Aunque el repentino cambio de tema no pudo ser más obvio, Jisoo no presionó. Poner a su Forcebearer incomodo era la última cosa que deseaba hacer, así que asintió y sonrió ante los pulgares arriba que Hansol le dedicó. Sus mejillas se tornaron rojas cuando el Guerrero lo tomó de la mano y lo jaló dentro de la tienda.



"¿Ya te acostumbraste a tu jefe?" Jisoo preguntó antes de tomar un sorbo de su leche de fresa.

Hansol se recargó contra él en la banca del parque e hizo una mueca. "Sigue siendo un imbécil. No sé como Minghao logra trabajar para él. La paga es buena, no mentiré. Finalmente puedo comprarte algo."

Jisoo tuvo que aguantarse una risita ante el orgullo que se desplegó en su rostro -el menor había estado alardeando sobre su primer cheque por varios días.

"Pero pudiste haber elegido algo más caro que una leche, ¿sabes? No tienes que limitarte," Hansol dijo repentinamente, su rostro se tornó serio, mientras jugaba con la pajilla de su leche de chocolate. "Todos sabemos cuán limitado estás con el dinero con Chan viviendo contigo."

El Wielder bajó su leche y la dejó en la banca. Podía sentir la genuina preocupación de Hansol pero seguía siendo un tema sobre el cual no le gustaba hablar. Y mientras Jisoo a veces era inocente y distraído, no era estupido. Por supuesto que había notado como los demás le compraban cosas, que Jihoon había hecho el hábito de comprar demasiada despensa para hacerlo llevarse un poco, que Seungkwan seguía guardándole dulces y golosinas en sus bolsillos y que Mingyu lo seguía de vez en cuando iba de compras- sólo para pagar dos o tres cosas que Jisoo llevaba. También estaba seguro de que no era una coincidencia que la librería repentinamente recibía más compras que antes, pero Jeonghan negaba todo cuando el Wielder lo había interrogado sobre los paquetes sospechosos en su habitación.

Con un silencioso suspiro, friccionó sus palmas contra la áspera frabica de sus jeans para obtener un poco de calor en sus helados dedos. Tal vez debió optar por un chocolate caliente en lugar de una leche.

Permanecieron en silencio mientras Hansol lo miraba. Luego de un largo rato, el Guerrero alcanzó las manos del Wielder, envolviendolas con las suyas. Sus manos estaban sorprendentemente calientes.

"¿No tienes frío?" Jisoo preguntó y el menor le dedicó una corta sonrisa.

"Nah, sobreviví en invierno con solo una sudadera, ¿recuerdas?"

Frunciendo el ceño, el Wielder se alejó. Siempre le molestaba cuando los hermanos hablaban de su época sin un hogar como si fuera un chiste. "Cierto..."

El brazo de Hansol sobre sus hombros se sentía cálido y pesado cuando lo atrajo cerca de nuevo y Jisoo se removió mientras el Guerrero restregaba su nariz contra la frente ajena. "No te enojes, mi amooor," canturreó, fuera de tono, y el Wielder no pudo evitar reír. Era un lado que Hansol raramente mostraba en frente de los otros y llenaba a Jisoo de orgullo saber que el menor confiaba en él lo suficiente para revelarlo en su presencia.

"Lo intentaré," el Wielder bromeó y la sonrisa de Hansol se amplió con triunfo. Se inclinó, un poco ansioso, golpeando su nariz con la de Jisoo antes de conectar sus labios. El Wielder se paralizó en un latido antes de derretirse en el beso. Sabía a chocolate y fresas, dulce y reconfortante.

Permanecieron sentados en la banca hasta que el Guerrero rompió el cómodo silencio. "Si tus labios se ponen más fríos, se te caerán. Vamos a casa."





