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Pasado el mediodía parecía que al fin terminaba el enojo del de ojos verde azulados, porque al fin se sentó junto a él con el desayuno en sus manos, lo miró de reojo y volvió su mirada a la laptop.   

─Sigo enojado─ dijo saboreando la comida con gusto, porque todo lo que cocinaba su novio era delicioso, pero con una mueca de molestia, porque seguía enojado ¿Quién no ayudaría a su pareja en apuros? ¡Claro solo él!   

─Me alegro─ continuó tecleando ─¿Te gusto el ciambelle de crema que hice?─   

─¡Si! Esta delicioso─ habló con una sonrisa ─No sé cómo los haces, pero ningún bar tiene unos ciambelle tan ricos como los que tú haces─ continuó comiendo alegremente olvidando por un momento que estaba enojado ─¡Ey! ¡No cambies de tema!─ le miro y el contrario no le ponía ni el mínimo de atención ─¡Ey! ¡Ey! ¡Hazme caso cuando te hablo! ─ se quejó picándole en las costillas   

─Puff… estate quieto Giorno estoy ocupado─ intento mantener su semblante serio, no quería que descubriera que algo tan tonto le daba cosquillas   

Lo que no sabía Leone es que Giorno se había dado cuenta claramente de la reacción que tuvo, dejó el plato a un lado y centró su atención en este ─Ohhhh… Leone Abbacchio, el gótico malhumorado que da más miedo en el mundo tiene cosquillas… ohhhhh─ habló burlonamente dirigiendo sus manos nuevamente a ese sitio   

─Aléjate Giorno enserio estoy ocupado─ dijo alejándose del rubio   

─Jaja… me las puedo cobrar ahora─ se acercó con una sonrisa maléfica   

─¡Giorno! ¡Giorno aléjate! ¡Último aviso!─ puso la laptop en la mesa de centro para evitar desastres  

─Jaja… ¿Por qué te asustas tanto?─ se abalanzó hacia él sin dudarlo empezando a hacerle cosquillas   

─¡JAJAJAJAJA! ¡Giorno no! ¡JAJAJAJA! ¡Espera! ¡Espera!─   

Se unió a la risa del peliplateado, era agradable y gracioso a la vez verlo reír de esa manera. Así pasaron unos minutos antes de que terminaran muriendo de la risa, se recostó sobre su regazo escuchando lo acelerado que estaba su corazón ─Oye Leo te tengo una propuesta para perdonarte por lo de hoy─   

Lo abrazo fuertemente mientras miraba a otro lugar, estaba avergonzado, y quien no lo estaría luego de algo así, qué vergüenza ese no era su comportamiento definitivamente ─¿Perdonarme? Pensé que ya no estabas enojado─   

─Claro que lo estoy─ se quejó ─Tienes que hacer algo para que te perdone─   

─No, gracias─  

─¡Leone!─ volteo a mirarle   

─Hmp… eres demasiado consentido, el mundo no funciona así Gio─ le jalo una mejilla con nada de delicadeza y luego le soltó   

─¡Auch!─ se quejó sobándose la mejilla ─Al menos escucha la propuesta─   

─Te escucho─ retiró un mechón del cabello dorado y lo puso tras la oreja de este, si supiera lo hermoso que se veía ante sus ojos con el cabello suelto  

─Mi padre me dijo que ¿Qué tal sí? ─ sonrió ─¡¿Qué tal si vamos a pasar esta semana de vacaciones allá?!─ dijo emocionado   

(¡Claro que no!) pensó de inmediato, pero no dijo nada  

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