Void [Ray x child!reader] ©RoseSanae55

Capítulo 3

-A ver si entendí… ¿Tú eras el espía de mamá? _preguntó Emma intentando comprender la situación_ ¿Y ___ no tiene fobia social, sino que estaba fingiendo todo el tiempo?

-Exacto. Los hice ir intencionalmente a la puerta aquel día para que supieran la verdad. Ya estaba en mis planes que ustedes lo vieran todo y comenzasen a planificar la huida, pero lo que sí no calculé era que dejaran a Little Bunny en la puerta y que comenzasen a decir tonterías como escapar juntos.

-Mamá sabe que se traen cosas entre manos, por eso la hermana Krone también está aquí. Aunque según sus rutinas, mamá no tiene ninguna intención de castigarles o algo así, Krone solo está para vigilarlos. En resumen, no pretende castigarles ni nada por el estilo, solo quiere mantener al rebaño calmado hasta que les llegue la hora, así de simple _añadió la peli___ estirando sus brazos_

-Igualmente, no podemos asegurar que no vaya a hacer nada si descubre quienes estamos implicados. _comentó Norman_ Que quiera mantenernos a raya es normal, pero me preocupa que la hermana Krone pueda estar tramando algo también, después de todo, se intenta acercar a todos los niños del orfanato de una forma demasiado sospechosa, como si quisiera obtener algo de nosotros.

-Krone no será un problema desde que tenemos un señuelo _se burló Ray_

-¿Señuelo? _interrogo Emma_

-Así es. ___ ha estado haciendo de señuelo por nosotros para que pudiéramos elaborar el plan con más tranquilidad. Krone no le quita los ojos de encima, así que ignora cualquier pequeño detalle que nos concierna. Por ende, lo importante es determinar cómo saldremos de aquí antes de la próxima recogida.

-Lo tenías todo calculado, ¿verdad?

-Naturalmente. Solo falta cubrir algunos detalles mínimos y todo estará resuelto.

Permanecieron hablando un rato más hasta que finalmente dejaron el bosque, claramente, menos “el señuelo” que debía seguir distrayendo a Krone. Emma, Ray y Norman se reunieron con Gilda y Don, momento en el cual las chicas compartieron cierta información también. Habían descubierto una posible habitación secreta, según Ray, la sala donde Isabella hacía sus informes regulares a la sede que dirigía las granjas. Aunque todos se plantearon no meter las narices en ello por el momento, pues no era conveniente hacerlo, Don, siendo impulsivo como bien era sabido, no pretendía mantenerse a raya y se decantó por entrar a dicha habitación oculta para conocer a la verdadera Isabella. El moreno robó la llave de Isabella en cuanto tuvo la oportunidad y con Gilda, entró a dicha sala, encontrando en ella los juguetes de los niños que se habían marchado del orfanato y algunas cosas interesantes, además. Por otro lado, Emma fue con Ray y Norman a la biblioteca, afirmando que quería presentarles a alguien. Había localizado varios mensajes en algunos libros de un autor llamado William Minerva, los cuales estaban en código morse ubicados en un logo que traía cada libro. Según Emma, Phil, uno de los más pequeños del orfanato, había sido quien encontró esos mensajes y le dijo del pequeño detalle…

En la noche, los 6 mayores volvían a reunirse, aunque más que nada porque Don y Gilda querían saber la verdad detrás del asunto. Después de haber entrado a la sala secreta de Isabella, sabían perfectamente que se les estaba ocultando algo más y exigían saberlo. La tensión en la sala era pesada y el silencio de la noche no ayudaba a apaciguarla. Don estaba realmente furioso y Gilda no sabía siquiera qué decir ante la situación. Por mucho que Ray, Emma y Norman trataron de explicarles el motivo por el cual adornaron la verdad, el moreno reaccionó de forma violenta y pegó a ambos chicos, aunque se detuvo de pegar a Emma, pues esto sería caer demasiado bajo. La pelinaranja se disculpó con este luego de que saliera al jardín por su frustración y nuevamente pidió su ayuda para concretar el plan, aunque ahora, sabiendo la verdad, ni Don ni Gilda se negaron a ello, pues ya estaban en más confianza. Mientras estaban en el jardín, solamente Ray notó que estaban siendo observados, aunque nunca supo quién pudo ser, le preocupaba que pudiese ser Isabella o Krone, por ende, ___ se prestó para ir a investigar, pero no volvió en un buen rato y esto ponía a Ray de los nervios.

