Capítulo 11

103K 5.4K 1.8K
                                    

Capítulo once

Para ser sincera, percatarme del cambio en la relación que estaba creando con Matthew fue alentador. Hasta ese entonces no estaba acostumbrada a tener consuelo ni apoyo en alguien cuando todo se derrumbaba, mas, parecía que él era el candidato ideal para sostenerme en momentos difíciles. Simplemente con un abrazo lo cambiaba todo, unas caricias en mi espalda o unos susurros repitiendo que todo estaba bien, o incluso cuando acomodaba mi cabello tras mi oreja o mis hombros, solo eso necesitaba para sentir que podía con el mundo. Esos pequeños gestos que me regalaba expresaban más de lo que él decía con palabras.

¿Pero cómo poder describirlo? Dios, Matthew Clark... Cualquiera podría decir que él era un témpano de hielo, indiferente, antipático, individualista o egoísta, y eso podía interpretarse a veces como una persona arrogante o egocéntrica, pero no. Matthew Clark siempre fue bueno, incluso en sus peores días, que le hubiesen ocurrido tantas desgracias es otro asunto. Todas las personas que sufren mucho prefieren esconderse en una coraza para evitar más daño. Él no fue la excepción.

Esa noche reviví la misma sensación de alivio y protección que viví al dormir junto a él cuando me salvó de ahogarme en el río, porque, a pesar de no tener claros esos recuerdos específicos, sí memoraba una fuente de calor que me sostenía y me abrigaba en medio del frío que residía en mi cuerpo. Sentir un abrazo de él era como sentirse abrazada por primera vez, aquella imperial necesidad de consuelo y la deleitable compañía que regalaba siempre siendo tan precisa para cada instante. No me arrepentí de haber ido a su cama esa noche porque fue la única manera en que dejé de sentir el miedo, aquel pánico que creció en mi pecho al ser consciente del daño que me provocó mi madre desde tan pequeña y el terror de no conocer sus límites, o si es que existían más recuerdos olvidados en mi mente esperando el momento preciso para atacar y destruirme otra vez.

La mañana siguiente fue un poco incómoda pues nadie más supo lo ocurrido la noche anterior, ya que a esa hora todos los integrantes de la familia Clark dormían y al levantarnos todos parecían demasiado absortos en sus asuntos como para percatarse de que yo salí de la habitación contigua a la de los invitados. Mas, como deseé que no ocurriese, pero de todos modos ocurrió, Matthew simuló ignorar mi presencia para el desayuno y gran parte de la mañana. Por alguna razón que no entendía siempre que había alguien a nuestro alrededor actuaba de forma distante, sin embargo, cuando estábamos solos parecía sentirse más cómodo y se daba la libertad de acercarse y charlar conmigo, aunque fuesen temas irrelevantes para pasar el rato. No obstante, esa mañana algo era diferente, así lo sentía. Él estaba distraído y un poco molesto, lo leía en sus gestos. Algo lo tenía hastiado y, como lo último que había hecho fue invadir su cuarto en plena noche, imaginé que su fastidio era causado por mí y mi estadía en su casa después de varios días. Pensé que ya era tiempo de marcharme, volver a mi casa y superar el malestar que me causaba regresar a estar sola, porque en el fondo no me gustaba, ya me había acostumbrado a los desayunos con la familia Clark, las comidas llenas de risas y anécdotas que contaban y la compañía en general que me brindaban, no obstante, si veía a Matthew con esa actitud molesta era inevitable que mi mente lo relacionara con mi presencia. No iba a permanecer ahí para seguir molestándolo con mi estadía.

Comencé a guardar mis cosas en mi bolso aquella mañana, justo cuando Amelia entró en la habitación y me prohibió irme. Le comenté que su hermano debía estar cansado de mi irrupción a su hogar y ella comenzó a reír como loca. Dijo que lo que menos le causaba a Matthew era fastidio, todo lo contrario, y aunque no entendí bien a qué se refería e insistí en que ya era tiempo de regresar a mi casa, ella volvió a prohibírmelo y me indicó que al menos esperase unos días hasta que mi gripe se pasara por completo, porque en mi hogar nadie más podría cuidarme como lo estaba haciendo Matthew. No pude negarme a eso.

Eterno atardecer  ©   (Ex Flawless love)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora