A Love In New York (completo)

¡Especial 100k!

Jack Wembley

—No te preocupes amor, no pasará nada en estas dos semanas— le digo a Amelie que está muy nerviosa

—No estoy muy segura Jack, puede ocurrir algo o los niños me van a necesitar, mejor no iré— dijo sacando las cosas de la maleta

—Vas a ir Amelie Blanc y no va a pasar nada— volví a meter todo en su maleta — tengo mucha ayuda y lo tuyo es importante.

—Está bien Jackie— me dio un beso — confío en ti.

Siguió empacando en lo que yo estaba acostado en la cama con Aiden a mi lado dormido.

—Me pone nerviosa alejarme de ustedes— hizo un puchero — somos como un sándwich y nadie quiere deshacer un sándwich.

—Amelie— hice una pausa — te vas dos semanas, cuando vuelva seguirá todo con la normalidad de siempre.

—Hablaremos todos los días.

—Claro que si.

Seguramente se preguntan a donde va Amelie, tiene que viajar a ver un hotel que están construyendo en Europa, para ser exactos en Eslovenia. Al principio intento hacer todo desde aquí, pero ocupaba ir a asegurarse de que estaba pasando con todo. Así que decidió que iría dos semanas.

Le da miedo dejarme a los niños y la verdad no se porque si soy muy responsable, un poco distraído a veces pero nunca dejaría a mis hijos en peligro.

—Es hora de ir— dice con su maleta y su abrigo en mano

—Despídete de los niños— digo llamando a los niños

Al poco tiempo llegan a despedir a su madre, la cual promete traer regalos para todos, la vamos a dejar al aeropuerto todos juntos y los periodistas nos estaban esperando en la entrada, así que no pudimos bajar.

Cuando nacieron los niños se habían vuelto un poco molestos, por decirlo de alguna manera, no dejaban de buscarnos e incluso inventaban historias de ruptura y un montón de cosas más. Al igual nosotros tomamos la decisión de no mostrar tanto a los niños, si acaso subíamos fotos familiares a nuestros perfiles privados y tratábamos de cuando saliéramos no les tomaran fotos. La gente puede ser realmente grosera.

—Tenemos hambre papi— dice Olivia desde atrás

—Es cierto papá, queremos pizza— grita Dylan

—Primero que nada bajen la voz y segundo no comeremos pizza.

—Pero todos queremos pizza—protestaron

—Pero no es saludable— hice una pausa — iremos a comer con los abuelos.

Los niños no dejaron de protestar todo lo que llevábamos de camino, incluso Aiden seguía protestando. Llegue y estacione cerca de la entrada, desabroche los cinturones de los niños y entramos a casa.

—ABUELITA— gritaron Olivia y Dylan

—Bubulita— dijo Aiden intentado decir abuela

—No griten niños.

—¿Donde están mis preciosos nietos?— dijo mamá desde la sala principal