Apocalipsis• [Ohmnanon]

Un año.

Ohm. 🧟‍♂️

Camino suavemente entre los autos de la cuadra, acomodando mi mochila bien, porque hay nueve mordedores cerca de la puerta del hotel.

Me pregunto qué los ha atraido.

Apenas está amaneciendo y espero que Nanon no haya despertado antes, porque si no me matan estos zombies, va a matarme él por haber salido solo sin avisarle

Veo cuántas balas me quedan, y el machete en mi mano, aunque son varios están alejados el uno del otro, por lo que no será difícil acabar con ellos.

—Bien —susurro agarrando una piedra del piso y la lanzo hasta el otro lado de la calle, sobre el auto que hemos encontrado días atrás.

Eso tiene su atención y los que están cerca voltean hacia ahí, caminando lentamente.

Doy algunos pasos para alcanzar a los que quedan atrás, y atravieso las cabezas de dos con el machete, regresando a esconderme antes de que los otros se den cuenta.

—Dos de nueve, no está mal —me digo a mi mismo y luego golpeo mi cabeza porque he hablado fuerte.

No me asusta que hayan escuchado los muertos, a mí me asusta Nanon.

Camino hacia el otro lado, escondiéndome entre los restos de autos destruidos que hay, y subo sobre un buzón para ver la forma en que están ubicados.

Puedo con los cuatro menos alejados según mis cálculos mentales, y no quiero usar las balas así que voy por los costados cortándoles las cabezas por la mitad fácilmente.

Quedan 3.

Podría solo dispararles y ahorrarme el resto del trabajo.

—¿Dónde estabas? —pregunta Nanon desde la entrada con los brazos cruzados y le señalo a los zombies, pero él ni los mira— ¿Sabes cuánto me preocupe por ti, estúpido?

Uno de los muertos corre hacia la puerta y saco el arma para dispararle en la cabeza, antes de que llegue a su lado.

—Amor —digo nervioso moviendo mi pie contra el suelo— ¿Podemos tener esta conversación cuando no esté presente esta gente que quiere comernos?

—Aún no respondes —suelta entre dientes, caminando hacia mí.

Uno de los dos que quedan se le acerca gruñendo y Nanon lo patea, haciéndolo caer al piso, para tener tiempo de sacar su cuchillo.

Tengo ganas de decirle a ese pobre muerto que ya no lo haga enfadar o nos va destrozar la cabeza a los dos.

—Silencio tú, estamos hablando —le dice atravesando su cabeza en el piso varias veces.

Me mira y retrocedo un poco, aún teniendo a la vista al último.

—Tenía que recoger algo.

—¿Y por qué no me avisaste, Ohm?

Puedo ver en su rostro que está bastante afectado, y lo entiendo, pero era necesario.

—Non, nadie va a matarme, soy yo, sabes que puedo cuidarme.

—Nunca habías salido sin decirme nada, pensé en muchas cosas terribles que pudieron pasarte.

—Perdón —susurro abriendo la mochila.

—Yo nunca te haría algo así, porque te amo y te respeto y tú eres irresponsable, y…

Sonrío cuando se calla porque le muestro el anillo.

—Quería que sea sorpresa, feliz aniversario —digo haciendo un puchero— ¿Ya me perdonas?

Nanon sonríe al instante pero escucho que un gruñido se acerca.

—Estás interrumpiendo —le dice sacando su arma y le dispara en la cabeza varias veces.

Cuando cae al piso, se acerca para destrozarle lo que queda de su cráneo pisándolo con fuerza.

—Amor, ya se murió.

—Sí, pero me caía mal, solo soy un chico que quiere recibir su regalo de aniversario, sin que alguien esté intentando matarme.

Me río acercándome a él y agarro su cintura para jalarlo hacia mí.

—¿Me perdonaste?

—Depende —responde agarrando mi mochila— ¿Qué más hay acá?

Suspiro al ver lo lindo que luce concentrado en las bolsas que encuentra.

Bueno, no estuvo tan mal.

—Oh, por cierto —agrega mirándome— ¿Recuerdas a la gente que lleva semanas construyendo un campamento por el parque?

—Sí.

—Los maté a todos porque creí que te secuestraron y te estaban escondiendo, luego revisé y me di cuenta que no estabas, quise disculparme con ellos, pero ya estaban muertos, es una lástima.

Eso tiene sentido, porque es algo que yo hubiera hecho.

—¿No te hicieron daño a ti? —pregunto revisándolo y niega con la cabeza.

—Pero me cansé porque eran muchos —dice haciendo un puchero y acaricio su carita— y algunos intentaron defenderse, se escondían y me hicieron perder el tiempo.

—Es que la gente hoy en día es así de desconsiderada, Non, pobrecito, seguro fue agotador, ahora me siento peor, ¿quieres subir a descansar mientras te hago el desayuno?

—Sí —dice sonriendo de nuevo y se estira hasta mi boca para besarme.

Va de vuelta hacia el hotel y camino detrás de él.

Me pregunto a cuánta gente mi novio va a matar el próximo año cuando salga a buscar su regalo.

Eso es divertido.

🌻
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F I N

Historia 2.