𝙃𝙚𝙧

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El sonido del mar golpear el suelo rocoso era notable, pero a lo lejos varias ponis y un dragón salían del agua empapados y con una mirada molesta.

Applekack no se quedó callada, －¡Cómo se te ocurre! Digo, ¡¿robarles la perla?!－ Twilight exprimió el exceso de agua en su melena y suspiró, －Era la única forma de salvar Equestria...－

－¡Pero no era la única! ¡la reina iba a decir que sí! ¡Hicimos lo que dijiste y fue cuando ella vio que valía la pena salvarnos!－ Pinkie habló molesta.

Pero abrió sus ojos y soltó un gasp frunciendo el ceño, －A menos que... no hayas querido que se divertiera como nunca, ¡solo querías que la distrajéramos!－ Twilight arrugó su nariz y dio la vuelta, －Jamás había hecho algo así, ¡pero esto no es Equestria! ¡No podemos bailar ahí con estafadores, hacer rain-plosiones en el cielo y esperar que todo salga bien!－

La alicornio se golpeó su rostro, －¡No es suficiente, nosotras no somos suficiente!－

Pinkie frunció el ceño, －No Twilight, nosotras estamos unidas, ¡nosotras íbamos a conseguir la ayuda! Lo único que nos detuvo,－ le apuntó, －¡fuiste tú!－

Twilight se dio la vuelta indignada, －¡Estoy haciendo lo mejor que puedo! Depende de mí, yo soy a la que quiere Tempestad, soy la ultima princesa.－

Pinkie frunció el ceño, －¡También eres la única que no confía en sus amigas!－

Twilight alzó sus orejas, frunciendo el ceño, se acercó a la rosada gritando, －¡Talvez me habría ido mejor sin amigas como tú!－ Varios destellos salieron de su cuerno indicando lo furiosa que estaba. Pinkie Pie bajó su mirada y sintió sus ojos húmedos.

Twilight al darse cuenta de su error abrió sus ojos ligeramente, observando los rostros decepcionados y asustados de sus amigas.

－Pinkie, yo...－ La rosada empezó a caminar lejos de ella, sin siquiera voltear su mirada, －No puedo hablar contigo por ahora...－ Soltó desanimada.

Las chicas empezaron a alejarse, no le dirigieron la mirada a Twilight, acompañando a su amiga para caminar lejos del lugar. Twilight notó lo molestas que estaban, sintiendo un nudo en su garganta al ver cómo se iban.

Los únicos que se quedaron fueron Spike y (T/N).

Pasaron varios minutos, Twilight se encontraba en la orilla de un risco, observando a la nada sin expresión.

Spike miró con el ceño fruncido, (T/N) a su lado.

－Twilight... no te angusties, lo vas a resolver.－ El dragón trató de animar, más la alicornio soltaba lagrimas sin parar.

－No, no puedo. Arruiné t-todo el trabajo, n-no hay oportunidad de salvar a E-equestria ahora... ¡T-todo es mi culpa!－ Sus mejillas de bañaron en lagrimas, aún así, no notó cómo un guardia del rey Tormenta sujetaba a Spike con fuerza mientras una pegaso observaba.

Twilight trató de calmar su respiración, y detrás de ella la oji-(color) se acercó, sentándose junto a ella.

－Puede que hayas peleado con ellas, pero las chicas...－ (T/N) miró al horizonte, sintiendo una chispa de esperanza, －Ellas me enseñaron sobre amistad... el cariño mutuo, fue muy lindo. Nunca- nunca había tenido amigos.－ Dijo sincera, haciendo que la alicornio volteara a su dirección. (T/N) le dio una pequeña sonrisa, －No puedes rendirte a lo mejor que te ha pasado.－

Twilight alzó su mirada, mejillas humedas y rojizas, －T-tienes razón, debo volver...－

－Aún así...－ Twilight la miró confundida, observando cómo la pegaso daba varios atrás. Twilight escuchó un  quejido, mirando detrás suya abrió sus ojos asustada mirando a Spike. －Lo siento.－

Una jaula cayó sobre ella exaltandola, Spike forcejeaba en el agarre del guardia mientras (T/N) observaba apenada.

－¡(T/N) ayuda!－ Gritó Twilight mientras la jaula iba siendo alzada hacia la aeronave.

La pegaso frunció el ceño mirando al suelo, －Estúpidos sentimientos...－ Susurró.

Rápidamente corrió al guardia que sostenía a Spike, se alzó al aire y le dio un puñetazo con su pezuña, dejando salir al dragón de sus brazos en el proceso.

Spike cayó al suelo recuperando su respiración, observó a la pegaso delante suyo con temor. (T/N) volteo a ver la aeronave y con su cabeza señaló la dirección en donde las chicas antes se habían ido, －Vete.－

El dragón asintió, dando una ultima mirada a la jaula que llevaba a Twilight, se alzó del suelo y comenzó a correr en busca de las chicas.

La pegaso miró al guardia de reojo, abrió sus alas y se dirigió a la aeronave.

Al entrar, agarró su armadura con la marca del rey Tormenta, se la puso y se dirigió en busca de su líder, Tempestad.

Sin embargo, tenía un poco de esperanza en que las cosas cambiarían si es que, solo si las amigas de Twilight llegan a tiempo.