___ no volvió a aparecer ni siquiera a la mañana siguiente, Emma y Norman también notaron ese detalle y no pudieron evitar preocuparse al respecto, pues Krone estaba de nuevo con los niños y esta vez sí que tenía un ojo sobre ellos, es decir que la peli___ no estaba haciendo de señuelo en esos momentos. Su súbita desaparición era simplemente preocupante, pero no lo dieron a notar para no levantar sospechas. Ray fue a distraer a Isabella mintiendo sobre un supuesto plan de asesinato por parte de Norman mientras los otros 4 iban al bosque a finiquitar detalles del plan, pero no contaron con que Krone les estaba esperando. La sonrisa en el rostro de la mayor denotaba que sabía más de lo que se pudiera esperar y el albino no tardó en sospechar que la desaparición de la de hebras ___ podía bien ser cosa suya. Krone fue directa al grano, pidió una alianza con aquellos 4 niños, sabía bien que no eran tontos, por lo que propuso un trato conveniente para ambos bandos con el fin de ganar algo de confianza por su parte. Norman accedió a hacer el trato, no veía razón para negarse, pero la cautela nunca estaba de más, aparte de que necesitaba cerciorarse de que la desaparición de ___ no tenía nada que ver con ella, y de ser lo contrario, tomaría medidas contra Krone. Sin embargo, la mayor lo tenía todo planeado, tras citar a Emma y Norman a su habitación y hablar con ellos en un intercambio de información, descubrió que sabían dónde se encontraban los transmisores y cómo destruirlos, preguntas que estos antes habían hecho solo para despistarle, pero Krone fue más astuta y sacó ventaja de ello.

Sin más remedio, Norman y Emma informaron a Ray de ello, aunque este estaba más preocupado por el hecho de que ___ seguía desaparecida y no tenía idea de dónde podía estar. Decidió ignorar ese hecho para planificar otras cosas con los otros dos, después de todo, había obtenido lo único que le faltaba para poder inutilizar los transmisores dado que Isabella le había dado su recompensa por hacer de espía para ella. Intencionalmente, el pelinegro tendió una pequeña trampa para Krone, pues ahora que tenía consciencia de que había descubierto una carta de Emma y Norman, no podía simplemente dejar que metiera sus narices en sus planes más de lo que ya le había hecho. Sabía que Krone iría a sus habitaciones a buscar pruebas y dejó allí una nota oculta con un supuesto secreto de Isabella, a quien Krone quería quitar de su puesto como mamá de un modo u otro. Cabe decir que la mayor mordió el anzuelo, pero cuando menos lo esperaba, Isabella jugó sus cartas y le sacó de la granja con el pretexto de que le habían asignado un puesto como mamá en la cuarta planta, cuando en realidad no era así.

Con Krone fuera del camino, Ray, Emma y Norman se reunieron con Don y Gilda para planificar una exploración a las cercanías del gran muro que los separaba del exterior. Emma y Norman irían a revisar la zona y Don yGIlda estarían al pendiente mientras jugaban con los pequeños para montar una fachada. Ray iría a distraer a Isabella para ganar tiempo, pero si se daba el caso de que algo salía mal, Don y Gilda serían avisados para detener a Norman y Emma. Parecía una situación perfecta para fingir que Isabella lo tenía todo controlado, pero la jugada salió mal para Ray, y se dio cuenta de esto cuando Isabella confesó ciertos eventos justamente cuando pretendían ir a cambiar los fármacos con los que Norman pretendía “matar” a la mayor.

-La he eliminado _inició Isabella con su serenidad tan característica. Ray se detuvo ante lo que dijo, procesando lo que acababa de escuchar para buscarle lógica alguna a la repentina frase_ He eliminado a la hermana Krone _argumentó la mayor, a lo que el pelinegro se mostró sorprendido y se apresuró a una habitación cercana, donde supuestamente llevaría a cabo su pequeño plan de distracción, pero Krone no estaba allí como él esperaba que fuera_ Y lo mismo hago contigo, Ray. Nuestro trato finaliza aquí, ya no te necesito.

