𝗗𝗲 𝗕𝗼𝘀𝘁𝗼𝗻 𝗮 𝗕𝗲𝗿𝗹𝗶́𝗻 | La Casa De Papel

𝓑 𝓐 𝓑 49

narrador omnisciente

- mueve pulmón. Quiero ver parte de abajo - la voz del cirujano se escucha a través de la pantalla y Tokio hace exactamente lo que le piden - cógelo con la mano...acerca mas la imagen. Vale...hay riesgo de infección y puede costar la vida

Rio y Tokio suspiran, intercambiando miradas

- vamos, no hay tiempo que perder. Tienen que escuchar y seguir mi instrucción firmemente. Avanzamos despacio ¿vale? si cortan un vaso, detenemos con bisturí y cerramos con pinza Kocher

- entendido

- vamos a hacer la primera incisión...- la llamada empieza a fallar y Rio corre hacia ella

- no me jodas...

- ¿Qué pasa?

- no hay señal de retorno

- ¿que?!

- joder. No hay ninguna onda. Lo han tumbado todo

- ¿Qué hacemos?!

el aparato a su lado comienza a sonar, elevando más la tensión del momento

- la tensión arterial esta bajando. Estamos a punto de perderla

- no no no...- Tokio se repite, pensando - joder!

Siempre hay días felices que recordar

Y cuanto más jodido estas, más felices parecen los días del pasado

Mientras Tokio esperaba un milagro, escuchando los pitidos de mis constantes vitales, se iba acordando de esos días, como el futbol del monasterio

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dos meses antes - narra Boston

- defendemos a tope - Tokio ordena, desde la portería de su equipo - queda un minuto!

-vale! vamos!

honestamente, no tenia ni idea de como se juagaba esto, pero era divertido

nunca imaginé que los segundos previos a un córner, fueran tan divertidos

Nairobi se para en una esquina, lista para sacar el balón

Escucho como Palermo y Denver se pelan tras de mi y me giro divertida

- me esta tocando los huevos!

el profesor se interpone, regañándolos a ambos

- queda un minuto ¿os lo vais a pasar discutiendo?

- he ido a defender y se me ha pegado con la merienda delante - Denver se defiende, levantando los brazos

- pero le has hecho los huevos para arriba!

- basta ya!

siento una palmada en el trasero y me giro rápidamente

- en tu equipo son muy tramposos - Berlín murmura y le sonrío divertida

-...no se vuelvan a tocar nada ¿de acuerdo? el siguiente, expulsado

volvemos a retomar el juego, pero justo cuando Palermo esta por atrapar la pelota, Denver le baja el short y sale corriendo

suelto una carcajada, caminando hacia las chicas, viendo como entre ellos se empiezan a palear

- ya! - el profesor grita, con cansancio - Penalti y expulsado