Capítulo 3

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Capítulo tres

Al llegar a mi nueva casa, noté de inmediato la presencia de mi coche en la entrada. Supuse que el señor Clark se había encargado de traerlo, lo cual me hacía agradecer la amabilidad que demostró conmigo desde mi llegada.

Tomé una ducha, escogí un nuevo mi atuendo, pues el que usaba estaba sucio con tierra, y esperé a que anocheciera mientras me dedicaba a organizar algunas cosas que empaqué. La casa tenía una habitación que alguna vez mi padre utilizó como oficina, por lo mismo decidí que era apropiado usarla como mi sala de estudios.

Admito que se me hacía extraño estar en una casa tan grande y solitaria sin la constante presencia de mi madre diciéndome qué hacer y qué no hacer. Me agradaba la tranquilidad, no obstante, vivir a mitad del campo, sola y de noche no era demasiado encantador.

Escuché el timbre, dejé los últimos libros de mi padre en una caja y fui a abrir la puerta.

—¿Lista? —preguntó Adam con una radiante sonrisa. Asentí y caminé con él hacia el coche.

En el trayecto tuvimos una conversación agradable, principalmente porque era la primera persona en mucho tiempo que se interesaba en conocerme realmente, a mí, Elizabeth Claire Fickenscher, no a la figura pública de "alta sociedad" que acostumbraba aparentar.

—Entonces, ¿por qué decidiste venir?

«La pregunta de oro» pensé. De seguro todos en ese lugar se habrían estado cuestionando lo mismo. ¿Qué hacía tan especial el laboratorio de Cleveland? ¿Qué era lo bastante interesante como para dejar atrás una vida llena de lujos y venir a vivir a una casa de campo (por más encantadora que luciese)? Yo sabía la respuesta, pero no era capaz de admitírsela a Adam porque, para ese entonces, recién nos estábamos conociendo.

—Me necesitaban para una investigación que se está realizando solo en el laboratorio de Cleveland, por lo mismo mi padre me ofreció un traslado hasta aquí. Supuse que era una buena oferta.

Le conté un poco más acerca de mi profesión hasta que noté una expresión ligeramente divertida de su parte cuando comencé a hablar con términos demasiado científicos para una persona que no tenía los mismos conocimientos que yo y, por ende, probablemente no entendía nada.

—Lo siento, creo que me desvié un poco del tema...

—No pasa nada, se nota que es algo que te apasiona —respondió tranquilo—. Ojalá todos pudiesen dedicar sus vidas a lo que realmente les gusta. Por desgracia, no siempre se tiene el privilegio —repuso como si de algún modo estuviese hablando de sí mismo en tercera persona.

No tardamos más de diez minutos en llegar. La casa era bastante grande, la entrada estaba adornada de hermosos tulipanes y algunas enredaderas que crecían por las paredes de ladrillos rojos, dándole un aspecto pintoresco, sencillo y precioso.

—Bienvenida, Eli. —Salió del coche y se acercó a mi lado para abrir la puerta. Caminamos en dirección a la entrada. Cuando ingresamos la música inundó mis oídos. Era alegre y contagiosa, te invitaba a bailar y a disfrutarlo—. Adelante —me invitó a entrar con un ademán.

—Gracias —mascullé.

Volví mi atención a la casa. Habría unas diez personas o tal vez más. Recuerdo que me sorprendió la alegría que emanaban todos en ese lugar. Reían, bebían cervezas y algunos bailaban country en el centro del salón siguiendo el pegadizo ritmo de la música, pero lo que más llamó mi atención fue la cantidad de comida que se mostraba en una gran mesa, y la libertad con la que todos iban a escoger platillos que lucían extremadamente deliciosos.

—¿Quieres tomar algo? —Adam me sacó de mis pensamientos.

—Sí, por favor.

Mientras me adentraba aún más a la casa percibía miradas ajenas posadas en mí. Estaba acostumbrada, solo que esa vez era diferente. No me miraban como si quisieran conseguir algo de mí o como si fuera un bicho raro, me miraban como alguien mira un juguete nuevo, con un poco de admiración, quizás. No obstante, eso me hizo sentir incómoda. No me agradaba ser el centro de atención y de a poco sentía cómo incrementaba la temperatura de mi rostro.

Eterno atardecer  ©   (Ex Flawless love)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora