Capitulo dos: galletas azules

1.3K 99 4
                                    

Si señores, Tique no tenía piedad de mi, aunque le construí una cabaña a sus hijos e hijas.

-Dejenme ver si entendí -dije después de un largo tiempo reflexionando-. Primero: tengo un padrino que no sabía nada de él y aparte es un hombre lobo, segundo: me están diciendo que iré a una escuela de magia que inicia sus clases en septiembre, tercero: mi mamá hace magia y hechizos, cuarto: existen los magos y brujas -cuestione a ellos cuatro esperando que las tres últimas cosas sean una broma.

Aunque conociendo mi suerte, eso es lo menos problable.

-Asi es Percy -contesto mi padrino-. Sé que es muy difícil de entender pero te aseguro que todo es cierto

-No es difícil de entender -comente yo, ya que era cierto-. He tenido que entender cosas más extrañas, te lo aseguro -agregue, porque lo más raro era enfrentarme a cupidos hechos de cereales-, solo sigo pensando que todo esto es una broma

-No es una broma, cariño -repite mi mamá, ya sabiendo que es la segunda vez que sigo con eso.

Me quedé viendo al viejito que desde hace rato ya no decía nada, solo me miraba curioso, como si estuviera pensando en algo para convencerme de creerles, bueno no era tan difícil creer eso, lo difícil es aceptar que esté pasando y que realmente quieran que yo formé parte de eso, no lo niego, molaría bastante saber hechizos y todo, pero yo ya no quiero nada que ver con ese tipo de cosas, que tal si cuando sienta que encajo ahí, sucede algo, me expulsen, me destierren y ya nunca me permitan entrar de nuevo, o peor aún, que ellos me odien aún cuando soy totalmente inocente de todo lo que me acusan, no quiero pasar por eso de nuevo, no otra vez....

-Señorita Jackson, no tiene porqué temer -solto de repente el que es el director-. No va a ver ningún dios que le mandé a cumplir con misiones o profecías que acaben con su vida -insistió él

Sabía que él quería que yo le creyera al respecto de que no iba a sucederme nada como cuando yo estaba en el campamento, quería creerle, pero algo en mí sabía que ya había oído lo mismo años atrás

-Haras nuevos amigos, no serán como los anteriores, ahí es mucho más diferente que allá -insistió otra vez-. Podrás vivir la vida lo más parecido a lo normal para una bruja, irás a lugares nuevos, montaras un hipogrifo, si quieres podrás entrar al equipo de quidditch, aprenderás a volar en una escoba, podrás convivir con alumnos de diferentes casas, conocerás un pueblito que los alumnos van a partir de tercer año y se lo aseguro, no habrá dioses fastidiando, ni monstruos queriendo asesinarla, mucho menos tendrá que entrenar para pelear con alguien parecido al Retorcido

-Percy -me llamo Paul-. No importa si eliges ir allá o no, tu madre y yo seguiremos apoyandote -comento él-. Se que es difícil acostumbrarte a una nueva vida, a un nuevo lugar después de estar años en Nueva York tratando de proteger a los demás, no te sientas presionada

Que no me sienta presionada, pero como no sentirlo si cuatro adultos están viendo que será lo mejor para ti o te hacen elegir

Bueno solo hay que admitir que cuando oí el nombre no pude evitar sentir ese escalofrío, tampoco mirar mi brazo donde estaba un corte, ese bendito corte arriba del codo y mis ganas de abrazar a mi mamá eran enormes, no lo había oído ya hace bastante de tiempo, mucho menos hablé de él y que ese señor supiera ese nombre solo hizo que me sintiera más nervioso. Aunque considere la posibilidad de hacerle caso, no más dioses en mi vida, no más misiones, no más ser la hija de Poseídon, no más la heroína del Olimpo.... No más misiones.... Valía la pena intentarlo, porque no intentarlo, no me iba a arrepentir, ¿cierto?

-Yo no soy una chica que suele dejar que manipulen su opinión señor Dumbledore -comente viendo que todos esperaban mi respuesta, sabía que mi mamá quería lo mejor para mí y pensaría que esto no es.... ¿una vida normal?, pero es mi desición-. Y he decir que usted me convenció, iré a esa escuela de magia

Cuando dije eso mi padrino sonrió, como si supiera que estaría haciendo lo correcto, mientras que Paul me apretaba su mano en mi hombro y susurraba que que estaba orgulloso por permitirme a mi misma otra oportunidad para empezar, mi mamá solo me agarraba la mano, como si le preocupará de que me perdiera otra vez, lo peor ya había pasado y todo estaba solucionado, ¿no?

-Muy bien, señorita Jackson -dijo el Santa Claus, mientras se paraba-. La espero en Hogwarts el primero de septiembre, estará en cuarto año y el señor Lupin y su mamá le van a enseñar lo necesario hasta que entre a Hogwarts -anuncio él mientras se paraba y se dirigía hacia la puerta-. Fue un gusto haberte conocido Perséphone Jackson -dijo mientras habría la puerta y salía, yo queria decirle que no me dijera Perséphone, pero se había ido.

No se porque, pero el señor me recordó mucho a mi antiguo maestro del campamento: Quirón.

No le di tanta importancia a eso y solo gire mi cabeza hacia mí mamá, tenía esa típica mirada divertida, como cuando era pequeña y yo hacía alguna vagancia, y ella en vez de regañarme, me ayudaba a continuar, no pude evitar sonreír ante lo muy poco que cambio nuestra relación de madre e hija.

-¿Ellos eran tus antiguos amigos? -pregunte divertida por lo sucedido

-Sip, pero admítelo será un gran inicio para una nueva vida -dijo ella aún con esa sonrisa en su cara, entonces volteo hacia mi padrino-. Remus te agradezco haber venido a visitarme

-No hay de que, Sally -responde el con una sonrisa y voltea a verme-. Fue un gusto al fin conocerte Percy -agrego él, yo simplemente sonreí.

-El gusto fue mío, -comente yo, en ese momento me di cuenta que fui algo descortés en no darle nada, después de todo el me dio un chocolate.

Me pare de mi lugar haciendo que los tres adultos que estaban delante de mí me mirarán curiosos y me dirigí a la cocina en busca de mi reserva de galletas azules, solo me quedaban dos cajas llenos de estas, uno que me faltará no iba a ser gran cosa ¿verdad?

Lo tome y volví a la sala con el en mis manos se lo extendí a mi padrino-. Toma -dije mientras yo esperara a que tomara la caja de galletas.

Él solo se me quedó viendo un par de minutos, hasta que por fin reaccionó.

-No Percy, son tus galletas -debatio él intentando rechazar la galletas-. Tu mamá me comentó cuánto te gustan esas galletas

-Si lo son -agregue yo-. Pero no veo que tiene de malo regalar una pequeña parte de mi compartimiento secreto a mi padrino -comente sonriéndole.

Él solo se me quedaba viendo, como si no creyera lo que estoy haciendo-. ¿Aunque sea un hombre lobo? -pregunto el con cierto temor.

Aunque yo me sentí ofendida ante esto, ¿enserio que piensa que lo odiaría por algo que el no eligió?

-Remus -lo llame ya que él bajo la mirada después de lo que dijo-. Me vale que seas un hombre lobo, tengo un hermano que es un tritón y otro que es un cíclope, no me importa lo que seas, tu serás mi padrino -conteste ya que eso me provocó una cierta presión en el pecho, recordándome hace años que le hicieron lo mismo a Tyson, mi hermano.

Luego de eso el no pudo evitar sonreír, sabía que debía ser difícil ser algo que no están acostumbrados y que quizás te excluyan por ello, mi padrino me abrazo y me susurraba que gracias por entender, aunque no sabía que agradecería por tenerlo en los siguientes momentos más difíciles de mi vida....

𝑷𝑺𝑰𝑻𝑯𝑰𝑹𝑺𝑴𝑨Where stories live. Discover now