Ante la atónita reacción de todos, estos dobles comenzaron a atacarlos, sin mostrar ningún tipo de control.

Los alaridos de dolor y pedidos desesperados de ayuda comenzaron a oírse en todo el lugar, mientras el resto de personas huía tan rápido como podía para alejarse de ese extraño fenómeno.

El círculo, sin embargo, continuaba extendiéndose cada vez más, mientras el sujeto no dejaba de hablar en aquel extraño idioma.

Pero, su monólogo se vio interrumpido, pues abrió intempestivamente los ojos, tras percatarse de algo.

Este "algo" hizo que reaccionara alejándose con rapidez del lugar donde estaba parado. De esta forma, logró evadir una explosión que lo tenía como objetivo.

– ¿Qué fue eso? – se sorprendió.

Este ataque que sufrió, terminó interrumpiendo su concentración, lo que hizo que aquella gran circunferencia oscura se disipe en el cielo.

Con la desaparición de ese fenómeno, las contrapartes oscuras de las personas también lo hicieron, quedando solamente la gente tendida en el suelo, muchos heridos que apenas podían moverse tras los salvajes ataques.

El sujeto de la túnica comenzó a buscar al responsable de aquel ataque, dando finalmente con esta persona.

– ¡Tú! – enfatizó, viéndola con ira.

La persona que estaba bajo su intimidante mirada era Hana, que para nada se dejó asustar por esto.

– Estabas tratando de matar a estas personas – señaló la joven, viéndolo también, con una mirada amenazante.

– ¿Sabes? Acabas de interrumpir mis preparativos, subordinado blanco.

– No voy a permitir que atentes contra la vida de inocentes, has cometido un delito y tienes que pagar por ello... con tu vida.

Hubo entonces, un silencio que duró unos segundos, antes que el señalado replique.

– Oye, ¿entiendes cuál es tu posición? Por más Neo Génesis que sea tu organización, solo eres un simple subordinado, ¿qué planeas hacer con un poder tan bajo? Por el contrario, ahora planeo que te unas a estas personas, como parte de los preparativos.

El sujeto alzó su brazo, apuntándolo hacia Hana, y despidió desde la palma de su mano una ligera, pero rápida ráfaga de un viento negro.

Este viento atravesó el cuerpo de Hana, dispersándose en el momento, y formando una especie de neblina negra a su alrededor.

El cuerpo de la joven comenzó entonces a reaccionar negativamente. Se tomaba del cuello, con una notoria dificultad para respirar.

– ¿Q-Qué es... esto? – Hana cayó de rodillas, casi sin fuerzas y con un dolor intenso, que ni siquiera le daba oportunidad de quejarse.

Mientras el dolor y la dificultad para respirar se hacían más fuertes, Hana trató de levantar la cabeza, con los ojos casi a punto de cerrarse, para ver al extraño sujeto.

De esta forma, pudo notar la postura que este tenía; no se había movido en absoluto, seguía con el brazo extendido apuntando hacia ella, pero además, ahora estaba moviendo los labios, articulando palabras que no alcanzaba a escuchar.

¿P-Podría ser? – pensó Hana, con lo poco de conciencia que le quedaba.

La joven, haciendo un gran esfuerzo dentro de lo debilitada que se encontraba, alzó el brazo, en dirección al hombre de la túnica.

Ya casi a punto de perder la conciencia, alcanzó a cerrar el puño; y con esta acción, la base de la zona, donde se encontraba de pie aquel sujeto, fue destruida por una explosión.

Astra Vol. 05Donde viven las historias. Descúbrelo ahora