Gotas de agua brillaron contra la luz del baño y Jisoo las limpió, usando la oportunidad de pasar sus dedos sobre la mancillada piel, trazando las rojas, moradas y blancas líneas del laberinto. Las mayoría estaban pálidas, casi desvaneciéndose, pero las nuevas se extendían resplandeciendo contra la luz.

Había pasado un tiempo desde que las había visto; Hansol era usualmente bastante serio en cuanto a esconder sus cicatrices se refiere. El Wielder no entendía porque; aunque eran un recuerdo de su pasado y de los eventos del año pasado, también eran un recordatorio de que había peleado y sobrevivido. A los ojos de Jisoo, las cicatrices eran una parte importante del Guerrero. Representaban su coraje y su voluntad de sacrificarse por sus amigos, y consecuentemente, el Wielder las amaba justo igual que todas las partes del menor.

Hansol se giró hacia él, sus cejas se fruncieron mientras sujetaba su cepillo de dientes. Sólo al ver su expresión, Jisoo sabía lo que estaba a punto de decir -así que lo detuvo antes de siquiera empezar. El Guerrero se tensó cuando Jisoo envolvió sus brazos alrededor de él y recargó su mejilla contra su hombro. "Tu espalda sigue húmeda. Y no, no eres desagradable."

Vacilación y dudas recorrieron su vínculo, inseguridad y desconfianza, y al Wielder le dolía que el menor pensara tan bajo de sí mismo. Depositó un beso gentil en la piel cálida, marcada y húmeda de Hansol.

El espejo sobre el lavabo estaba empañado de vapor por la ducha que habían tomado, ocultando la vista de la espalda maltratada del Guerrero y las pálidas manos de Jisoo que se sujetaban de él.







"Está empeorando otra vez."

Tan pronto como se desliaron bajo la cobija, el menor se presionó contra la espalda de Jisoo, escondiendo su rostro y su cuerpo. Sin cuestionarlo, el Wielder había permanecido en silencio, disfrutando de la calidez de su vínculo. Había estado a punto de quedarse dormido cuando Hansol finalmente dijo lo que estaba molestándolo.

"¿Es por eso que estabas tan inquieto?" Jisoo preguntó en voz baja, sin querer despertar a Jun. Pudo sentir al otro asentir. Su vínculo estaba bloqueado; Hansol estaba ocultando sus sentimientos justo como ocultaba su rostro. "¿Hablaste con Mingyu sobre eso?"

"Nah. Ya lo he molestado lo suficiente."

Jisoo tuvo que morderse el labio para no girarse y regañar al menor. Era hipócrita en realidad, ya que él mismo no era el mejor cuando se refería a cuidar de sí mismo -pero dolía oírlo hablar como si su salud mental fuese menos importante que el tiempo de Mingyu.

El Wielder suspiró profundamente. "Hansol, Mingyu es el único que puede ayudarte. La habilidad de Seungri, la tortura. Es el único que puede entender porque lo que estás pasando ahora." Los brazos a su alrededor se estrecharon. "Y estoy seguro de que querrá hablar contigo si sabe que eso te ayudaría." El Guerrero no respondió y Jisoo tomó una de sus manos para entrelazar sus dedos. "Eres importante también, justo como todos los demás. Eres importante para Jun, para mí y los demás."

Por un momento, no hubo respuesta y el Wielder había comenzado a preguntarse si Hansol había caído dormido cuando sintió los labios del menor contra su nuca. Un escalofrío placentero recorrió su cuerpo ante la sensación.

"Está bien," el menor susurró. "Hablaré con él mañana, Gracias, Soo." Plantando otro beso en el cuello de Jisoo, rió en voz baja cuando notó cuan enchinada se puso la piel del Wielder. "Aunque conozco una buena manera de distraerme justo ahora," continuó con su voz agitada y ronca.

La respiración de Jisoo se agitó cuando las manos de Hansol se movieron hacia sus boxers. 







aww este momento jisol siempre me puede <3

The Others | Joshua haremOnde histórias criam vida. Descubra agora