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Abrió los ojos muy alterado, no entendía nada, sentía su cuerpo raro, sabia que algo le faltaba pero no lograba comprender que era exactamente. Vio el cuarto con miedo, el sonido de un bip hacia eco en el lugar y lo molestaba, parpadeo un poco antes de quedarse mirando hacia la nada.

Salió de su estado al ser segado por una luz que apuntaba directamente hacia sus ojos, sacudió un poco la cabeza para poder aclarar su vista, lo primero que vio fue a los médicos y enfermeras que parecían ¿Aliviados? ¿Pero aliviados de que? Se preguntaba mientras observaba como ellos salían del lugar y se quedaban en la entrada conversando. Volteó su mirada hacia la ventana del cuarto, por alguna razón el día se veía ¿Triste? El sol no estaba, el cielo estaba gris y cubierto por un montón de nubes, las calles se veían vacías y casi no había un auto pasando. Era muy inusual eso ya que esa calle parecía ser muy transitada o bueno eso presentía el al ver la cantidad de negocios que se encontraban en los exteriores.

Después de tener una pequeña plática con los médicos el estadounidense estaba más que preparado tanto física como emocional mente para ver a su esposo, había pasado horas desde que el peruano había sufrido de aquel terrible suceso y había perdido la conciencia al desmayarse. Suspiro pesadamente tratando de calmarse y encontrar las palabras correctas para darle la terrible noticia al menor, pero no sabía cómo hacerlo ya que no lograba entender del todo lo que había pasado. Aún estaba confundido por el acontecimiento que sin duda lo marcaría de por vida, todo el día parecía haber ido perfecto, ese día había sido la fecha donde iban a revelar el género de su futuro bebé a su familia y a ellos mismos, ya que nunca se atrevieron a querer saberlo antes de tiempo.

Recordaba el sonido del globo al estallar y el grito de sus invitados al ver de qué color era el confeti. Un rosa pálido lo que significaría que tendrían una niña estaban tan felices por la noticia, aunque a ellos no les importaba mucho el género de su primogénito no podían negar que deseaban que fuera una niña, deseo que se les fue cumplido pero a la vez arrebatado. Recordaba como el latino empezaba a sentirse mal, se tocaba la espalda y algunas veces el vientre sin cesar y parecía que le dolían mucho esas partes, pregunto pero recibió un - No te preocupes - Por parte de su esposo que no paraba de agarrarse aquella zona del cuerpo, se separaron un rato del festejo y fue a dejar al Omega a su dormitorio para que pudiera descansar un poco - Tal vez es el cansancio - Pensó para tranquilizarse, era primerizo en estos temas así que no sabía que pensar exactamente.

Y se lamentaba el no haber sabido algo al respecto...Después de dejar al peruano en el dormitorio se fue un rato más a festejar con su familia y amigos, se la estaba pasando bien junto a las personas que más quería pero le entristecía un poco que su esposo no se encontrará con el.

Aún se le ponían los pelos de punta al recordar aquel horrible grito que acabo con toda la celebración rápidamente fue a ver qué había pasado, encontrándose con una escena que le quitó la respiración. En ese momento no supo como reaccionar ante lo que estaba presenciando ¿Y como se supone que sabría hacerlo? Si era la escena más horrible y triste que había visto en toda su vida. Otro grito lo saco de sus pensamientos y lo hizo volver.

Corrió hacia el Omega para tomarlo entre sus manos, manchando se de la sangre de este, saco su celular y marco al 106, cuando lo atendieron grito que necesitaba una ambulancia inmediatamente. Mientras hacía eso podía sentir al latino retorcerse del dolor mientras soltaba quejidos, lo cargo y salió corriendo hasta la salida para esperar al vehículo. Su cuerpo temblaba al sentir la sangre escurrirse entre sus manos y a su pareja suplicándole que lo ayudara mientras jalaba su polo para llamar su atención. Miro al peruano a los ojos notando como estos perdían poco a poco aquel brillo que antes poseía el chico en su mirada, se notaban opacos y sin vida cosa que lo asusto eso no debería ser así, estaba tan nervioso y preocupado de no perder a su amado que no le importo en lo mas mínimo los gritos que se escuchaban en el fondo. La ambulancia tardaba en llegar y eso lo desesperaba SU ESPOSO SE ESTABA MURIENDO EN SUS BRAZOS Y ELLOS SE TARDABAN UN SIGLO EN LLEGAR, de verdad no podía creerlo sabia que el sistema de salud era malo pero no sabia que tanto. Estaba tan desesperado por querer llegar rápido al hospital para salvar a su pareja e hija, tenía mucho miedo y temblaba sin control, abrazaba al omega en busca de protegerlo.

Mi cuidador Usper Onde as histórias ganham vida. Descobre agora