruce con cara de fastidio, le di una mirada nerviosa y se voltio ignorándome. Entre a la casa y pude escuchar los gritos de mi hermana y sus amigas, seguramente estaban viendo una película de terror.

Cerré la puerta y fui hasta la cocina donde estaba la mamá de Bruce preparando chocolate caliente. Esta me vio y vino hasta mi para darme un abrazo de saludo.

-Kellen, tenías tiempo que no venias por aquí. -Dijo con una sonrisa.

-Sí, es que he estado muy ocupado con el trabajo y la escuela.

-Me imagino -Me dijo dándome una mirada de compresión. -Las niñas están viendo una película y les estoy haciendo chocolate caliente, puedes acompañar a Bruce a llevarle un encargo a Jen mientras que terminan de ver la película.

Mire a Bruce que estaba en la pared de la cocina recostado, este me miro con una mirada matadora. Era obvio que no quería que lo acompañara y yo menos lo quería hacer. No me iba arriesgar estar solo con él, sabía que Bruce no se atrevería de golpearme sin sus amigos, no sabía por qué pero ya lo había comprobado en varias ocasiones.

-No se preocupe Sra. Kate. No quiero ser una molestia, yo me puedo quedar aquí a esperar.

-Oh! No. Vas a estar aburrido y no vas a ser una molestia para Bruce. Así que vayan rápido para que no lleguen tarde. -Dijo entregándonos unas galletas envueltas en bolsa como adorno.

Eran dos paquetes grandes, tome una y Bruce el otro. Y nos fuimos al auto de la Sra. Kate, pusimos los dos paquetes en la maleta del auto y me senté en el copiloto. Bruce prendido el auto sin decir nada, y partimos a la casa de la Sra. Jen. La mamá de Bruce era pastelera, siempre le hacen encargos y más la Sra. Jen ya que ella tiene una guardería de niños, lo sé porque mi mamá es muy amiga de ellas dos. Las tres son amigas desde la secundaria, ellas esperan que Bruce, Steve y yo seamos amigos como ellas, pero no creo que pase. Steve odia a Bruce y Bruce me odia a mí, es muy raro ya que siempre tenemos que ir a reuniones familiares y vernos las cara. No sé por qué Steve odia a Bruce, solo se que un día Bruce me empezó a golpear y Steve lo que hizo fue mirar cómo me destrozaban. Desde ahí nuestra amistad cambio completamente.

Llegamos a la pequeña guardería de la Sra. Jen, Bruce abrió la maletera y agarro un paquete para pasar a mi lado ignorándome yo hice lo mismo pero cerré la maletera. Entramos y en la recepción estaba una chica y Steve.

-Hasta le coqueteas a la empleada de tu mamá. Steve, me sorprendes -Dijo Bruce con notorio sarcasmo.

Steve subió la mirada hacia nosotros y su rostro se volvió serio.

-Amy ve a buscar a mi madre -Le ordeno a la chica de la recepción, inmediatamente esta se fue por el pasillo dejándonos solos a los tres.

-¿Acaso ahora son amigos? -Nos preguntó Steve alzando una ceja.

Yo solo baje la mirada, me sentía intimidado de estar en la misma habitación que ellos dos. No era una sensación nada agradable.

-Eso jamás. -Dijo Bruce serio.

Sentí la mirada de Steve sobre mí, pero en ningún momento lo mire. La voz de la Sra. Jen se hizo presente.

-Hola chicos. Gracias por traerme las galletas, pueden ponerlas en la mesa.

Ambos asentimos y pusimos los paquetes en la mesa que nos habían dicho.

-Kellen, ¿Cómo está tu mamá? Tengo días que no hablo con ella.

-Está bien, ahorita está en el trabajo. -Dije amablemente.

-Oh... La llamare en la noche.

-Lo siento, pero llegara en la madrugada. Hoy me toca cuidar a los niños. -Conteste tímidamente, esta asintió pesadamente y me miro triste.

-Está bien. Dile que cuando pueda me llame, tenemos que reunirnos. -Dijo de nuevo con una sonrisa en el rostro.

Asentí y Bruce y yo nos despedimos para luego volver al auto.

-Bruce, ¿podemos ir al mercado?

-¿Que te hace creer que te voy hacer un favor? -Dijo burlón.

Sabía que no me iba a llevar, solo creí que el por primera vez en todo este tiempo seria como antes. Es claramente que eso no paso y lo más probable es que no pasar...

-Está bien, te llevare. -Dijo suspirando.

No se si había escuchado bien o mal, él había dicho que si. Y no me pidió nada a cambio, estaba sorprendido. Tal vez él volvería a ser como antes. Por primera vez en el día paso algo bueno.

Bruce se estaciono en un pequeño mercado y entramos. Busque un carrito y me puse a buscar las cosas de la lista de mamá, primero era la leche luego los huevos. Así sucesivamente hasta que encontré todo lo de la lista, me fui a pagar y en ningún lado vi a Bruce. >> Puede que esté en el auto -Pensé. << termine de pagar y salí de la tienda para ir hasta el auto, ahí estaba Bruce recostado en la puerta. Este me miro y entro al auto, hice lo mismo y salimos de ese lugar.

-Necesito ir donde el Sr. Johnson a retirar un paquete de mamá. ¿Puedes llevar... -Antes que terminara la pregunta me interrumpió secamente.

-Está bien.

Esa respuesta no me la esperaba, su comportamiento era muy extraño. Creí que tenía que rogarle pero no fue así y eso me hizo sentir muy bien. Al menos no me ha pegado en todo el día y eso es un gran progreso, pero también estoy empezando a sospechar que esto me saldrá muy caro. Es decir, no se ha comportado groseramente conmigo siento que algo trama. Y no es nada bueno.

Bruce se estaciono a un lado de la calle y abrí la puerta para ir a la tienda del Sr. Johnson, entre y lo salude amablemente. Me entrego el paquete y me fui para volver al auto donde estaba Bruce esperándome adentro de este. Cuando ya estaba adentro del auto, Bruce se me quedo mirando.

-¿Ya podemos volver a casa?

Asentí penosamente y partimos para la casa de Bruce. En todo el camino solo se escuchaba la música del radio, ninguno de los dos dijo algo. Llegamos y ambos nos bajamos para entrar a la casa.

Se escucharon unas risas que provenían de la cocina, ambos fuimos hasta allá y una pequeña niña pelirroja (no tan pequeña) salto a mis brazos gritando mi nombre con entusiasmo inmediatamente la alce con mis brazos para darle un abrazo.

-Te extrañe.

-Y yo a ti, mi cereza -Le respondí a mi pequeña hermanita de ocho años.

Ambos nos despedimos y fuimos al auto de Bruce (este se había ofrecido a llevarnos) la verdad fue una sorpresa para todos, hasta para la Sra. Kate. Tal vez Bruce estaba empezando a cambiar, tal vez dios escuchó mis plegarias y tal vez este era tan solo un comienzo de que mi vida cambiaria. Puedo decir libremente que esto hizo que mi día, mi semana e incluso mi mes fuera el mejor en tanto tiempo.

Llegamos a casa ya fuimos a buscar a los gemelos. Bruce me ayudó a bajar las cosas. Ahora estábamos en la puerta de la casa.

-Gracias por todo -Dije intimidado por su presciencia.

El solo me miro y asintió. Se volteo y empezó a irse a su auto, cuando de repente algo hizo que se detuviera y volviera a voltearse hacia mí.

-Luego te cobrare por lo de hoy. -Dijo para volver ir a su auto y perderse en el norte de la calle.

Su Joven CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora