Capítulo 16

483 68 14
                                    

Kaia

Veo como Aaron se va luego de 15 minutos. Era jodidamente guapo y cuando se vestía así, justo como ahora como un maldito modelo de Armani, era como tener a un dios de la época moderna.

«A quien quieres engañar hija mía, él está como un jodido bote de nutella aún si estuviera en el lodo con cerdos»

Sin duda era un dios con ropa, pero sin ropa era el jodido amo del Olimpo, vamos que ese cuerpo de escándalo que tenía, lo envidiaría hasta el mismísimo Zeus.

-¿Te paso un pañuelo?- la voz de Pao me hace salir momentáneamente de mis pensamientos

-¿Cómo dices?- pregunto confundida.

Me había perdido el último minuto de conversación así de gratis.

-Si mujer, para que te limpies la baba que te cae cada vez que tienes al tío delante. Vamos que no soy ciega y el tipo está como quiere, pero de ahí a perder la olla como tu, hay camino para recorrer.

-Eso es porque ni DiCaprio te pone, de lo contrario estaríamos cuchicheando de la jodidamente bueno que está. Por cierto amo tu poco sentido del oportunismo. Llegas justo cuando estaba por tirar la mesa abajo.

-Entonces ese era el motivo de que tuviera una anaconda a punto de atacar entre sus pantalones- hace una imitación de la polla de Aaron con el puño cerrado en alto y a mi no se me ocurre otra cosa que reír.

-Pues sí hija mía, para que decirte que no si, sí. Pero llegaste en el momento justo para que no quedara como un simple polvo a la primera, no se si agradecerte o darte una hostia, la verdad.

-Me quedo con la primera. No quiero ser aguafiestas ni nada, pero te has detenido a pensar si es buena idea tirarte al tío con el que compartes apartamento, no se tu, pero yo no lo tengo muy claro.

-No lo se Pao, con él es algo distinto ¿sabes? Podemos pasar la noche entera sentados en el balcón hablando de todo y de nada. Es inteligente, divertido hasta rozar lo obsceno. Incluso a veces siento que participamos en algún tipo de concurso de frases ingeniosas sin sentido y en la que siempre termina ganando, lo que me da ganas de pensar y mejorar mis argumentos para el próximo encontronazo. Amo y disfruto como una niña pequeña de nuestras peleas. Eso sin olvidar el pequeñito detalle de está bueno hasta decir basta, y por algún extraño motivo que aun no acabo de entender, no sale corriendo cuando me ve recién levantada, y eso ya le da unos 20 puntos.

Ni siquiera en esta última semana me había detenido a pensar en lo que comenzaba a sentir hacia Aaron. De hecho hasta que no lo dije en vos alta ni siquiera me había planteado que me estaba pasando con él. Estaba claro que quería que cogiéramos como dos animales salvajes ¿Por qué no iba a quererlo si esta más bueno que el pan? pero a parte de eso, el estaba despertando un sentimiento que no sabía aun como catalogar.

¿Amor? no, lo creo, eso no puede ser ¿o, si? Se que por él sentí algo desde el primer momento que nuestros ojos se cruzaron al caer encima de mi en aquel accidente. Allí experimente lo que era un verdadero flechazo al corazón, pero todo era tan nuevo que desconocía si en verdad estaba enamorada. ¿el amor viene asi de rápido?

¿Cariño? definitivamente, pero tampoco era tanto. Era evidente de que eso pasaría teniendo en cuenta que estábamos todos los días juntos. Ya fuera viendo una película, decidiendo que ordenar en la noche para la cena, o simplemente en la rutina matutina del desayuno en la estrecha cocina.

¿Deseo? eso sin duda, era simplemente pensarlo y ya estaba que ardía de deseo, y para que hablar de cuando lo tenía en frente, no había descripción que hiciera justicia. Como hasta ahora es lo único que logro identificar entre el coctel de sensaciones que Aaron despierta en mi, me centrare en eso y el resto lo resolveré en el camino.

Adicción Color CanelaWhere stories live. Discover now