-¿Qué? ¿Me despides? ¿Por qué? Me necesitas, ¿no es así? Me necesitas para controlarles indirectamente, como hasta ahora. Lo he estado haciendo bien.

-Eras un perro fiel, sí. Y lo hacías muy bien… Aunque solo fueras un sucio mentiroso.

-Eso no tiene importancia si puedes seguir usándome, ¿no es así? _se apresuró a decir el menor_

-En efecto, pensaba usarte hasta el final, pero no tengo de otra, es un despido improcedente. Hasta yo lo lamento, no estaba en mis planes hacerlo, pero la situación ha cambiado. A partir de ahora me encargaré yo…

Dicho esto, Ray intentó contener a Isabella, pero la mayor tenía muchísima más fuerza que este siendo que solo era un niño de apenas 11 años. No le costó en lo absoluto soltarse de su agarre y darle un buen empujón para lanzarle al interior de la habitación vacía. Isabella cerró la puerta desde afuera y encerró a Ray en el interior de la sala mientras revisaba su radar para averiguar lo que pasaba fuera del orfanato. Descubrió a Emma y Norman solamente con notar la velocidad a la que se movían las señales de sus transmisores.

-Ah, no te preocupes por los fármacos, de todos modos, tú estás para cubrirme. No puedes dejar que me maten porque sabes que no les conviene, ni a ti, ni a ellos dos. Tendrán que buscar una mejor vía para eliminarme. Gracias por tu trabajo, Ray, lo has hecho bien. Al igual que ella…

-¿Quién? _preguntó el de hebras azabaches mientras intentaba empujar aquella puerta_

-Hablo de tu preciado señuelo, Ray. No creas que no he notado lo que han estado haciendo. Muy hábil por su parte el fingir ser del montón y de señuelo a la vez. Pero esta vez no va a resultar. Además, antes de irme te voy a aclarar una cosa. Alégrate, ambos serán recogidos el mismo día, es un producto excepcional. Créeme que no ha vuelto a fallar una sola pregunta en estas últimas 48 horas, sin dudas, a ellos les encantará que envíe un producto de tal calibre.

-Fuiste tú…

-¿Pensabas que había sido Krone? Ella era ingenua como para caer en su treta, y pensar que solo es una cría de 10 años, se las ingenió muy bien para tener a Krone en la palma de su mano y darles tiempo a ustedes de hacer de las suyas, por eso tuve que deshacerme de Krone y moverme por mi cuenta.

-¡¿Dónde está?!

-Está bien, por supuesto. No tienes por qué alterarte tanto. Solo era un señuelo, ¿no es así? Has visto a muchos niños irse y a otros tantos llegar aquí, no tiene por qué importarte lo que le suceda a otra que será llevada eventualmente. ¿O acaso te importa tanto? _respondió Isabella con una sonrisa de complacencia. Los leves empujones a la puerta cesaron tras sus palabras, lo cual era una clara señal de que estaba en lo cierto hasta determinado punto_ A diferencia de ti, ella al menos sabe mantener los nervios fríos, Ray, por eso es que puedo leerte tan fácilmente. No tienes que preocuparte, no le pasará nada, a menos que ustedes así lo quieran. Nos veremos luego, gracias por tu trabajo hasta ahora _finalizó para luego marcharse_

Don y Gilda se alarmaron de ver a Isabella salir del orfanato y o haber recibido señal alguna por parte de Ray. La mayor solamente iría a por Emma y Norman, sabía que Gilda y Don no representaban amenaza alguna. El moreno se apresuró al interior de orfanato en busca del pelinegro tras pedir a Gilda que no se moviera, y, tras encontrarlo y tirar abajo la puerta para sacarle de aquella habitación, corrieron al bosque a toda velocidad para detener a Isabella. De igual modo, para cuando llegaron, todo estaba patas arriba. Emma tenía una pierna rota e Isabella no tardó en dar la noticia de que el siguiente en ser recogido sería Norman, dando a entender con esto que su plan se había ido al traste. La mayor regresó al orfanato con los 5 mayores niños con ella, Emma en sus brazos al no poder caminar. Mintió descaradamente a los más pequeños sobre la verdadera causa de la herida en el pie de la pelinaranja y le dejó en su habitación para que descansara con tal de que fractura sanara pronto, pues Emma debía estar en perfecto estado para su futura recogida.